Ana María Ibarra
Apenas tiene 16 años y Naomi ya espera a un segundo bebé. Tenía 15 años cuando quedó embarazada de su novio de 19 años, por lo que decidió irse a vivir con él, pero lamentablemente perdió al niño a los tres meses y medio de gestación.
Hoy, a pesar de las complicaciones que ha padecido por su corta edad, el segundo embarazo de Naomi sigue su curso, no sin la serie de dificultades que implica ser una madre adolescente.
Un cambio de vida
Cuando Naomi vio positivo en su prueba de embarazo, su vida dio un giro total.
“Le comenté a mi pareja y decidimos vivir juntos. Fue difícil para mi familia ya que ellos querían otra cosa para mí, que siguiera en la escuela. No querían que me fuera a esa edad y menos que me embarazara”, dijo Naomi, quien lamentablemente vivía una etapa difícil y perdió al bebé.
“Me dijeron que fue por todos los problemas que traía. Fue un momento muy difícil”, compartió la joven, quien decidió estar con su pareja, a pesar de las dificultades que enfrentó con sus padres.
“Conseguimos una casa. Él tiene un trabajo estable, pero dejó la escuela. Yo estudiaba la preparatoria, me quedé en tercer semestre. Ahorita no me admitieron por el embarazo y voy a entrar en agosto”, dijo esperanzada.
Un nuevo embarazo
En su nuevo embarazo, Naomi ha padecido un sinnúmero de dificultades, además de que ha tenido que olvidarse de sus amigos, las fiestas y otras actividades propias de la etapa juvenil.
“Ahora hay que pensar en algo más de responsabilidad, en mi hijo. Quería seguir estudiando y no puedo hacerlo. Otras de las cosas difíciles es que he tenido complicaciones por la edad y porque tengo asma, mi embarazo es de alto riesgo, tengo que cuidarme mucho. Jugaba futbol y me tuve que olvidar de todo eso”, lamentó.
Consejos
Hoy que vive la experiencia de un embarazo a muy corta edad, Naomi aconsejó a las adolescentes que eviten iniciar su vida sexual a corta edad, pues dijo, es difícil empezar una vida de pareja y de mamá.
“Batallo mucho porque me pesa el estómago, casi no puedo caminar, se me hinchan los pies, me dan dolores fuertes en la espalda, es algo que no esperaba que fuera el embarazo, pero ya está aquí”, dijo.
Advirtió que es preferible no adelantarse a los tiempos “porque es complicado hacer todo muy rápido con un embarazo no deseado”, dijo incluso pensando en todo lo que ya no podrá realizar.
“Todavía no tengo 18 años, y cuando los cumpla voy a querer salir a los bailes… pero va a ser complicado porque voy a tener que cuidar a mi bebé”, lamentó.
A los padres y madres de familia les pidió hablar de sexualidad con sus hijos, pues eso quizá los pueda prevenir.
“Mi mamá quizá quería hablar de esto pero le daba vergüenza, quizá eso pasó y ahora estamos viviendo esta situación”, finalizó.