Claudia Iveth Robles
La comunidad de la parroquia Santa María Magdalena se alegró por la visita que realizó el obispo don J Guadalupe Torres Campos a su comunidad, con motivo de la fiesta patronal, que se realizó el pasado sábado 22 de Julio en el templo principal de Ciudad Ahumada.
Alegre de poder estar con ellos, el obispo presidió la Eucaristía del sábado a la una de la tarde, y la concelebró el padre Fernando Nava, párroco de la comunidad.
En su homilía, el obispo pidió a los fieles velar, como Dios pide a sus siervos.
“Velar por los niños, por los jóvenes, para que se conduzcan por el camino del bien. Velar por la familia, la máxima expresión de ese Dios cercano Y amoroso”, dijo el prelado.
Recordó que Santa María Magdalena fue la primera a quien Cristo Resucitado le pidió dar la noticia de su resurrección, por lo que es la primera mensajera evangelizadora.
Resaltó que en un principio, María Magdalena no reconocía a Cristo, y dijo que eso a veces pasa con las personas en su proceso hacia la fe, que al principio no reconocen a Cristo, pero luego de que lo identifican y se identifican con su amor, lo proclaman por todas partes.
Agregó: “Dios nos habla, Cristo resucitado se acerca a nosotros, pero a veces no reconocemos su voz y hace falta algo más personal”.
Señaló que así como Dios hablo una segunda vez a María y ella le dijo: ¡Maestro!, así llama a cada uno de sus hijos por su nombre, porque los conoce.
“A cada uno nos identifica y quiere que sintamos y conozcamos su voz, su palabra, su ternura”, dijo.
Fiesta en fraternidad
Al final de la misa, la comunidad compartió unos momentos con el obispo en la verbena que se realizó afuera del templo, en la que los asistentes degustaron diversos antojitos mexicanos y unas deliciosas tortas de lomo, tradicionales en la comunidad.
En la fiesta patronal, la parroquia realizó la rifa de una vaquilla y todos celebraron con los ganadores de este regalo, en un ambiente fraterno y de alegría.