Presencia
Es conocido que algunos adultos que se acercan a la Iglesia para recibir formación, lo hacen principalmente por la necesidad de recibir sacramentos que les permitan atender compromisos sociales.
Ante esta realidad, los equipos que imparten cursos de iniciación cristiana para adultos en las parroquias, deben estar más que conscientes y preparados, con el fin de que puedan lograr verdaderos frutos de evangelización.
Algunos catequistas comparten sus experiencias en este sentido, y explican el trabajo que realizan en sus parroquias, en lo que se refiere a reavivar la fe de los alejados y sembrarla en los corazones de quienes crecieron sin el conocimiento de Dios.
Dificultades
José Lara, coordinador de Iniciación Cristiana del Santuario de San Lorenzo en la ‘Comunidad Éxodo’, explica que hay diversas situaciones que dificultan la evangelización de los adultos para recibir sus sacramentos. Y así las ennumera:
-El Compromiso social ya adquirido de apadrinar en situación de unión libre o unión civil
-Ideologías “Populares” adquiridas, contrarias a nuestra Fe.
-La falsa idea que la evangelización no es atractiva, más bien es aburrida.
-El tiempo que durará el curso.
-El tiempo que tienen que dedicar diariamente.
José dijo que en su servicio evangelizador se han dado cuenta de que muchas personas que se acercan a completar su Iniciación Cristiana -y en ocasiones a recibir los 3 Sacramentos iniciales- han tenido o tienen un distanciamiento en su fe y en su espiritualidad.
Son personas que, sin estar acostumbradas, deben dejar las cosas cotidianas de su vida para darle un espacio a la fe, a Dios mismo, y eso les parece complicado, difícil.
Advirtió una situación que particularmente llama la atención: adultos que se acercan a Iniciación Cristiana solamente por el compromiso de apadrinar.
“Los adultos al verse en este caso se sienten comprometidos solamente por el hecho de cumplir socialmente, y no le dan la importancia a los sacramentos. Esto lleva a algunos incluso a mentir sobre su situación -sobre todo de pareja-, la cual puede ser un impedimento para recibir los sacramentos”, explicó José.
Dijo que cuando se enfrentan a estos casos, informan a estas personas sobre las formas correctas de proceder, sin la necesidad de mentir. Y luego los encaminan para regularizar situaciones que les impiden llegar a tal o cual sacramento. Por ejemplo el de la Confirmación, necesario para ser padrino de Bautismo, pero que no se puede recibir si se vive en unión libre, es decir, sin haber recibido antes el sacramento del matrimonio.
Dios obra
“Ha habido casos en que personas que no están casadas por la Iglesia mienten, y así pretenden llegar a la Confirmación, pero hemos tenido situaciones en que durante el curso la persona se siente tocada por Dios y decide decir la verdad para acercarse correctamente al sacramento. Nosotros los ayudamos, los acompañamos para hacer todo bien”, dijo José.
“Dios obra en el corazón de las personas y tenemos muchos testimonios de conversión”, aseguró José.
En ello coincidió Norma Pacheco, coordinadora del grupo de Iniciación Cristiana para Adultos de la parroquia San Francisco de Asís, que en los últimos dos años y medio ha recibido a 244 catecúmenos, y al menos 25 personas se han bautizado, mientras que el resto han recibido los otros sacramentos de iniciación a la vida cristiana.
“Ellos vienen por un papel, pero sabemos que es Dios quien los trae para que aprendan de Él. Nos emociona y bendecimos a Dios porque nos pone a cada persona y pretendemos que trabajen su propia historia a través de la historia de Jesús y de María, y comprendan su propio vivir. Que sepan que no están solos y que Dios los ama”, expuso.
Comprender la fe
Cada comunidad parroquial y equipo de evangelización y catequesis ofrece formas para lograr los frutos deseados en las personas adultas que se acercan por primera vez a la Iglesia, o aquellas que estaban alejadas.
En la parroquia San Francisco de Asís, una pieza importante es el retiro del kerigma que los asistentes viven a las pocas semanas de iniciado el curso.
“Ese es un momento que los hace reflexionar de cuánto los ama Dios, por eso, cuando concluyen el curso algunos se quedan a servir y eso nos ha ayudado mucho”, afirmó Norma Pacheco, cuyo equipo trabaja con personas mayores de 21 años, en un curso que dura ocho semanas.
“Iniciamos con la bienvenida y explicamos el RICA (Rito de Iniciación Cristiana para Adultos). El retiro del kerigma lo imparte el grupo de Renovación en dos domingos. El último domingo hacemos la dinámica de María, rezamos el rosario, hablamos de San José. Buscamos que a través del rezo sepan que no están solos”, dijo.
Señaló que incluso han tenido personas de otras religiones que se han ido convencidos de que el catolicismo no es lo que ellos pensaban.
“Lo que buscamos es que comprendan la religión. Si vienen solo porque desean ser padrinos, los exhortamos a que sean los mejores padrinos, si se van a casar, que sean los mejores esposos, los mejores padres de familia. No es nada más que cumplan un requisito, sino dejarles una semilla que necesitan para conocer a Dios y la fe”.
Oración y Confesión
En San Lorenzo, para enfrentar esta situación, el equipo decidió reestructurar los temas que se dan en el curso, el cual tiene una duración de cuatro semanas.
“Incluimos dinámicas diarias para darle aire al día. Son dinámicas con sentido, para que la gente se pare, se divierta y a la vez aprenda sin que tenga que considerarlo aburrido”, explicó José Lara.
Pero el coordinador dijo que algo básico que han tenido que reforzar para cambiar esa percepción de ‘acudir solamente por el papel’, es la oración.
“¿Cómo podemos despertar esa espiritualidad de la persona si nosotros no les mostramos a Cristo?, ¿Cómo podemos lograrlo no cultivamos en ellos la oración?”, cuestionó.
“Por eso hacemos oración ante el Santísimo, para que ellos vayan trabajando esa espiritualidad aparte de la instrucción catequética. Así ellos van empezando a probar la paz que Jesús puede dar en la oración, pueden conocer quién es Jesús y todo lo que nos da”, explicó.
Dijo que otra medida que han tomado en cursos de evangelización para adultos, es llevarles el sacramento de la Confesión al mismo curso, y no esperar a que lo reciban antes de acudir al sacramento que necesitan.
“Platicamos con los sacerdotes que van a ayudarnos para que ellos puedan consultar a las personas sobre su situación y ahí ver si hay que poner orden y encauzar”.
Una evangelización con frutos
José dijo que como catequistas y evangelizadores están conscientes de la realidad de que algunas personas solo “van por el papel”.
“Nos sentimos herramientas de Dios, usamos la experiencia y la oración para lograr frutos. Dios obra en el corazón de las personas y tenemos muchos testimonios de conversión. Personas que después de realizar su Iniciación Cristiana se quedan como servidores y evangelizando a otras, verdaderamente convencidos de lo que recibieron”, compartió.
Por su parte, Norma, de la parroquia San Francisco de Asís, dijo que agradecen a Dios por los frutos de su trabajo cuando ven a los catecúmenos comulgar, o que tiempo después llevan a sus hijos al Catecismo.
“Como catequistas, eso nos llena y es la recompensa que Dios nos da”, resaltó.
Para saber…
Si desea recibir un curso de iniciación cristiana para adultos, puede consultar las redes sociales, específicamente la página de Católicos de Juárez en Facebook, donde muchas parroquias anuncian el inicio de los cursos, además de en sus avisos parroquiales.