Claudia Iveth Robles
Conteniendo las lágrimas doña Tulia exclamó repetidamente “¡Qué privilegio! Voy a estar frente al Santo Padre”.
Doña Tulia Montero, de 57 años de edad, junto a su esposo Pedro, su hija Mayra y su nieto Martín, entregarán la Ofrenda del vino en el momento del Ofertorio, en la misa que celebrará el Santo Padre Francisco en Ciudad Juárez.
En su humilde casa en la Colonia Alcaldes, doña Tulia, quien es servidora de la Parroquia Santo Tomás Apóstol platicó que se encuentra muy contenta, e ilusionada y que se siente como en un sueño.
“Recibí la llamada del padre Leo, me dijo ¿está sentada?, le voy a dar una noticia. Yo ya me iba a acostar, y me quedé impactada cuando me dijo: me va ayudar en la misa del Santo Padre. Yo nomás le dije: ¡ajá!, pero no cabía de la emoción”, platicó.
Aunque se pregunta por qué la eligieron, Doña Tulia se siente identificada con Juan Diego como una elegida.
“No soy nada, hay otros que pueden llevar tu recado. Y es lo que en estos momentos digo: Señor, ¿por qué te fijaste en mí siendo una persona humilde, sencilla? hay gente más poderosa, más arriba de mí, pero yo creo que Dios elige a su gente”, dijo con la voz entrecortada.
Un momento único
Doña Tulia ha llegado a imaginar ese momento en que esté cerca del Papa, a quien, piensa, quizás pueda tocar.
Compartió que cuando supo que el Santo Padre vendría a Juárez, su hija Mayra Cecilia le dijo: “mamá, quiero estar ahí”, y ella le respondió: “todos van a estar, sacerdotes, seminaristas… pero nosotros no creo… aunque hoy es un sueño hecho realidad”, dijo.
Igual que Doña Tulia, su esposo Pedro Montero Tapia, su hija Mayra Cecilia Montero Antonio y su nieto Martín Montero Antonio, no caben de alegría.
“Le dije a mi esposa ¿cómo yo?, pues tú te mantienes en la Iglesia, pero yo me mantengo en el trabajo y no lo puedo creer… Dios me ha tocado, y me ha alejado más de la vida mundana”, dijo don Pedro.
“Cuando venga el Papa me gustaría estar cerca de él saludarlo, cuando me dieron la noticia no lo podía creer, era mi más grande sueño”, dijo por su parte Mayra.
La familia Montero ya se prepara para tan especial momento. Acudieron a la Confesión y escuchan misa todos los días para comulgar.
“La venida del papa es algo que viene a renovar esta ciudad; pero también que haya un cambio en nosotros… ¿por qué no empezar con uno mismo?, Dios nos está haciendo un llamado”, reflexionaron.
“No nomás hay que quedarnos con lo bonito de ese gran regalo y privilegio… tiene que ser compartido con toda mi familia, con todos mis hijos, con mis hermanos que están en Oaxaca”, dijo doña Tulia, originaria de Santo Tomás Tamazulapa.
“Deseo ser más amorosa, ser una madre, ejemplo de familia de migrantes ya que llegué hace 35 años a Ciudad Juárez, con ilusiones y sueños, pero siempre firme en mi fe, porque mi madre me enseñó a amar a Dios”, puntualizó.