¿Cuál es el costo de la corrupción para Ciudad Juárez y sus habitantes? ¿Quiénes son los más afectados con la corrupción? ¿En cuál sector de la ciudad hay más.estas preguntas responde Plan Estratégico de Juárez en su informe … y en esta entrevista…
Ana María Ibarra
Más de 27 millones de pesos es el costo de la corrupción en Ciudad Juárez, y aunque para la mayoría de la ciudadanía esta administración es menos corrupta, los actos de corrupción de parte de agentes de Tránsito y de la Policía Municipal han aumentado en comparación al año pasado.
Sergio Meza, director de Plan Estratégico de Juárez explicó mostró el panorama real pero lamentable de la corrupción en Juárez, con base en el estudio que la misma organización realizó este año. Igualmente hizo un llamado a la ciudadanía a evitar y denunciar todo acto de corrupción.
Aquí la entrevista.
¿Cuál es el resultado general que arroja su informe de corrupción?
Arroja resultados que tienen que ver con avances y retrocesos. En un primer momento vemos que esta administración municipal es percibida en lo general por la comunidad como menos propensa a cometer actos de corrupción. Si lo comparamos con presidentes anteriores, esta administración es percibida como menos corrupta. Eso es una percepción muy interesante de la comunidad. Por otro lado, vemos que la comunidad en lo general siente que la corrupción no es castigada, que los funcionarios que cometen actos de corrupción no son castigados. Hay una alta percepción de la gente que dice que no se castiga a quien comete actos de corrupción, estamos hablando que casi el 90% de la población cree que no sucede. También uno de los retrocesos es que si medimos la cantidad de “mordidas” y el monto de esas “mordidas” ha aumentado en este último año. En Tránsito y en la Policía Municipal ha aumentado el número de personas que dicen que han dado o les han pedido mordida para no ser infraccionados. Este es un aumento importante. Si comparamos el 2016 contra 2017 ha aumentado más de un 80% la cantidad de personas que han declarado que han dado “mordida”. Sin embargo, en los trámites que se realizan en la Presidencia Municipal ha bajado un 14%. En ciertos trámites disminuye la corrupción y en otros aumenta, hay unas cosas que avanzan, otras que se quedan atrás.
¿Son lo mismo los resultados que arroja el informe, que la percepción que tiene la ciudadanía sobre el tema?¿Cuál es la diferencia?
Lo que hicimos fue una encuesta muy amplia en la ciudad. La levantamos en mayo. Lo que hicimos fue preguntar a la gente si hizo algún trámite o si fue detenida por Tránsito o Policía, de los que dijeron que sí sacamos el porcentaje que declaró que había dado mordida. En Tránsito y en Policía aumentó, en trámites en la presidencia bajó. Eso arroja información muy interesante para la administración municipal, para que tenga que hacer sus ajustes administrativos.
¿Qué efectos ven ustedes que tiene la corrupción en la sociedad juarense y en la ciudad?
La corrupción es el peor cáncer que tiene nuestro país, nos está matando el presente y nos está condicionando el futuro de una manera tremenda. La corrupción es la causa de los males mayores que tiene la sociedad mexicana y hablo de la ciudad. La corrupción es causa del desorden urbano que tenemos en la ciudad. La corrupción es causa de la inseguridad que existe en nuestra ciudad. La corrupción es causa de la pobreza. Los mayores problemas que tenemos en la ciudad son causa de la corrupción y de la impunidad, porque van de la mano. Una sociedad donde existe corrupción e impunidad es una sociedad injusta, y en una sociedad injusta es difícil que haya paz, entonces eso es lo que estamos viviendo.
¿Cuál es el costo de la corrupción en Ciudad Juárez, hablando de dinero y de implicaciones sociales?
