Claudia Iveth Robles
Ante un templo abarrotado, el pasado domingo 13 de noviembre se cerró la Puerta Santa que se dispuso en la parroquia El Señor de la Misericordia, en lo que fue la última semana para poder cruzarla y ganar indulgencia plenaria.
La misa fue presidida por monseñor José René Blanco, vicario de pastoral, designado por el obispo para el efecto, así como concelebrada por los sacerdotes José Solís, Juan Carlos López y Manuel Bañuelos.
Al inicio de la celebración, los sacerdotes desfilaron por el pasillo central y en lo alto se observó una manta con la frase del Papa Francisco “Dios nunca se cansa de perdonar”, y la fecha del Año Santo de la Misericordia.
En su mensaje monseñor José René Blanco, compartió su alegría de compartir la Eucaristía en el fin de este gran Jubileo decretado por el Papa Francisco, a una semana de la conclusión oficial del Año Santo de la Misericordia.
Explicó el sentido profundo de la Eucaristía, celebrada para dar gracias a Dios por su infinita misericordia y pidió a los fieles reflexionar sobre la propia vida, la propia historia en este Año de la Misericordia, en que los fieles han recibido el amor de Dios, de la Madre Iglesia y de la familia.
Un mensaje misericordioso
En su homilía, monseñor dijo que este Año de la Misericordia debe ayudar a los fieles a confirmar la fe, la total confianza en la obra maravillosa de Dios y reconoció que en este Jubileo muchas personas se acercaron al sacramento de la Reconciliación.
Recordó que aunque ese día se “cerró” simbólicamente la Puerta Santa designada en la parroquia, en realidad “la puerta de la Misericordia, que es Cristo, Buen Pastor, nunca estará cerrada para quien reconoce con humildad sus pecados y pide perdón al Señor”.
“Dios nos puede perdonar, esa es nuestra esperanza, que existe el perdón y que Dios quiere la salvación de todos, quiere que seamos testigos de la misericordia del Padre, discípulos de Cristo y reflejemos en nuestro rostro el rostro de la misericordia de Cristo, sobre todo poniendo en práctica las obras de misericordia”, puntualizó.
Para concluir la celebración de clausura de la Puerta Santa, en el templo de El Señor de la Misericordia la comunidad cantó el Magnificat.