Diana Adriano
El pasado viernes 17 de enero, en el marco de la festividad de San Antonio Abad, considerado patrono de los animales, se llevó a cabo la tradicional bendición de mascotas tanto en el Santuario de San Lorenzo, donde ya es una tradición desde hace varios años, como en la parroquia El Señor de la Misericordia, que recientemente comenzó este servicio.
El evento reunió a familias completas, quienes llevaron a sus animales de compañía -principalmente perros y gatos- adornados con moños, collares especiales y hasta pequeños disfraces, todos listos para recibir la bendición y participar en este acto de fe.
Amor y respeto
En El Señor de la Misericordia, el padre Juan Manuel Orona, párroco de la comunidad, comenzó el evento en punto de las 4 de la tarde.
En su mensaje destacó la importancia de valorar y cuidar a los animales como parte de la creación divina.
“San Antonio Abad nos recuerda que los animales también son criaturas de Dios, y nosotros, como sus cuidadores, debemos brindarles respeto y amor”, dijo.
“El Papa o un delegado suyo, como ocurre en Italia, también realiza bendiciones a los caballos que sirven en el ejército, lo que refleja la importancia de proteger y honrar a todos los animales”, añadió.
Para enriquecer el carácter espiritual del evento, se incluyeron lecturas de dos textos bíblicos seleccionados por integrantes de la comunidad, lo que permitió una reflexión y oración compartida.
Un equilibrio
Un poco más tarde, a las 4:30pm, el padre Alfredo Abdo Rohana, rector del Santuario de San Lorenzo, recibió a decenas de mascotas y sus dueños en una celebración en la que destacó la importancia que los animales han adquirido en la vida cotidiana de muchas personas.
“Ya tenemos bastantes años celebrando esta ceremonia muy sencilla, pero muy significativa, que cada vez tiene un sentido más relacionado con nuestra vida como seres humanos. Sabemos que los animalitos, cada vez significan más en nuestras relaciones, en nuestra vida y en nuestros hogares”, dijo.
Destacó que muchas de estas mascotas incluso tienen una misión como soporte emocional para personas que pueden vivir en soledad o tienen ciertas condiciones en las que los animales les brindan soporte.
“Recuerdo cuando vivía en Chihuahua y teníamos una vecina, doña María, quien vivía sola y encontraba su alegría en una jaula llena de periquitos. Esos pequeños animales eran su razón de vivir”, compartió con los asistentes.
Pero por otra parte, el sacerdote también hizo un llamado a reflexionar sobre el equilibrio en las relaciones humanas y el papel de las mascotas.
“No cabe duda de que los animales pueden brindarnos cariño y compañía, pero no debemos olvidar que el amor y el aprecio entre personas es insustituible. Ningún animalito puede suplir el cariño de un hijo o de una persona cercana. Es importante valorar y fortalecer nuestras relaciones humanas”, subrayó para luego comenzar a rociar agua bendita sobre los numerosos visitantes del Reino Animal.