El matrimonio Plata Hernández aprendió cómo educar mejor a sus hijos y cómo vivir en armonía con su familia, gracias al taller de restauración familiar de CEFIC…
Ana María Ibarra
Una manera diferente de comunicación, sin gritos ni insultos y expresando sus sentimientos, vieron florecer en su familia Horacio Plata y Susana Hernández, quienes tomaron el taller “El Poder de la Familia” impartido por el Centro Familiar para la Integración y Crecimiento (CFIC) en la parroquia Jesucristo Sol de Justicia.
Contentos por la oportunidad que recibieron, el matrimonio Plata concluyó el taller con el compromiso de seguir esforzándose para lograr una restauración completa de su familia.
Concientes de sus fallas
“Estamos aquí por el catecismo con nuestros hijos. Me encantó que las personas de CFIC estuvieran aquí. El taller me ayudó en la comunicación con mis hijos y con mi esposo. He puesto en práctica las técnicas que nos han enseñado en cuanto a la asertividad y las palabras clave para la comunicación”, compartió la madre de familia.
Explicó que este taller les ayudó a tomar conciencia de sus fallas como padres de familia.
“Aprendimos cómo manejar nuestras heridas, a perdonarnos a nosotros mismos y a ser conscientes de que las acciones y fallas que tenemos son producto de las heridas que traemos. Estoy muy agradecida, me encantó este taller y me gustaría que llegara a mucha gente”, expresó Susana.
Al igual que su esposa, Horacio dijo que hoy está más consciente de lo que pasa en su familia y pide a Dios les siga ayudando a estar más unidos.
“Antes teníamos menos comunicación a pesar de vivir en la misma casa. Ahora estoy consciente de los errores que cometo con mi esposa y mis hijos, además se me ha facilitado pedir perdón”, expuso.
Actuar desde el amor
Para Susana ha sido de gran ayuda aprender a actuar y corregir a sus hijos desde el amor, pues asegura que antes se desesperaba y el enojo la invadía cuando sus hijos no hacían sus deberes en el hogar.
“Les gritaba, llegué a insultar a mi hijo porque la desesperación y el enojo me ganaban. Con este taller he logrado no gritarles ni insultarlos. He tenido la paciencia para acercarme a ellos, para pedir las cosas de otra manera y agradecerles por lo que hacen en la casa”, compartió la entrevistada.
La madre de familia añadió que algo muy importante que aprendió fue a expresar sus sentimientos a sus hijos.
“Aprendí a de decirles que los amo. Ahora puedo decirles lo que necesito de ellos y les explico que cuando me enojo no es con ellos, sino con sus acciones, pero que los sigo queriendo”, afirmó Susana.
Compromiso diario
El matrimonio Plata está convencido de que con la práctica diaria podrán lograr que sus hijos cumplan al 100 por ciento lo que se les pide.
“No es un cambio que se logre de un día para otro, pero si lo practicamos se va a lograr, sobre todo si actuamos desde el amor”, dijo Susana.
“Me voy muy contento con este taller. Hemos aprendido mucho. Me comprometo a ser mejor papá, mejor esposo y ser mejor persona en la comunidad”, finalizó Horacio.