Claudia Iveth Robles
“Pedimos por la paz, para que tanto autoridades como ciudadanía seamos constructores de paz”, rezó el obispo don José Guadalupe Torres Campos en la Hora Santa que presidió el pasado martes 6 de junio en la parroquia Santa María Magdalena de Ciudad Ahumada, templo que en días pasados fue allanado por policías estatales.
En lo que surgió como una iniciativa del presbiterio de la Diócesis de Ciudad Juárez, la Hora Santa se realizó con la participación de alrededor de 50 sacerdotes de la diócesis, que viajaron 100 kilómetros al sur de Ciudad Juárez, para solidarizarse con el padrefernando Nava, pearroco de Santa María Magdalena, quien durante la irrupción policiaca incluso fue encañonado con armas largas por un grupo de policías.
En la Hora Santa participaron, además de los sacerdotes, feligreses de la comunidad católica de Ciudad Ahumada, donde existen seis templos citadinos y otros 14 en los alrededores, correspondientes a los ejidos, pero también son atendidos por la cabecera parroquial.
Contra la violencia
La Hora Santa comenzó antes de las once de la mañana, ante los rostros compungidos, pero también esperanzados de los fieles de aquella comunidad, que han padecido recientemente la zozobra de la inseguridad con balaceras y otras expresiones de violencia.
Como se sabe, el jueves 26 de mayo, un grupo armado no identificado atacó a balazos las instalaciones de la Fiscalía Estatal en Ciudad Ahumada, dejando como resultado un policía muerto y otros lesionados. Al día siguiente, un grupo de policías irrumpió violentamente en el templo parroquial Santa María Magdalena, y encañonó al párroco, quien debió salir del baño al escuchar los gritos y golpes de los policías.
Fraternidad sacerdotal
En la Hora Santa, el padre Fernando Nava tomó el micrófono para agradecer a sus hermanos sacerdotes el gesto de visitarlo y orar junto a él y su comunidad y dio gracias a Dios por la fraternidad que se vive en este presbiterio, en torno al obispo.
“Todos somos uno y así tenemos que estar, unidos a nuestro pastor, que es la presencia viva de Cristo aquí en la diócesis”, dijo el sacerdote con un nudo en la garganta.
El padre Fernando relató que luego de lo ocurrido el obispo lo llamó por teléfono para saber cómo se encontraba, lo cual, dijo, le dio mucho gusto.
“Hoy les agradezco esta presencia, que nos hace sentir que no estamos solos. Aquí esta nuestro obispo, sacerdotes y se quedarán en cada uno de nuestros corazones”, dijo el sacerdote.
El padre Benjamín Cadena, presidente del presbiterio, tomó la palabra para decir al párroco: “Es un signo de comunión animar a la comunidad y acompañarte”.
También habló el padre Martín Magallanes, párroco de San Ignacio de Loyola, en El Valle de Juárez, que igualmente ha atestiguado balaceras y otras expresiones de violencia en su comunidad
“Estar aquí acompañando a la comunidad y haciéndonos solidarios con el padre Fernando Nava, es una manera de decir que lo que le hacen a un sacerdote, se lo hacen a todos y lo que le hacen a los sacerdotes, se lo hacen a la diócesis. Es una manera de decir que la Iglesia no es indiferente, la Iglesia no se va quedar callada ante situaciones de estas”, dijo.
Opinó que la irrupción policiaca es un ataque a la Iglesia, una casual equivocación, pues “todos saben dónde están las personas (delincuentes) y me parece muy rara esa equivocación”, dijo.
Al final todos los sacerdotes externaron su apoyo al padre Fernando Nava y la comunidad ofreció a los visitantes algunos alimentos que compartieron, antes de su regreso a Juárez.
Solidarios con la comunidad
“Se me hace muy bonito que vengan los sacerdotes y nos apoyen ante lo que pasó, que es triste y no solo pasa aquí, sino en todas partes. Pero no perdemos la fe en Dios y siempre nos ponemos en oración por nosotros y por los que hacen cosas indebidas”
Guillermo Salazar/ parroquia Santa María Magdalena
“Me siento muy contenta de ver tantos sacerdotes y unirnos todos, pero venimos a solidarizarnos con nuestros amigos de Ahumada”
María del Socorro Sifuentes/ Capilla de Guadalupe
“Hace mucha falta que vengan los sacerdotes y nos acompañen, pido a todos a seguir orando por los que andan mal, a ver si se convierten”
Francisco Javier Morales/ Capilla Sagrado Corazón de Jesús.
Todos los sacerdotes respaldamos a nuestro obispo, que tenga esa valentía y ese don de mando facultado por Dios, para respaldar y apoyar a sus sacerdotes.
Padre Martin Magallanes/ párroco de San Ignacio de Loyola
Nos interesa mucho que se sienta la fraternidad sacerdotal y el apoyo, porque son experiencias difíciles de un riesgo directo. Queremos hacer sentir que estamos unidos, dentro del impacto negativo de un grupo de gente que te inquieta de una forma inadecuada. No nos deben dominar los ambientes violentos, debemos superarlos y que las aguas vuelvan a la normalidad, aunque parezca difícil.
Padre Alfredo Abdo Rohana/ rector del Santuario de San Lorenzo