Ana María Ibarra
Confiar y aferrarse a Jesús en medio de las tempestades de la vida es el mensaje que cientos de personas recibieron durante el retiro “Aférrate a Jesús”, realizado el pasado 4 de marzo en el Gimnasio del Colegio de Bachilleres.
Con alabanza, oración y adoración, los asistentes fortalecieron su espíritu y abrieron su corazón para recibir las palabras que los predicadores les compartieron.
Aferrados a Jesús
En un ambiente propicio para encontrarse con Jesús, cientos de personas entre jóvenes y adultos, muchos de ellos en familia, escucharon atentos las reflexiones de los sacerdotes Ricardo López y Pedro Núñez, así como a los predicadores Roberto Ramírez y Ambiorix Padilla, estos últimos encargados también de compartir alabanzas.
Algunos de los temas impartidos por los predicadores fueron: Sanación del Ciego de nacimiento, El paralítico de Betesda y Las tormentas de nuestras vidas, Jesús las sana.
En cada tema la invitación fue la misma: ¡Aférrate a Jesús!
El padre Ricardo López reflexionó sobre las tempestades, basado en la cita bíblica de Mateo 14, 29, que muestra a Pedro como hombre de poca fe ya que al salir de la barca sintió miedo y comenzó a hundirse.
“El hecho de que Jesús vaya en tu barca no significa que no habrá tormentas, pero es mejor ir con Jesús. No sabemos qué nos depara más adelante, hay cosas que están y que no vemos venir, pero ahí Jesús ya nos está esperando y detrás de las pruebas nos espera la Gloria. No sé trata de que no te sientas desesperado, sino que ahí está tu fe”, compartió el padre Ricardo.
Misa de clausura
La misa de clausura estuvo concelebrada por los sacerdotes invitados Pedro Núñez y Ricardo López, además de los sacerdotes diocesanos Rene Acosta, Mario Manríquez, Gustavo Balderas y Jesús Salinas, quienes durante el evento impartieron el sacramento de la Reconciliación.
La homilía estuvo a cargo del padre Ricardo, quien señaló que durante el evento se manifestó la gloria de Dios a través de la salud que concedió al pueblo ahí reunido y que recibió una palabra oportuna.
“Dios ha actuado poderosamente en ustedes y podemos decir que estamos experimentando la transfiguración. En este momento sentimos paz, esperanza, quisiéramos que esa sensación no se nos escapara de las manos, que esa llama no se vaya apagando”, dijo el sacerdote.
Señaló que conforme pasen los días, se puede creer que lo vivido fue sólo vana ilusión, un escape momentáneo a la tristeza.
“Pero no, esto es algo que va a persistir si seguimos aferrados a Jesús. No te aferres a las cosas de Jesús ni a los bonitos sentimientos que afloran al encontrarnos con Jesús, sino a Jesús”, expresó.
Dijo a los presentes que la realidad les espera después del evento, y hay que afrontarla con fe.
«Al igual que la transfiguración, esto fue solo un vistazo, ahora tenemos que volver a nuestra realidad. No es que nos hayamos escapado de ella, sino que hemos venido para daros cuenta que, aunque la tormenta arrecie, el Señor está conmigo”, concluyó.
Después de la celebración, se llevó a cabo la exposición del Santísimo Sacramento, momento que ayudó a sanar lo que ya se había removido con las predicaciones.
En frases…
“Nos dijeron que no le preguntemos a Dios por qué, sino para qué: para qué me sirve lo que me está pasando. Me acabo de enterar de que uno de los niños que cuido tiene leucemia. Estaba renuente a venir a este congreso, pero sé que si estoy aquí es porque el Señor tiene algo qué decirme: que tenga confianza porque todo lo que me manda es para glorificarlo”.
Esmeralda Cháirez, parroquia Jesús Príncipe de la Paz.
“La reflexión que más me impactó fue sobre la barca donde iban los apóstoles…Los problemas son como estar en una barca en medio de la tormenta y no hay solución más que Jesús. La invitación que se me hizo fue: levántate, todavía no estás en el fondo, aún hay salvación”.
Gloria Camacho, Capilla Nuestra Señora de la Salud (San José de Lomas)
“Mi tormenta es que estoy muy nervioso porque traía la presión alta. Paz en la tormenta es lo que han dado de mensaje y eso es lo que me estoy llevando: que debo confiar en Dios Todopoderoso. Me siento lleno de alegría y lloro por esta necesidad de estar aquí”.
Alfredo Padilla, Asamblea de Matrimonios, Jesús El Salvador