Con inmensa alegría, la comunidad parroquial de Dios padre celebró el pasado 30 de enero Matrimonio
colectivos , fruto de la evangelización que desde hace dos años se realiza en dicha parroquia.
La unión eclesial de cuatro parejas se dio después de un encuentro profundo que cada una de ellas ha tenido con el Señor a través retiros y acompañamiento en pequeñas comunidades, y que finalmente decidieron bendecir su matrimonio y su familia dándose el “sí” ante Dios y su comunidad.
Alma y José Andrés, Cruz y Alfonso, Paloma e Iván, Guadalupe e Iván, fueron las cuatro parejas que unieron sus vidas ante Dios ese día.
Visiblemente contento, el padre Jorge Iglesias, párroco de la comunidad, presidió la misa de nupcias y, en nombre de toda la comunidad, expresó a los contrayentes su alegría por la gran fiesta.
“Hoy nos alegramos. La Iglesia está de fiesta. La parroquia está de fiesta porque estos hermanos nuestros han querido contraer matrimonio. Ustedes que ya participan en pequeñas comunidades, que ya han tenido un encuentro con Nuestro Señor, han podido dar este paso tan significativo”, les dijo el sacerdote a los contrayentes.
El padre Iglesias agregó que dicho acontecimiento es una motivación para seguir trabajando y seguir evangelizando, y los invitó, primero a evangelizar a otros matrimonios, y segundo, a perseverar y no dejarse vencer por el maligno.
“Ustedes ya están aquí, ahora les toca trabajar como matrimonio para que otros matrimonios se acerquen. Deben dar su testimonio. Si ustedes se alejan de Dios ahora que ya lo conocen, el maligno estará tentando su matrimonio hasta que los vea caer nuevamente. No le den esa oportunidad”, expresó.
Y agregó: “Queridos matrimonios, que el Señor les conceda su presencia y su fuerza. Que encuentren en esta comunidad cristiana la fraternidad y el acompañamiento. Sus pequeñas comunidades están contentas. Su pequeña comunidad es su nueva familia que los acompañará para que su matrimonio duré para toda la vida”.
Después de las palabras del sacerdote las parejas realizaron los votos matrimoniales, e hicieron el intercambio de los anillos y arras ya bendecidos.
Fue después de la oración del Padre Nuestro cuando el sacerdote dio una bendición especial para los novios, quienes de rodillas fueron unidos por el lazo nupcial.
El padre Jorge impartió la Comunión en las dos especies a los recién casados, quienes de rodillas agradecieron a Dios por tan bello momento.
Al final de la ceremonia, la comunidad envolvió en aplausos a las parejas, que sellaron el momento con beso en medio de aplausos y vivas.