Ana María Ibarra
Nacida en Santa Bárbara, Chihuahua, pero criada en Ciudad Juárez, Silvia Carolina Lara Ponce descubrió su llamado a la vida religiosa a los 11 años de edad, cuando hizo su primera Comunión en la parroquia San Felipe de Jesús, donde desde esa edad inició su servicio parroquial y fue madurando su vocación.
Hoy, después de más de 50 años de haber sido llamada, sor Carolina regresó el pasado 13 de mayo a la comunidad que la vio crecer en la vocación, para conmemorar su 50 aniversario de vida consagrada y agradecer a Dios por el llamado.
Acción de gracias
Familiares y amigos participaron en la misa de acción de gracias que se celebró en la parroquia San Felipe de Jesús, misma que presidieron los sacerdotes Francisco y Humberto Coyoc, amigos de la religiosa, procedentes de Nuevo Casas Grandes.
En su mensaje, los sacerdotes reconocieron el amor que Dios ha dado a la religiosa y que ha dado su fruto en los demás.
“El mensaje que el Señor te da hoy es que ames a tu prójimo. A través de esa fecunda vocación que Dios te ha dado, has dado amor. Estos 50 años de vida religiosa son muy fecundos”, dijo el padre Francisco.
“La vida consagrada es una entrega total de amor. Hoy cumples 50 años de consagrada y aún te falta otro tiempo más para conocer ese amor. La vida consagrada es atesorar tesoros en el cielo”, dijo por su parte el padre Humberto.
Después de las palabras del sacerdote fueron entregados a la hermana Carolina signos de su vocación un cirio, símbolo de la luz de Cristo; corona de flores, signo de la alegría en la vida consagrada; y un Rosario, signo de fortaleza en María.
Enseguida la religiosa renovó sus votos y agradeció a Dios por sus 50 años de vida consagrada.
“No saben qué alegría es estar celebrando aquí, parece que estoy haciendo la primera Comunión”, dijo sor Carolina emocionada.
Al finalizar la celebración, hermanos y amigos de la religiosa continuaron con ella el festejo.
RECUADRO
Camino en la vocación
- A los 11 años hizo su primera Comunión y nació su inquietud por la vida religiosa
- En su adolescencia y juventud fue catequista y encargada de las jóvenes de Acción Católica
- En esta etapa conoció a las religiosas Misioneras del Rosario
- A los 15 años logró que su madre hiciera una carta para poder entrar al noviciado
- Actualmente sirve en Nuevo Casas Grandes como directora del Colegio Paquimé y trabaja con sacerdotes en la formación de catequistas.
FRASE…
“La entrega a Dios y a los hermanos es lo que más me llamó la atención de la vida religiosa. Siento una emoción tremenda de estar aquí, son recuerdos muy bonitos que aunque ande por todo el mundo, no se me olvida. Amo mucho a Ciudad Juárez y su gente”
Sor Carolina