Felices y muy acompañados, los sacerdotes Fernando Valle y Armando Delgado llegaron a sus primeras dos décadas de servicio en el ministerio.
Ana María Ibarra/Claudia Iveth Robles
Con gran alegría la comunidad parroquial de San Pedro de Jesús Maldonado celebró con su párroco, el padre Armando Delgado Carlos, una misa de acción de gracias por su XX aniversario sacerdotal.
La celebración se realizó el pasado sábado 8 de abril en el templo parroquial ubicado en la colonia Fray García de san Francisco, donde familiares y amigos del sacerdote se dieron cita para celebrar tan emotivo acontecimiento.
Emotiva bienvenida
Entre los asistentes se encontraban los sacerdotes Leonardo García, Jorge Pablo Lozano y Antonio González, padrino de ordenación diaconal del padre Armando.
También se hicieron presentes integrantes del movimiento Encuentro Matrimonial, así como fieles de otras parroquias quienes desbordaron su cariño al sacerdote en un sonoro aplauso cuando, antes de iniciar la misa, el padre Armando no pudo expresar el saludo de bienvenida y las lágrimas asomaron de sus ojos.
“Gracias por acompañarme no nada más en esta celebración sino a lo largo de mi ministerio. A partir de ayer empecé a sentir el nervio, a caer en la cuenta de que son 20 años de sacerdocio, sólo Dios me sostiene. Doy gracias a Dios por el don del sacerdocio”, dijo el padre Armando cuando finalmente pudo expresar palabras.
Respuesta al llamado
En la homilía el padre Armando compartió con los presentes su llamado vocacional. Narró su experiencia de pre seminario cuando, sin pensar en el sacerdocio como vocación, preguntó a Jesús Eucaristía ¿qué quieres de mí?.
“Como todo muchacho, hay algo que nos atrae pero también hay muchos miedos, muchas dudas. Terminando el pre seminario regresé a mi casa y me encontré con una barrera de parte de mi madre. Antes de partir a la casa del Padre aceptó mi vocación y eso para mí fue confortante. El Señor me prometió una gran aventura y han sido 20 años de esa gran aventura”, compartió el sacerdote.
Agradecimiento
El padre Armando reflexionó, a la luz del evangelio, las dificultades y caídas, las crisis vocacionales y esos momentos difíciles en los que ha querido “aventar la toalla”, sin embargo, dijo, Dios se acerca y le pregunta “¿me amas?”.
“¡¿Cómo no te voy amar si me has dado todo, la vida, la familia, el don del sacerdocio!?”, expresó el sacerdote.
Y dirigiéndose a los fieles dijo: “Son ustedes los que le dan el sentido a mi ser sacerdote. Gracias por estar aquí. Gracias por aceptar al padre y al humano. Gracias a mis hermanos sacerdotes por caminar conmigo. Me encomiendo a sus oraciones. Sigan pidiendo por sus sacerdotes, cuando caigamos abrácenos, quiéranos mucho, somos humanos”, finalizó.
Al concluir la celebración, la comunidad e invitados compartieron de un momento de convivencia en honor al padre Armando a quien le cantaron las mañanitas y festejaron con una rica comida y música de Mariachi.
Dios nos hace dignos
Por su parte el padre Fernando Valle, vicario de Catedral, celebró una Eucaristía el pasado viernes 8 de abril, para agradecer a Dios por el don del sacerdocio que le concedió hace 20 años.
La celebración se realizó en la Misión de Guadalupe, donde el sacerdote fue acompañado por servidores de la comunidad y amigos, algunos de quienes atestiguaron cuando hace 20 años, el entonces obispo don Renato Ascencio León impuso las manos sobre él y otros hermanos sacerdotes.
“Nos podemos preguntar quién es digno. Nadie somos dignos, el único que nos hace dignos es Dios, Él nos hace dignos para Él y para los de demás, así de sencilla es la misericordia de Dios”.
El sacerdote recordó que cuando era niño le llamaba la atención la sotana del sacerdote y le gustaba cantar, por lo que un sacerdote lo invitó a un Preseminario.
También se sentía intrigado y a la vez atraído por la Eucaristía.
“Jesús es ese pan partido, si no hay Eucaristía no hay nada, si la dejamos, perdemos todo”, afirmó.
Recordó que su padre no alcanzo a verlo como sacerdote, pero compartió con alegría que pudo confesar a su mamá antes de que falleciera y que en su misa funeral comenzó la homilía diciendo ‘ahora yo te pongo en las manos de Dios’, frase con la que comenzó la misa por su XX Aniversario igual que con la pregunta ¿Están contentos?
Al agradecer a Dios por el don recibido el padre Valle afirmó:
“He peleado con Dios, he llorado con Dios, no es fácil permanecer en la fidelidad, en el amor, por eso les agradezco su oración por mi persona”, dijo.