Ana María Ibarra
Conformado inicialmente como un equipo para catequizar y evangelizar a jóvenes en edad de recibir el sacramento de la Confirmación, el grupo CUCONES (Curso de confirmaciones en Espíritu Santo) cumplió el pasado mes de junio 37 años de servicio, mismo que a través de los años ha ido llevando la evangelización a todo aquel que lo necesita.

Evangelización y misericordia
Carlos Varela, uno de los iniciadores, compartió en entrevista que el servicio de Cucones inició en la parroquia Jesús El Salvador, específicamente en la entonces capilla María Madre de la Iglesia.
Su labor fue impartir cursos de confirmaciones para jóvenes y formar grupos juveniles en ese sector parroquial.
“Crecimos y decidimos trabajar con adultos en María Madre de la Iglesia. Después fuimos a Santa María Goretti y formamos un equipo para que trabajara con jóvenes y nosotros seguimos en nuestro servicio con adultos. Estuvimos también en Mausoleos, en Todos los Santos, y regresamos a Jesús El Salvador”, expuso.
En este trayecto, el servicio ha ido más allá de las pláticas de confirmaciones para jóvenes y para adultos, pues han sido invitados a impartir retiros para papás y padrinos.
“Desde el 2015 hacemos dos retiros por año. Este año nos pidieron retiro para separados y divorciados, hemos hecho tres de abril a junio, uno por mes”, señaló.
Cucones también ha impartido retiros para niños, en diversas sedes: Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, El Señor de los Afligidos, Capilla San Rafael Guízar y Valencia.
“En este 2025 hemos evangelizado a unas dos mil personas. Incluso nos invitaron a una preparatoria a dar una charla. Vamos a donde nos inviten”, dijo Carlos.
Pero agregó que también se dedican a hacer actos de misericordia.
“Vamos al panteón a visitar y limpiar tumbas abandonadas, oramos por los difuntos; visitamos ancianos, a los migrantes; siempre tenemos algo que hacer”, expresó.
Testimonio
Cucones ha crecido en número de integrantes, personas de distintas parroquias de la diócesis que después de haber vivido un retiro o curso, se integró para servir.
Este es el caso de Luis Ricardo, quien tomó un curso para recibir sus sacramentos ya que él no era católico.
“Mi esposa me acercó a la Iglesia Católica y busqué cómo hacer mis sacramentos. Cucones fue lo más viable para mí en ese momento”, dijo Luis Ricardo, quien asegura que en ese retiro “fue dónde conocí de verdad a Jesús”.
“Nos estaban enseñando a hacer oración, y cuando nos tocó hacer oración en comunidad, un compañero oró por mí. Después de la oración me dio un abrazo y en ese momento sentí paz, sentí que mi vida no volvería a ser igual”, dijo.
Relató que Carlos, el coordinador del grupo, ya les había explicado que Jesús se manifiesta de muchas formas y una de ellas es a través de los brazos de otras personas
“Estoy convencido que eso fue lo que pasó conmigo”, compartió.
Después de ese retiro, Ricardo recibió su bautismo y sintió que había sido restaurado. Experimentó el deseo de servir a Dios y desde hace un año y medio pertenece a Cucones junto con su esposa esperando el día de su boda para recibir su primera Comunión, mientras que la Confirmación llegará en el mes de noviembre.


































































