Diana Adriano
La caridad es uno de los valores más representativos del tiempo de Cuaresma, y en la Diócesis de Ciudad Juárez múltiples iniciativas reflejan este principio cristiano. Un ejemplo destacado es el Albergue Stella, ubicado en la colonia El Granjero, que brinda atención gratuita a mujeres en situación de movilidad, especialmente aquellas que están embarazadas.
Recientemente, el albergue inauguró instalaciones remodeladas con el propósito de ampliar su capacidad y mejorar la atención a sus beneficiarias.
Caridad y cuidado de la vida
Karina Breceda, directora del Albergue Stella, expresó que este proyecto ha sido el resultado de un esfuerzo de más de un año para encontrar el espacio adecuado y equiparlo con lo necesario para ofrecer un entorno digno y acogedor.
“Vimos la necesidad de cuidar a las mujeres migrantes embarazadas y quisimos brindarles hospitalidad dentro de una iniciativa provida. Queremos que sea un lugar hermoso para las personas que lo necesitan”, afirmó.
El albergue no solo ofrece hospedaje seguro, sino que también cuenta con espacios dedicados a la oración, la terapia familiar y el cuidado infantil. En su misión colabora un centro médico, cuyos servidores brindan atención a las residentes.
La labor del albergue ha trascendido fronteras, siendo reconocido en diversas comunidades de fe tanto en México como en Estados Unidos, específicamente en Boston, de donde son algunos de sus bienhechores.
Un aspecto distintivo de este proyecto es la integración del arte y la espiritualidad. Como parte del proceso de remodelación, se involucró un colectivo de arte católico, “San José”, el cual ha trabajado en la creación de murales y elementos iconográficos inspirados en la Virgen de Guadalupe.
“Queremos que el arte también sea una forma de visibilizar nuestra misión y transmitir esperanza”, mencionó Karina.
Obra binacional
Durante la entrevista, la directora explicó que el albergue no solo busca ofrecer un refugio temporal, sino que forma parte de una red de apoyo más amplia.
Karina aclaró que, además de la sede en Ciudad Juárez, cuentan con una casa madre en El Paso, Texas, que funciona como un punto de recepción para mujeres migrantes.
“Si vienen aquí a la hora de cruzar, tenemos una casa de recibimiento allá. El plan es que eventualmente haya muchas casas así, creando un servicio continuo”, explicó.
En cuanto a la capacidad del albergue, la entrevistada mencionó que están preparados para recibir a un número considerable de mujeres en situación vulnerable.
“Este es nuestra manera de anunciar y tener puertas abiertas. Ya tenemos el equipo listo, aunque todavía no hemos canalizado a mujeres. Con la apertura oficial y otros medios de difusión, esperamos empezar a recibirlas pronto”, detalló.
Migrantes son vida
El contexto migratorio en la frontera norte de México sigue siendo complejo y desafiante, por ello, el albergue trabajará en coordinación con asociaciones y redes de apoyo para contactar a las mujeres que necesiten refugio.
“Nosotros buscamos colaborar con organizaciones que trabajan con migrantes para referir a mujeres que han sido deportadas o que llegan a Ciudad Juárez desde el sur de la frontera. Queremos ser un espacio seguro para ellas en este proceso tan difícil”, dijo Karina.
Así, además de ser una obra que trabaja por cuidar la dignidad de las personas en movilidad, también se distinguen por la lucha en la protección de la vida.
“Es una situación difícil la que se vive aquí en la frontera. Como provida, creemos en estar abiertos a la vida, y eso también debe extenderse a la forma en cómo vemos a los migrantes. Ellos también son vida. La vida no es referente sólo a que se decida tener un bebé. Creemos que ambas posturas provienen de un mismo espíritu de resistencia a la vida”, reflexionó.
Arte, caridad y hospitalidad
Además de su función como refugio, el albergue ha integrado el arte como una herramienta para comunicar su misión.
“Hemos estado funcionando con un enfoque amplio y continuaremos colaborando con otras organizaciones. A través de las imágenes y murales, queremos hablar de este tema de la migración desde la perspectiva de la fe», comentó la directora.
El colectivo católico involucrado en el proyecto trabajó en la selección de figuras representativas, que fueron plasmadas en los murales afuera del albergue.
“Nos preguntamos cuáles son los pilares de la fe y quiénes son nuestros ejemplos. De Estados Unidos escogieron a Santa Madre Cabrini por ser patrona de los migrantes. Yo elegí a San Toribio Romo, patrono de quienes cruzan la frontera», abundó Karina.
Dijo que estas imágenes reflejan la universalidad de la Iglesia y su misión de cuidado a los migrantes en distintas partes del mundo.
Aclaró que el proceso de diseño y creación de estas imágenes de identidad del albergue fue meticuloso y fundamentado en la oración. Participaron Adam Moniz, Clare McCallan y Alison Vigland.
“Desde el inicio, nuestro primer paso fue orar y discernir cómo representar nuestra visión. Queríamos que esto fuera más que una decoración; debía ser un reflejo de nuestra metodología como artistas católicos. Nos propusimos que cada imagen transmitiera la dignidad y el valor de la vida migrante», detalló Karina.
Sobre el impacto del arte en el albergue y su entorno -la Colonia El Granjero-, la directora compartió una frase inspiradora del padre Paine:
“Estamos hechos para la comunidad, para ser encontrados preciosos por los demás. Encontramos al migrante precioso, y queremos demostrar que también somos parte de esa comunidad con ellos”.
Recibir mujeres
En cuanto al acceso al albergue, Karina mencionó que las personas interesadas en canalizar a mujeres migrantes en situación vulnerable pueden ponerse en contacto directamente.
«Si alguien conoce a una mujer embarazada en necesidad de refugio, pueden comunicarse con nosotros. Tenemos servicios especializados para ellas dentro de nuestra misión provida», concluyó, destacando la importancia de la hospitalidad y el apoyo continuo en la frontera.
Albergue Stella
Ubicación: Calle Cañaveral #6187, Colonia El Granjero
TEL. Oficina: 656-823-5826