Aun sin poderlo creer, Horacio Quiñónez, diácono transitorio de la Arquidiócesis de Chihuahua compartió con Presencia, vía telefónica, la alegría tan grande que es para él haber sido elegido para cantar el Evangelio en la misa que el Papa Francisco celebrará en Ciudad Juárez.
Experiencia única
Horacio compartió que fue el padre Leonardo García quien lo invitó a realizar una audición con el padre Héctor Aguilar, quien le pidió se grabara cantando el evangelio del día 17 de febrero, mismo que debería enviar vía Facebook.
“El padre Juan Martín es el ceremoniero de aquí de Chihuahua. Él me recomendó con el padre Leo, y el padre Leo me pidió que me comunicara con el padre Héctor. Cuando agregué al padre Héctor en Facebook para enviarle el video estuvimos platicando un rato y me dijo que ya no haría más audiciones, que yo cantaría el evangelio”, recordó Horacio.
Y agregó: “Fue una noticia inesperada. Nunca pensé que me iba a tocar servir con el papa, la verdad no me lo creía”.
Para un buen desempeño en su participación, el diácono se prepara ensayando el evangelio y, según dijo, haciéndose a la idea de que va a estar cerca del Santo Padre.
“No me cae el veinte. Creo que hasta el momento que esté ahí me lo voy a creer. Es una experiencia única para cualquier sacerdote o diácono participar en una misa con el papa”.
“Mi familia está muy emocionada, contenta. Mis compañeros sacerdotes también. El señor arzobispo lo anunció en reunión de presbiterio y los sacerdotes me felicitaron”, compartió feliz.
Un buen año
A seis meses de haber sido ordenado diácono transitorio, el joven de 30 años espera con anhelo el día de su ordenación presbiteral. Sin embargo, cuando fue elegido para cantar el evangelio en la misa papal, deseó no ser ordenado antes de esa fecha.
“Ya se cumplió el tiempo que pide el derecho canónico de seis meses y el arzobispo tiende a ordenar inmediatamente, pero gracias a Dios que no me ordenarán antes de esa fecha”, dijo en alusión a que esto le permitirá prepararse mejor, sin otros pendientes.
Este año será muy bueno para Horacio pues después de la misa con el papa, será ordenado sacerdote el 3 de marzo.
“Será un año muy bueno. Primero, estar cerca y cantar en la misa del santo Padre. Segundo, mi ordenación, todo en menos de un mes. Empezamos con el año bastante bien, inmerecidamente porque el Señor siempre me gana en su gracia y todo… ¡ni qué decir!”, expresó.
Horacio está convencido de que este suceso le reafirmará en su fe y en su vocación, además de que será un recuerdo muy grato para toda su vida el haber participado en una misa papal, en especial por ser el Papa Francisco.
“Esta experiencia me motiva a seguir creciendo como persona, como consagrado a Dios y a la Iglesia. Desde el momento en que me invitaron ha sido de mucha alegría, he tenido más cercanía con mis familiares y hermanos sacerdotes, de amor a la Iglesia, es algo maravilloso”, finalizó.