Estamos hablando que en general la corrupción nos está costando 27 millones de pesos al año. Hay dos tipos de corrupción, la política y la administrativa. La que nosotros podemos medir es la administrativa, la política no hemos podido porque estamos hablando de muchos millones de pesos y no hemos encontrado una metodología. La que sí podemos medir es la de los trámites que tiene la comunidad día con día con funcionarios, con agentes de vialidad, con agentes de policía, esa corrupción administrativa nos cuesta 27 millones de pesos al año, esto equivale a más del presupuesto que hay para atender otras muchas áreas en la ciudad. Por ejemplo, es más del doble de lo que se le dedica al Instituto de la Cultura, que son 13 millones. A Ecología se le destinan solamente 12 millones, al Instituto de la Mujer, 8 millones. Es más de tres veces el costo de la corrupción que lo que se le destina al Instituto de las Mujeres en Juárez. A desarrollo económico se le destinan 6 millones. Al Instituto de la Juventud se le destinan 2 millones de pesos al año y el costo de la corrupción es más de 27 millones, estamos hablando de que son 13.5 veces el costo de la corrupción de lo que se le inyecta al Instituto de la juventud. Esto significa que estamos perdiendo una oportunidad de crecimiento y de desarrollo por la corrupción, tanto por lo que se deja de hacer, como por lo que se hace. Es el 85% del presupuesto del Municipio de Juárez, todo eso nos cuesta la corrupción. Esto tiene impacto, es una forma en la que se va empobreciendo la ciudad.
¿Dónde se puede percibir más la corrupción en nuestra ciudad?
La distribución de donde se tienen más “mordidas” es en el poniente, en la zona de Anapra. La corrupción cuesta más en donde hay menos desarrollo, a la gente más vulnerable le cuesta más la corrupción, ese es un problema grave.
En la zona de Anapra es donde hay mayor incidencia de “mordidas”, tanto de parte de tránsito como de policía municipal. También en la zona de Riveras del Bravo. En realidad la policía es en todo el poniente de la ciudad y en el centro. La ilegalidad empobrece.
¿Por qué afirma que no es correcta la sentencia de “la corrupción somos todos”?
Porque no es cierto. Nos han vendido que la corrupción somos todos porque es una manera fácil de diluir la responsabilidad. Cuando dicen la corrupción somos todos en realidad no es de nadie. Aquí el punto es que quien tiene la responsabilidad de que las leyes se apliquen es la autoridad, la autoridad es la que protestó cumplir y hacer cumplir la ley, es a la que la sociedad le ha delegado su poder, a esa autoridad le pagamos con nuestros impuestos para que haga cumplir la ley. Si hay corrupción, no es tanto porque haya un ciudadano que ofrece, sino porque hay una autoridad que la pide o la acepta. Entonces, si hay un vacío de autoridad, obviamente la corrupción está por todos lados ¿cómo concebimos que México sea un país con un índice de impunidad mayor al 98%?, es decir, que de 100 delitos que se cometen, menos de dos reciben alguna consecuencia y eso tiene que ver con corrupción.
La corrupción no somos todos, la corrupción se da porque no hemos exigido que la autoridad cumpla con su función en el sentido de que no somos todos, principalmente, es la autoridad que ha abdicado de su responsabilidad de cumplir y hacer cumplir la ley. Si una persona ofrece dinero a una autoridad, la autoridad está en todo su derecho, es más, tiene la responsabilidad de sancionar a quien ofrece dinero.
El papa Francisco habla siempre sobre el tema de la corrupción y nos insiste en esa frase “pecadores sí, corruptos no”. ¿Por qué cree que este asunto debe ser e interés e intervención de los católicos?
Porque es un tema de justicia social. La dimensión social de la fe implica un involucramiento en los asuntos públicos y procurar el bien común. La corrupción es un elemento que mina profundamente, que daña profundamente, el bien común es algo que como Iglesia se debe de tener. En nuestra sociedad hacen falta voces éticas, hace falta formación ética, hacen falta profetas. La Iglesia tiene un capital moral importante, su voz es importante en la sociedad y eso conlleva una responsabilidad. La corrupción, como una expresión de pecado social, y ese pecado social mata, genera pobreza, genera hambre, por eso los católicos debemos estar haciendo frente a este terrible mal.
¿Algo más que desee agregar?
Lo principal es el involucramiento de la ciudadanía, primero, cumpliendo las leyes, cumpliendo las normas, siendo éticos, y luego ser una ciudadanía exigente hacia la autoridad para que la autoridad cumpla y haga cumplir la ley y no se escude en que la corrupción somos todos y es cultural, eso no es cierto, es una falta de autoridad.