Presencia
Hace una semana el mundo se sorprendió con la noticia de un atentado en contra del candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, el controvertido Donald Trump, durante un mitin en Pensilvania, mientras daba un discurso. Otras dos personas resultaron heridas y Trump salió del acto con el rostro ensangrentado, después de que una bala le alcanzara la oreja. El tirador, un hombre de 20 años sin antecedentes penales, fue abatido a tiros.
Los hechos causaron numerosas reacciones en todo el mundo, debido a su gravedad. Por ello la pregunta de esta semana es:
¿Qué opina del atentado vs Donald Trump y cómo cree que su candidatura y posible llegada a la presidencia de EU puede impactar en lo que se vive en la frontera México EU?
Dicen las Sagradas Escrituras que el hombre sólo puede cosechar lo que ha sembrado (Gálatas 6,7). El ex presidente Donald Trump ha sido víctima de su propia lengua, despertó el odio entre sus comunidades, alentó la violencia, ha sido temerario en sus palabras. Hizo propio un discurso de odio racial y contra los migrantes, hizo que el país se dividiera en dos. Los resultados son tangibles: cosechó lo que sembró, violencia contra su persona.
El atentado contra Donald Trump el pasado sábado 13 de julio representa una desesperación ante una elección cerrada. Desesperación en el lado republicano porque no ha logrado convencer a sus militantes de que él (Trump) es el mejor candidato y del lado demócrata porque Joe Biden no logra una candidatura contundente, sigue cometiendo errores que lo hacen ver como un candidato débil.
Las encuestas juegan un papel importante e indican una contienda muy cerrada. Dos estados van a ser decisivos: Pensilvania y Virginia, y serán un par de estados que cambiarían el curso de la historia, ya que recordemos que Joe Biden ganó en el 2020 con 306 votos electorales de 270 que necesitaba para ser ungido como el presidente número 46. Estos dos estados representan 33 votos electorales, generando un empate técnico y dividiendo más a los estadounidenses con derecho a voto.
Joe Biden tiene un fantasma: la derrota presidencial. Se encuentra en aprietos por una presidencia que ha sido muy cuestionada en sus resultados, principalmente en materia de la gran promesa de reforma migratoria, en materia económica, de mejores sueldos y salarios para millones de ciudadanos y residentes permanentes (la gran mayoría mexicanos).
La fantasía del atentado, en el lado mexicano hizo cuestionar el mismo atentado, levantó suspicacia de si fue armado, si en realidad no fue un acto provocado, o bien, por qué falló el tirador. La muerte de éste, a través de uno de los francotiradores del Servicio Secreto va a dejar dudas en un ambiente enrarecido por la violencia doméstica.
Por lo pronto, Donald Trump sale victorioso de este episodio, lo que obligará a Joe Biden y su equipo a mejorar su estrategia de comunicación política y mostrar sus mejores cartas si quieren ganar la reelección presidencial.
Por lo tanto si hoy fueran las elecciones, ganaría Joe Biden, pero la elección está muy cerrada, tanto que no sabemos con certeza el resultado electoral sino hasta que se cuente la última boleta electoral.
De ganar Donald Trump, tendremos un periodo más de discursos contra los mexicanos, seremos el espectáculo de sus declaraciones xenofóbicas, el centro de sus burlas. Debemos recordar que quién cerró las fronteras entre México y Estados Unidos fue precisamente Donald Trump, por lo tanto sería un negro episodio más de la relación entre ambos países.
Dr. Eduardo Borunda/ Catedrático
Hace unas semanas me invitaron a participar de una conferencia de CI Banco sobre los escenarios económicos en la frontera dado el cambio de gobierno en México y las próximas elecciones en Estados Unidos.
Los escenarios presentados eran para agosto y los meses subsecuentes al final del año. Los meses de agosto y septiembre centran su análisis en la reforma judicial, la desaparición de los órganos autónomos, con tensiones geopolíticas dada la expresión de Trump de romper el Tratado México – Estados Unidos – Canadá (T-MEC), en la frontera es negativo con una condición de alza del dólar.
