Ana María Ibarra
En un fraternal y sencillo festejo, fieles de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes celebraron el pasado 12 de febrero su fiesta patronal.
Llenos de gozo, niños, jóvenes y adultos se reunieron el pasado domingo 12 de febrero para participar en la misa de acción de gracias que presidió el obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos.
Escuchar a Dios
Contento por compartir con una porción de este pueblo de Dios, el obispo invitó a la comunidad a contemplar a María, en su advocación de Lourdes, como la mujer más dichosa; esto en referencia al Salmo que se entonó ese domingo.
“La primera enseñanza que nos deja nuestra Madre es ser dichosos. Dichosos los niños, los jóvenes, los matrimonios, la humanidad. La verdadera y plena felicidad está en cumplir la voluntad del Señor. Cumplir es buscar a Dios, vivir la Palabra. María Santísima cumplió la voluntad del Señor, dichosa y fiel”, expresó el obispo.
Tomando a María como ejemplo de quien se dispone a hacer la voluntad de Dios, monseñor Torres invitó a los fieles a preguntarse ¿qué quiere Dios de mí?
“¿Qué quiere Dios de los niños, de los jóvenes, de los matrimonios, de las familias? Para descubrirlo debemos orar, vivir un silencio profundo para escuchar la voluntad del Señor, pedir su gracia y sabiduría para cumplir su voluntad”, señaló.
Estar alertas
Monseñor resaltó que el mundo ofrece una falsa felicidad y les alertó a no dejarse engañar por las mentiras del mundo.
“Lo que el mundo nos ofrece nos lleva a querer tener más de lo que tenemos, a querer ser como los demás. Claro que tenemos cosas buenas como la tecnología y la ciencia, pero podemos caer en la soberbia, por eso pidamos a Dios la sabiduría. En María tenemos a una mujer sabia, que abre su corazón a lo que Dios le pide”, dijo el obispo.
Y agregó: “Queridos niños, jóvenes, sean buenos, y cada uno de nosotros también, a ejemplo de nuestra Madre Santísima. El Señor nos da sus preceptos, pero también nos da la libertad de discernir y hacer una opción. El proyecto de Dios es el amor haciendo el bien”.
Alegres con el obispo
Finalmente, el obispo animó a la comunidad a seguir sirviendo al Señor evangelizando y siendo una parroquia comprometida con el Reino.
Al final de la celebración el padre Benjamín Gaytán, párroco de la comunidad de Nuestra Señora de Lourdes, agradeció al obispo por su presencia y reiteró la alegría que ocasiona a la comunidad tenerlo en medio de ellos.
“Nos gana la alegría de saber que en la persona del señor obispo es Jesús quien nos sigue exhortando”, concluyó el sacerdote.