El consumo de mariguana se quiere introducir en los mercados como si fuera una bebida refrescante más. En aquellas regiones o países donde su consumo es permitido, ¿por qué no se ven campañas preventivas que informen sobre los males que producen las adicciones? ¿Por qué no se informa a la población sobre los perniciosos efectos que tiene sobre la concentración, la depresión, la paranoia, la memoria y la inteligencia?
Fumar mariguana también aumenta el riesgo de los accidentes de tránsito. ¿Dónde están las campañas que hablen de estas y otras consecuencias? Si se invierte tanto en campañas anti tabaco, nada se invierte en campañas anti mariguana. El motivo aparece cada vez más claro. En el telón de fondo está el nuevo orden mundial para crear una sociedad de humanoides incapaces de pensar.
Nos oponemos a la legalización de la marihuana por dos cosas: fumar la hierba ocasiona depresión, psicosis, impotencia sexual y pérdida de la memoria; forma individuos apáticos y poco motivados para tomar la vida por los cuernos, seres pasivos, sin carácter e indiferentes. En resumen produce no hombres completos sino pedazos de hombre.
Pero además nos oponemos porque detrás de todo existe una intención internacional para crear una juventud sumisa que no cuestione, que no se oponga a las políticas e ideologías de la autoridad y del dinero, de la nueva era y del nuevo orden mundial.
Fumar marihuana promueve el pensamiento ilógico y el lavado de cerebro. Promueve, en resumen, una sociedad de brutos que no saben ni porqué vinieron al mundo ni cuál es el sentido de la vida.