Por lo que respecta al proceso electoral en Estados Unidos, hay tres escenarios. Uno positivo en el cual se tiene a Biden como ganador, un presupuesto de egresos 2025 con apoyo a la deuda mexicana y baja la tasa de interés, entonces, la cotización del dólar se mantiene en los rangos actuales. Un segundo escenario señala a Trump como ganador, el presupuesto de egresos solo reduce el déficit, pero la deuda tiene una perspectiva negativa, así, el rango de cotización va al alza y se prevé llegue a 20 pesos al cierre del año. Un tercer escenario, llamado negativo, considera el triunfo de Trump y con él la imposición de aranceles a productos mexicanos, reitera su salida del T-MEC y el presupuesto de egresos no cubre el déficit, bajo este escenario el dólar se va considerablemente arriba en su tipo de cambio, alcanzando hasta los $23.00
Sobre el atentado a Trump es un suceso que aún no refleja estadísticamente una variación en la tendencia, lo que ha sido evidente durante la campaña es la opacidad que luce en el candidato demócrata y la característica aguerrida del candidato republicano.
Mtra. Yadira Lozano/ Politóloga
El reciente atentado contra Donald Trump ha conmocionado a muchos, reflejando una vez más la polarización y la violencia política que azotan a nuestra sociedad. Como católicos, debemos condenar rotundamente cualquier acto de violencia, ya que la dignidad de la vida humana es un valor inviolable y esencial en la doctrina social de la Iglesia. Este ataque no solo atenta contra la vida de una persona, sino que también hiere profundamente los principios democráticos y el respeto mutuo que deben prevalecer en cualquier sociedad.
La Doctrina Social de la Iglesia nos enseña que el bien común y la paz social deben ser objetivos primordiales en la vida pública. San Juan Pablo II, en su encíclica «Centesimus Annus», enfatiza que «la violencia nunca es una respuesta justa» a los problemas de la sociedad. Este atentado contra Trump, independientemente de nuestras opiniones políticas, es una manifestación de una profunda crisis de valores.
La posible candidatura y llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera muchas expectativas y preocupaciones, especialmente en la frontera entre México y Estados Unidos. Durante su anterior mandato, Trump implementó políticas migratorias estrictas que afectaron significativamente a las comunidades fronterizas. Su discurso y sus acciones han polarizado a la opinión pública, creando una atmósfera de tensión y desconfianza.
Como ciudadanos que estamos en la frontera y buscamos tener lazos de unión con nuestros vecinos del norte, debemos abordar esta situación con una perspectiva centrada en la justicia social y la dignidad humana. La frontera entre México y Estados Unidos no solo es una línea divisoria, sino un lugar de encuentro cultural, económico y humano. La doctrina social de la Iglesia nos llama a ver más allá de las fronteras políticas y a reconocer la humanidad compartida de todas las personas.
Una presidencia de Trump podría traer desafíos adicionales a la frontera, pero también nos brinda una oportunidad para reafirmar nuestros valores de solidaridad y justicia. Debemos abogar por políticas que promuevan el bienestar de todas las personas, independientemente de su origen. La Iglesia ha sido clara en su apoyo a los migrantes y en su llamado a tratar a cada persona con dignidad y respeto.
En su encíclica «Fratelli Tutti», el Papa Francisco nos exhorta a construir una sociedad basada en el amor fraternal y la amistad social. Es crucial que, ante cualquier cambio político, continuemos trabajando por un mundo donde la justicia y la paz prevalezcan. Esto implica abogar por políticas migratorias justas, promover el desarrollo integral en las comunidades fronterizas y rechazar cualquier forma de violencia o discriminación.
El atentado contra Donald Trump es un recordatorio de la fragilidad de la paz y la necesidad urgente de promover el diálogo y la reconciliación en nuestra sociedad. Como católicos, estamos llamados a ser constructores de puentes y agentes de cambio positivo. La frontera entre México y Estados Unidos debe ser un espacio de colaboración y entendimiento, no de división y conflicto. Oremos y trabajemos juntos para que la justicia y la dignidad humana sean los pilares de cualquier decisión política, especialmente en tiempos de incertidumbre y cambio.
Que nuestra fe y nuestros valores guíen nuestras acciones, siempre buscando el bien común y la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Gerardo Sánchez Soledad/ Caridad y Verdad