La comunidad diocesana recibió con gran consternación la sorpresiva muerte del padre Gilberto Pérez, párroco de San Miguel Arcángel y capellán de la Pastoral Penitenciaria, ocurrida en un accidente en su auto.
Ana María Ibarra
Como un sacerdote alegre, lleno de proyectos y un muy buen amigo, será recordado el padre Gilberto Pérez Rivero quien falleció en un accidente la noche del lunes 21 de agosto.
Con profundo dolor y consternación el obispo diocesano, don J. Guadalupe Torres Campos, confirmó la noticia mediante un comunicado emitido el martes 22 de agosto.
Accidentado
El padre Gilberto, párroco de la comunidad San Miguel Arcángel y responsable de Pastoral Penitenciaria, falleció de manera instantánea en un accidente en su auto, según establece el parte médico.
Esa noche del 21 de agosto el sacerdote se dirigía a su casa después de haber pasado un rato ameno y disfrutar de su día de descanso al lado de algunos de sus hermanos sacerdotes.
Entre ellos, el padre Jesús Tovar quien conoció al padre Gilberto al ingresar al Seminario Regional, en aquel entonces, estudiando juntos la secundaria.
“Entramos en 1973 al Seminario, el primer domingo de septiembre. El güero venía de Chihuahua. Lo conocí desde chiquillos. Toda la vida fuimos amigos y ahora su partida es algo terrible, difícil”, externó el padre Tovar.
Amigos siempre
Por su parte, el padre René Murillo, amigo de Gilberto y Jesús por 50 años, recordó:
“El padre Gilberto y el padre Tovar estudiaron la secundaria en Instituto México y yo en el Teresa de Ávila. Después la preparatoria ellos la hicieron en la Preparatoria de El Chamizal, y yo estuve en la Paso del Norte. Coincidimos en Filosofía, de 1980 a 1983. Nos mandaron a Chihuahua a la Teología de 1983 a 1987”.
Igualmente compartió que viajó junto al padre Gilberto, aun siendo seminaristas, a la Universidad Pontificia de México donde tomaron cursos de verano.
“Viajamos con mi familia a Guadalajara. Vivimos juntos nuestros apostolados de Semana Santa. Viajamos los tres juntos, Gilberto, Tovar y yo, algunas veces. Fuimos a la Visita Ad Limina con don Renato. Fueron años de amistad. Su familia me conoce desde que estudiamos la secundaria en el Seminario”, recordó el padre René.
Asimismo, el padre Tovar señaló que también su familia conoció y llegó a querer al “Güero”, como era conocido el padre Gilberto.
“Compartimos la vida juntos. Recuerdo su alegría y sus chistes irónicos. Mi familia lo apreciaba mucho. Le tenían un cariño muy grande”, afirmó el padre Tovar.
Noticia impactante
La amistad que sostuvieron con el padre Gilberto, dijo el padre Murillo, no es fácil remplazar.
“Son amistades que se quedaran en el corazón para siempre. El padre Gilberto estaba muy contento con muchos proyectos en la Pastoral Penitenciaria y la parroquia. Esta situación trágica no la esperábamos”.
Recordó el padre René que el padre Gilberto tenía un don y habilidad para la música ya que tocaba varios instrumentos.
Por otra parte, la tristeza embarga a esto sacerdotes, de manera particular al padre Tovar quien dijo estar en shock porque justo esa noche compartió junto al padre Gilberto en una reunión y se despidió de él minutos antes del accidente.
“Estuvimos juntos cenando, escuchando música, platicando. Todavía no comprendo. Es increíble que haya sucedido si minutos antes el güero estaba riendo, platicando. Es un impacto recibir la noticia del fallecimiento de alguien con quien estuviste cenando minutos antes”, expresó el padre Jesús.
Bendiciones para la diócesis
Tanto el padre Tovar como el padre Murillo, se encuentran acongojados, pero con la esperanza puesta en el Señor.
“Siempre después de sucesos dolorosos Dios recompensa con bendiciones. Ojalá y el fallecimiento del padre Gilberto traiga bendiciones para la diócesis”, concluyó el padre Tovar.
La velación del padre Gilberto Pérez se realizó en la parroquia San Miguel Arcángel el miércoles 23 de agosto y su misa de exequias se llevó a cabo el jueves 24 de agosto en su parroquia a las 12 del mediodía, presidida por monseñor Torres Campos.
Sus restos reposarán en el panteón Jardines Eternos.
Descanse en paz, padre Gilberto.
Vida y camino sacerdotal
El padre Gilberto Pérez Rivero nació el 02 de febrero de 1957, en Ricardo Flores Magón, Chihuahua.
Fue el quinto de doce hermanos: Rosa Irma (+) Concepción, Celia, Javier, Gilberto (+), José Luis, Martín Jaime, Leticia, Ricardo, Rodrigo, Angélica y Enrique. Hijos de Faustino Pérez Trejo y Merced Rivero Hernández, ambos finados.
Estudio en el Seminario Regional del Norte.
- Admisión a las órdenes sagradas 23 de abril de 1987 en la Iglesia de la Natividad del Señor.
- Orden del diaconado: 06 de junio de 1987 por Don Manuel Talamás Camandari en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
- Orden del presbiterado 05 de septiembre de 1987 por Don Manuel Talamás Camandari en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
- Vicario en El Sagrado Corazón de Jesús
- Párroco en Nuestra Señora del Pilar
- Párroco en Santa Cecilia, 08 enero 1992.
- Párroco en Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, 02 de septiembre 1997.
- Párroco en San Miguel Arcángel, 09 de marzo del 2009.
- Encargado de la Dimensión Diocesana de pastoral penitenciaria 13 de marzo 2017.
- Licenciatura en psicología concluyendo en el 2021.