Diana Adriano
Las Hermanas Misioneras de María Dolorosa extendieron una invitación especial a la comunidad para que, durante el tiempo de Cuaresma y Semana Santa, hagan la devoción del Via Matris en el espacio con el que cuentan en sus instalaciones.
El Vía Matris -que significa «Camino de la Madre»- es una práctica de oración menos conocida que el tradicional Vía Crucis. Esta oración acompaña a la Virgen María en su camino de fe y dolor hasta la muerte de su Hijo, Jesús, en la cruz.
A través de siete estaciones, se meditan los momentos más significativos de la vida de la Virgen María marcados por el sufrimiento y la entrega total a la voluntad de Dios.
La hermana Georgina Onofre, MMD, explicó que en Ciudad Juárez se construyó un sitio especial para vivir esta experiencia de fe, donde los fieles pueden recorrer cada estación en un ambiente de recogimiento y oración.
Ubicado en la Casa de Espiritualidad de la congregación, (Baudelio Pelayo #8203, Senecú), el sitio está diseñado para la reflexión, la oración y el encuentro con Dios.
La hermana Georgina dijo que esta devoción no solo permite comprender el dolor de la Madre de Dios, sino que también ayuda a quienes atraviesan momentos difíciles a encontrar consuelo en el testimonio de amor y esperanza que dejó la Virgen María.
Acercarse a María
La religiosa explicó que esta devoción es una oportunidad para acercarse más a la Virgen María y comprender el sufrimiento que vivió como Madre del Redentor.
“El Vía Matris nos invita a recorrer el camino del dolor de María, a meditar sobre los momentos difíciles que enfrentó en su vida, desde la profecía de Simeón hasta la sepultura de Jesús. Pero más que solo mirar su sufrimiento, nos ayuda a aprender de ella, a descubrir cómo afrontó cada momento con fe, con amor y con esperanza en Dios”, dijo.
A diferencia del Vía Crucis, que se enfoca en la Pasión de Cristo, el Vía Matris es un recorrido que se centra en los siete dolores de la Virgen María. Estos incluyen la huida a Egipto, la pérdida del Niño en el Templo, el encuentro con Jesús en el camino al Calvario y la dolorosa experiencia de verlo morir en la cruz.
A lo largo de estas meditaciones, los fieles pueden reflexionar sobre sus propios dolores y dificultades, encontrando en María un modelo de fortaleza y entrega.
La hermana Georgina destacó que este ejercicio espiritual es para todos, tanto para quienes sufren alguna prueba en sus vidas como para quienes desean solidarizarse con los que la padecen.
“Es una oportunidad para detenernos, para hacer un alto en nuestro día a día y poner nuestro dolor en manos de Dios, como lo hizo María. Todos enfrentamos momentos difíciles: pérdidas, enfermedades, preocupaciones. Pero la Virgen nos enseña que el dolor, cuando es vivido con fe, puede transformarse en una fuente de gracia y bendición”, afirmó.
Bello espacio
Desde hace unos años las Misioneras de María Dolorosa dispusieron este espacio de oración para que cualquier persona o grupo pueda acudir a rezar el Vía Matris.
“Nosotras hemos abierto este lugar para toda la diócesis, para que quienes quieran venir a meditar, a estar en silencio y recogimiento, puedan hacerlo. Aquí se puede vivir un verdadero encuentro con la Virgen María y descubrir cómo ella pudo superar cada uno de sus dolores. Su testimonio nos ayuda también a nosotros a saber afrontar el sufrimiento, a vivir con él, a ofrecerlo a Dios y a unirlo, como lo hicieron los santos, a los sufrimientos de Cristo”, explicó la hermana Georgina, quien está encargada del espacio.
Horarios de visita
La Casa de Espiritualidad está abierta durante el día para recibir a los fieles en el espacio del Vía Matris.
“Es preferible si vienen después de las nueve de la mañana hasta las siete de la tarde, porque son las horas en que está abierto el asilo”, comentó la entrevistada.
“Ya más tarde no podrían venir, a menos que sea un grupo grande y pidan un permiso especial. En ese caso, nosotras estaríamos al pendiente de abrir la puerta, pero es mejor si lo hacen de día”, explicó.
La invitación está abierta tanto para personas que deseen acudir individualmente, como para grupos que quieran recorrer el Vía Matris, reflexionando sobre los siete dolores de la Virgen María.
Materiales disponibles
Para quienes deseen contar con una guía impresa durante la oración, las Misioneras de María Dolorosa ofrecen folletos del Vía Matris con las oraciones y meditaciones correspondientes a cada estación.
“Los ofrecemos por una módica cantidad de 20 pesos. Allí está todo: cómo se reza, qué se dice en cada estación, todo viene detallado, así que no tendrían ninguna dificultad”, indicó la entrevistada.
Y si alguien necesita otro material o alguna indicación adicional, pueden solicitarlo directamente en la Casa de Espiritualidad.
Camino en la Cuaresma
La hermana Georgina destacó que este ejercicio de oración es especialmente significativo en Cuaresma, ya que permite reflexionar sobre el sufrimiento de María y su íntima relación con la obra redentora de Jesucristo.
“La Cuaresma es el tiempo más favorable para este ejercicio piadoso, puesto que se recuerda el dolor que la Virgen padeció por estar relacionada íntimamente con la persona y la misión de Jesucristo, que es la redención”.
Recordó que la Virgen enfrentó momentos de profundo dolor, obstáculos y pruebas en su misión como Madre y cooperadora del Redentor, pero siempre con una actitud de fe y entrega a Dios.
Los siete Dolores de la Virgen María
1er Dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús
Por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma…
2do Dolor: La huida a Egipto con Jesús y José
Por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades…
3er Dolor: La pérdida de Jesús
Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada…
4to Dolor: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario
Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas…
5to Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús
Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo…
6to Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto
Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo…
7mo Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María
Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo que llevó su humillación hasta el último momento…
Siete gracias, que la Santísima Virgen concede a las almas que le honran diariamente, meditando sus dolores, con el rezo de siete Avemarías. (Santa Brígida)
- Pondré paz en sus familias.
- Serán iluminadas en los Divinos Misterios.
- Las consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
- Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
- Las defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de la vida.
- Las asistiré visiblemente: en el momento de su muerte, verán el rostro de su Madre.
- He conseguido de mi Divino Hijo: que, cuantos propaguen esta devoción, sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna- directamente, pues serán borrados todos sus pecados-, y mi Hijo y Yo seremos su eterna consolación y alegría.