Ana María Ibarra
En un ambiente festivo y de agradecimiento, las Hermanas Misioneras de María Dolorosa celebraron el pasado 15 de septiembre el 77 aniversario de haber sido fundadas como congregación religiosa.
Festejaron con una misa de acción de gracias y un ameno momento para compartir los alimentos.
El obispo don Guadalupe Torres Campos presidió la misa de acción de gracias por los 77 años del caminar de la congregación fundada por monseñor Baudelio Pelayo. Fue acompañado por el padre Gregorio López, coordinador de la Dimensión de Vida Consagrada.
La capilla de la Casa de Espiritualidad de las Misioneras de María Dolorosa quedó pequeña para albergar a quienes acudieron a participar del festejo. Religiosas de la congregación, así como de otras congregaciones, bienhechores y voluntarias, participaron alegres.
Camino lleno de misiones
En su homilía, el obispo diocesano resaltó el camino de la comunidad religiosa siempre con un objetivo y una misión.
“Es una comunidad religiosa en movimiento. No por caminos erróneos, sino en la presencia de Dios. 77 años, todo un camino lleno de misiones: parroquias, Catedral, obispado, Seminario. Como se nos dijo en la monición: nos hemos esforzado en el camino como Iglesia, como congregación”, indicó el obispo.
Señaló que se debe tener claro dos cosas: quién es Jesús y, dependiendo de la respuesta será el camino.
“Todos creemos que Jesús es el hijo de Dios, pero hay que hacer obras. Fe y obras. Estos 77 años, como comunidad, han realizado obras admirables en la diócesis y más allá. Hoy contemplamos a María Dolorosa, mal pie de la cruz. Nuestra vida de fe debe ser en clave de cruz. Abrazar la cruz a ejemplo de María Santísima”, señaló.
Convocadas
Ante las situaciones actuales en el mundo, y de manera particular en Ciudad Juárez, el obispo invitó a las religiosas -algunas de quienes seguían la celebración de manera virtual- a no perder su identidad ni su carisma y a responder a los retos del mundo de hoy.
“Que Dios las siga bendiciendo como congregación, que siga derramando su gracia en ustedes, que suscite vocaciones y que sigan dando frutos. Que nuestra Señora de los Dolores las fortalezca y reciban ese abrazo fraternal de María”, expresó el obispo.
Al final de la celebración, la hermana Georgina Onofre agradeció al obispo su presencia e invitó a los asistentes al desayuno. Minuciosamente decorado, el comedor albergó a quienes se quedaron para seguir celebrando.
Con un rico menudo, dulces típicos, y ricos postres, además del tradicional pastel, las religiosas y los invitados culminaron el festejo del 77 aniversario con gran alegría de compartir juntos ese momento.
“Doy gracias a Dios por estos años que me concede. No sé cuántos años más me conceda. 77 años se viven por la gracia de Dios, con mucho amor y mucha entrega”.
Hna, Gracia/ primera religiosa de la congregación, 77 años de vida consagrada.