Armas a favor de la vida

Jóvenes reciben certificación “Humanae Vitae” para saber cómo combatir la cultura de la muerte

Diana Adriano

En virtud de seguir animando a los jóvenes a formar parte de la cultura de la vida se llevó a cabo la certificación provida bajo el nombre de la encíclica “Humanae Vitae” del extinto papa Pablo VI.

Jóvenes que se formaron en esta certificación para ser líderes sociales en la promoción de la vida, compartieron con periódico Presencia su testimonio de perseverancia y aprendizaje.

Dijeron que en la actualidad se viven situaciones controversiales que promueven la muerte, por lo que es importante no dejar pasar los temas que engloban la dignidad de las personas.

Ir contra corriente

Carlos Fernando Nava Valenzuela, de 23 años y perteneciente a la comunidad de Immaculate Conception en El Paso, tomó esta certificación por invitación de un amigo cercano.

“Mi meta era saber más de bases científicas, morales y éticas para poder defender mucho mejor mi postura a favor de la vida, porque no nada más es estar en contra del aborto, sino conocer del tema”, explicó.

Comentó que esta certificación le permitió conocer muchas cuestiones de las que no tenía conocimiento y ahora piensa llevar lo aprendido a su comunidad.

“Me gustaría mucho poder dar temas al respecto y enseñar a los jóvenes, no sólo con bases religiosas, porque si de algo tenemos ventaja es que no nada más nos respalda la Iglesia, sino la ética, la moral y la ciencia; es algo que se puede enseñar de manera sustentada en los grupos juveniles”, dijo.

Reconoció que en la juventud actual existe mucha desinformación y ese es el motivo principal del porqué los jóvenes terminan por confundirse y apoyar movimientos que van en contra de lo que nos enseña la doctrina social de la Iglesia.

“A través de esta certificación nos dimos cuenta que tenemos un compromiso con la sociedad en general, ya que todos merecen una vida digna. Una de nuestras metas es que no sólo queremos que el aborto no sea legal, sino que queremos que sea algo impensable”, expresó.

Agregó: “Dentro de nuestra fe viene implícito que tenemos que defender la vida y la dignidad humana, tenemos que ir contracorriente. No va a ser fácil, pero será más pasajero si tenemos este conocimiento y esas ganas de llevar la verdad a los demás”.

Un estilo de vida

Estefanía Lara, quien pertenece a la parroquia de Nuestra Señora de la Paz, a través de un volante se enteró del inicio de la certificación “Humanae Vitae” y decidió formar parte de ella.

“Fue una experiencia distinta, a pesar de que ya llevo muchos años sirviendo, en el servicio muy pocas veces nos dedicamos de lleno a lo provida. En la comunidad apoyamos la vida, pero no es que hagamos mucho para defenderla, ya que siempre estamos más enfocados en nuestro ministerio”, explicó.

Dijo que esta certificación fue una oportunidad de ratificar temas que ya entendía y aprender de otros que desconocía por completo.

“Me dio mucho gusto ver que hay muchos jóvenes que están en el camino de la defensa de la vida. Me gustó conocer cosas que no sabía y sobre todo que nos dieran las herramientas para ser valientes y salir al mundo para poder alzar la voz”, mencionó.

Explicó que es una contrariedad muy grave cuando los jóvenes son católicos y están a favor de una cultura de la muerte.

“En mi parroquia tenemos la oportunidad de tener muchos grupos juveniles y tenemos la iniciativa de crear un grupo nuevo que certifique a todos los servidores e inclusive a los nuevos catecúmenos, para estar todos en la misma sintonía de la defensa de la vida”, agregó.

“Ser provida es un estilo de vida, va a ser muy complicado y más en este mundo que nos tocó vivir, es un camino difícil pero tenemos que aprender a rodearnos por las personas adecuadas y sabiendo que es el camino correcto va a ser muy fructífero”, finalizó.

“Mi meta era saber más de bases científicas, morales y éticas para poder defender mucho mejor mi postura a favor de la vida”

Carlos Fernando Nava Valenzuela