Ana María Ibarra
Reconociendo su responsabilidad cristiana con los más necesitados, la agrupación de Caballeros de Colón de Estados Unidos y México entregaron un generoso donativo en cheque y en especie a la Casa del Migrante de Ciudad Juárez.
La entrega se realizó el pasado sábado 5 de octubre en presencia de los obispos don J. Guadalupe Torres Campos, de Ciudad Juárez y monseñor Mark Seitz, de El Paso.
Iniciativa
Fue a principios de agosto cuando el caballero supremo de Caballeros de Colón en Estados Unidos, al ver la creciente llegada de migrantes a México, anunció que la agrupación destinaría un apoyo económico a todas las fronteras.
“Hace como un mes vinimos a visitar al obispo de El Paso para ofrecer la ayuda y nos dijo que la necesidad es en Ciudad Juárez. Esta ayuda es de parte de todos los Caballeros de Colón, sean de México o Estados Unidos”, compartió Alfredo Vela, integrante la agrupación fundada en Estados Unidos.
Expresó que esta acción la realizan llenos de alegría y “con mucho cariño”, como una obra humanitaria para todos los migrantes que están en Ciudad Juárez.
“Sabemos lo que está pasando”, señaló.
Por su parte el obispo Mark Seitz consideró este gesto como una manera valiente de cooperar con la responsabilidad de cuidar a los necesitados.
“Tener una posición a favor de los refugiados está considerado como algo político. Tienen mucho valor los Caballeros y sus líderes para decir que no es algo político sino algo cristiano”, dijo.
Donativo abundante
Ese mismo sábado llegó a la Casa del Migrante un camión con toneladas de artículos necesarios para los huéspedes.
“Se hizo una lista de los artículos que se necesitan y vinieron a traerlos”, dijo el padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante al reconocer esta obra en sintonía del llamado del Papa Francisco de proteger y ayudar a través de obras.
Al llegar la mercancía, los obispos la bendijeron y Caballeros de Colón también entregaron al obispo Torres Campos un cheque para la obra.
“Este gesto nos enseña que hay que compartir, sobre todo con los más pobres y necesitados, en este caso, con los migrantes”, agradeció monseñor Torres Campos.
Acompañados de los sacerdotes Armando Benavides y Eduardo Hayen, los obispos se dirigieron a los patios de la Casa del Migrante para compartir con los migrantes botellas de agua, además de platicar con ellos y darles su bendición.
“Esta es la unidad de la Iglesia. Dos países diferentes separados por un muro, pero unidos por la fe, la gracia y la caridad. Es interesante ver ese apoyo entre los obispos y proyectar que, ante la migración mexicana, como Iglesia seguiremos trabajando por los migrantes”, finalizó el padre Javier.
Donativo
Agua, pañales de todas tallas, shampoo, ropa interior, leche, efectivo.