“Vengo a animarlos, a saludarlos, a invitarlos a trabajar, a crecer, a salir adelante, a ejemplo de San Francisco Javier”, dijo el obispo don Guadalupe Torres Campos a los fieles de la comunidad de la capilla San Francisco Javier, quienes llenos de alegría y de fe se reunieron el pasado domingo 6 diciembre en su templo para participar en una Misa de acción de gracias presidida por el señor obispo.
Sin importar lo fresco de la mañana, la comunidad se congregó en el templo dedicado al patrono de las misiones poco antes de las 8 de la mañana para esperar al pastor de la diócesis, quien llegó para demostrar su cercanía y afecto y presidir la Eucaristía del que fue el segundo domingo de Adviento.
Visiblemente contento por la invitación, el obispo dedicó un saludo de alegría a la comunidad, al párroco, el padre Rafael Saldívar y al diácono permanente Salvador Díaz.
En su homilía, monseñor Torres Campos reflexionó a la luz del evangelio sobre la conversión, el perdón, la reconciliación, la oración permanente y la evangelización.
“La figura de nuestro santo patrono, San Francisco Javier, un hombre preparado que encuentra a Dios, a Cristo y con esa sabiduría deja todo para salir a evangelizar, llevar la buena nueva”, compartió el obispo.
Destacó el llamado que el Papa Francisco hace hoy a la Iglesia: ser una Iglesia en salida en busca de los alejados, de las periferias.
“Hay que quitar de nuestra comunidad la apatía, la tristeza, las depresiones, los miedos para buscar el equilibrio, para salir y llevar el evangelio al que está necesitado de él. El obispo, el párroco, el diácono, ustedes también como laicos, todos tenemos que trabajar en la conversión personal para ir a evangelizar”, expresó.
Y agregó: “Pidamos al Señor ser misioneros como San Francisco Javier. No vamos a ir a China como él, aquí nuestra capilla es tierra de misión. Vengo a animarlos, a saludarlos, a invitarlos a trabajar, a crecer, a salir adelante, a ejemplo de San Francisco Javier”.
Al final de la celebración, el obispo nuevamente se acercó a saludar y felicitar a su pueblo y compartió con ellos unos momentos.
Durante algunas horas, la comunidad de San Francisco Javier llevó a cabo la venta de antojitos mexicanos, así como un sencillo pero emotivo festejo en honor a su santo patrono.