Hoy es la canonización de la Madre Teresa de Calcuta…sacerdote misionero claretiano que llegó hace poco a Ciudad Juárez para servir en una parroquia del oriente Nueva, compartió su experiencia al conocer a la hoy santa, en India.
Como una mujer sencilla, humilde, carismática, llena de la presencia de Dios, pero ante todo, como una mujer santa, describió a la madre Teresa de Calcuta el padre Jerome Joseph Lourdu, sacerdote Claretiano de origen hindú, quien conoció a la religiosa en una misión, cuando él era seminarista en la India.
El sacerdote claretiano, quien recientemente llegó a la Diócesis de Ciudad Juárez para servir en la parroquia Nuestra Señora de la Esperanza compartió su experiencia con quien a partir de hoy será Santa
Lo hizo el pasado sábado 27 de agosto ante los fieles de la capilla Teresa de Calcuta, que durante varias semanas presentó reflexiones sobre la vida y obra de la Santa de Calcuta.
Luego, en entrevista con Periódico Presencia, el sacerdote amplió sus recuerdos.
“La primera vez que la vi sentí la presencia de Dios, ella tenía algo del amor de Dios, inmediatamente sentí como un fuego de la presencia de Dios entre nosotros. Me impactó su sencillez, era una mujer muy simpática, despegada de todo lo material, una persona que renunció a todo. La vi como ver la imagen de Dios”, compartió el sacerdote.
Mujer feliz en su misión
El padre Jerome compartió que a su llegada a Calcuta fue para él algo “horrible”, pues en su misión tenía que tener contacto con los enfermos de lepra para curarlos y cortarles el cabello.
“Para mí fue horrible, yo nunca había tenido esa experiencia. Nos llamaron para presentarnos a los enfermos y ellos se pusieron muy felices, querían abrazarnos y saludarnos, yo me sentí muy mal, no quería que me saludaran. Después sentí vergüenza de mi actitud”, recordó el padre Jerome.
Aunque los primeros días el entonces seminarista Jerome pensaba que podía contagiarse e incluso no podía comer, al ver a la madre Teresa y a las demás hermanas tratar a los enfermos con amor, el joven seminarista se cuestionó.
“La madre Teresa siempre estaba muy contenta, muy feliz en su trabajo, era muy santa y muy simpática. Las madres abrazan y besan a los leprosos, me preguntaba de dónde sacan esas fuerzas para hacerlo y me puse a pensar cuál era mi llamado. Pedí perdón, aprendí de las madres y empecé a ayudar, a curarlos y cortar su cabello”, compartió el sacerdote.
Promotora de la oración y la vocación
Al recordar su etapa de seminarista y las crisis que en ese momento le llegan a todo joven, el padre recordó también que la madre Teresa motivaba a los aspirantes al sacerdocio a fortalecer su vocación en la oración.
“Nos decía que pidiéramos por nuestra vocación, que la fortaleciéramos, que fuéramos fieles a nuestra vocación. Nos ayudó mucho para fortalecer la vocación, a algunos muchachos que querían salirse ellas los ayudó. Personalmente me decía que no me olvidara de rezar, que buscara tiempo para estar con Dios en el Santísimo Sacramento”, compartió. El testimonio y las palabras de la madre Teresa ayudaron para que el padre Jerome continuara con su vocación y encontrara un sentido a su vida en el servicio a los pobres.
“La madre Teresa siempre insistía en la oración porque es de donde podemos sacar fuerza para nuestro ministerio y trabajo. Cuando fui a servir a Calcuta encontré un sentido a mi vida, de servir para la gente pobre, llevar la luz de Dios en todos los lugares donde Él me llame”.
Su segundo encuentro
Con 19 años de sacerdote, el padre Jerome afirmó que en su ministerio siempre han estado presentes las palabras de la madre Teresa, con quien tuvo un segundo encuentro cuando recién lo ordenaron sacerdote.
“Ella se murió en 1997. En 1996, el 24 de abril, fui ordenado sacerdote. En ese entonces fui con mi papá a ver a la madre Teresa. Para los sacerdotes y religiosos era fácil verla. Mi papá no la conocía, se impresionó mucho cuando la vio. Madre Teresa le preguntaba muchas cosas y él no podía hablar”, narró el claretiano.
El padre Jerome recordó que su papá le insistía que le pidiera la bendición a la madre Teresa, pero ella con su sencillez le pidió al joven sacerdote la bendijera.
“Le dije a la madre, bendígame, ella me abrazó y me dijo primero tú me bendices porque tú eres sacerdote, yo voy a orar por ti”.
Era una monja normal, pero
su trabajo era impactante…
En India, compartió el padre Jerome, la madre Teresa, con esa expresión de amor y su diminuta figura, era reconocida y respetada, aun por las personas que ejercían el poder.
“Ella siempre ha sido muy famosa. Sin importar religión, la gente la respetaba. El primer ministro es el que tiene el poder en la India, cuando la madre hablaba al primer ministro, la escuchaba y la respetaba. Ella tenía el respeto de todos, su palabra tenía valor por su testimonio”, afirmó.
Añadió que la madre Teresa ha llegado a ser un impacto entre la gente por su humildad, sencillez y testimonio.
“Era una monja normal, pero su trabajo era muy impactante. Para ella no fue fácil pero pudo entrar a todos lados. No trabajó por dinero, trabajó por Dios, Él le daba su fuerza. Cuando ella encontró a Jesús, sintió su llamado, salió de su congregación porque desde ahí no podía seguir su misión”, reflexionó.
Ser como madre Teresa
Ahora que la madre Teresa será canonizada, el padre Jerome afirmó que su amor por ella no ha cambiado, pues aunque la Iglesia no la hubiera reconocido como tal, para él siempre ha sido una santa, un ejemplo para toda la Iglesia.
“Mi amor por ella nunca cambió. Aunque la Iglesia no la hubiera reconocido no importa, ella es una santa. La canonización es un reconocimiento de la Iglesia, pero ella es una santa, yo lo pude sentir, ella es una santita”.
Añadió que en la Iglesia Universal, en este momento, el Papa Francisco representa al vicario Jesucristo, y así como él, a lo largo de la historia, existen otras personas que reflejan a Dios y la madre Teresa es una de ellas.
“Podemos reconocer a la madre Teresa como una vicaria, como una presencia de Dios, pero no sólo para nosotros, también para otras religiones la madre Teresa es una imagen de Dios. Algunos no conocen ni al papa pero todos reconocen a la madre Teresa, su presencia es una evangelización”.
El sacerdote resaltó que la nueva santa debe ser un ejemplo y testimonio que influya en todos los católicos, de manera especial en esta diócesis donde hay muchos pobres y necesitados.
“Aquí encontramos personas pobres, necesitados, ellos necesitan misioneros como madre Teresa. Ciudad Juárez necesita una madre Teresa y todos tenemos que trabajar como ella con humildad, de una manera sencilla pero efectiva”, finalizó.
Frases…
Ciudad Juárez necesita una madre Teresa y todos tenemos que trabajar como ella con humildad, de una manera sencilla pero efectiva.
Padre Jerome