José Mario Sánchez Soledad/Autor
Don Antonio Guízar y Valencia
El tercer obispo de Chihuahua fue Antonio Guízar Valencia, del clero de Zamora, que gobernó la diócesis durante 48 años (1921-1969), los últimos siete años por medio de un administrador apostólico, que fue Luis Mena Arroyo (1962-1969). Guízar Valencia tuvo también como obispo auxiliar a Francisco Espino Porras (1943-1961). La diócesis fue elevada a la categoría de arquidiócesis por el Papa Juan XXIII el 22 de noviembre de 1958, mediante la bula “Supremi Muneris”, asignándole como sufragáneas las Diócesis de Sonora (Hermosillo) y Ciudad Juárez, y nombrando primer arzobispo al mismo Antonio Guízar Valencia. A Guízar Valencia le tocaron los años difíciles de persecución religiosa de las décadas de los 20 y de los 30. A partir de 1940 la diócesis gozó de paz, que le permitió crecer y consolidarse.
La persecución religiosa en Ciudad Juárez
Desde la Revolución Mexicana se iniciaron acciones persecutorias en contra de los católicos y clero. En 1913, Francisco Villa decretó la expulsión de todos los extranjeros, incluyendo a los sacerdotes. Los sacerdotes echaron mano de la creatividad para mantenerse en suelo mexicano y seguir administrando los sacramentos. Para 1924 la situación era más pacífica, ya se podían establecer con mayor seguridad los sacerdotes. Así, monseñor Antonio Guízar y Valencia nombró un párroco en Villa Ahumada.
Ante la suspensión de cultos a partir del 31 de julio de 1926, decretada por el Episcopado Mexicano, como respuesta a la entrada en vigor de la llamada Ley Calles, la Misión de Guadalupe permaneció cerrada hasta fines de 1929. En ese año se logra tener un acuerdo entre la Iglesia y el Gobierno, permitiendo el regreso del clero.
Una nueva confrontación entre la Iglesia y el Gobierno se tuvo en 1933, cuando se decretó que la educación fuera de corte socialista. Como expresión de rechazo a esta medida, se construye el monumento a Cristo Rey y se hacen peregrinaciones el último domingo de octubre.
A mediados de 1934 el gobernador Rodrigo M. Quevedo decretó la expulsión de todos los sacerdotes que residían en el estado, pidiendo que los laicos administraran los templos y todo lo referente a lo religioso. Esta decisión llegó hasta el extremo de prohibir el toque de campanas, pero el 13 de febrero de 1935 un juez local da el fallo a favor de los católicos juarenses, permitiendo que se pudieran tocar las campanas.

El padre Carlos Pinto
La ciudad de Vietre (Salerno) Italia vio nacer a el padre Carlos Pinto un 21 de julio de 1841. De muy joven entró al noviciado en Nápoles y asistió a seminarios para sus estudios religiosos en Francia y España. En 1870 cruzó el Atlántico para servir en las misiones de Colorado y Nuevo México y termino su último año de estudios en Maryland en 1872.
Después de 20 años de servicio en Colorado, el padre Pinto llegó a la región de Paso del Norte el 11 de mayo de 1892. Lo asignan párroco del primer templo católico en la ciudad de El Paso, Texas, la pequeña capilla de Santa María e inicia su esfuerzo constructor de parroquias en esta localidad.
En 1894, el obispo Edward J. Dunne de la Diócesis de Dallas lo asigna como vicario general para El Paso, Texas. En 1896, el obispo de Chihuahua lo asigna párroco de la Misión de Guadalupe en Ciudad Juárez, Chihuahua a la vez que era el superior general de todos los jesuitas de la región. El centro y hogar de todos los jesuitas era en aquel entonces el templo del Sagrado Corazón de Jesús en la Ciudad de El Paso.
Abandona Ciudad Juárez al ser expulsados los jesuitas. El papa crea la diócesis de El Paso, Texas en 1914 y el 11 de noviembre de 1915 se nombra al obispo Anthony J. Schuler. El nuevo obispo ratifica al padre Pinto como vicario general de la nueva diócesis. El apóstol de El Paso se mantiene en servicios hasta su muerte el 5 de noviembre de 1919, cuando fallece. Su tumba se encuentra en el cementerio Concordia de esa ciudad fronteriza.

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Estatua del Padre Carlos Pinto en el jardín del Templo del Sagrado Corazón de Jesús en el Paso, Texas

El altar de la misión de Guadalupe (Parroquia) en tiempos del párroco Carlos Pinto. Se observa la espiritualidad Jesuita en la imagen del sagrado Corazón de Jesús. (University of Southern California).

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La Misión d eGuadalupe cerró u puerta de 1926-1929 por la persecución religiosa. (Colección del autor)


































































