Diana Adriano
La comunidad de la parroquia NS de Guadalupe, en El Valle de Juárez, celebró con gran fervor el pasado 25 de junio la festividad del aniversario de Nuestra Señora María Reina de la Paz.
Este evento especial tuvo lugar en el terreno donde próximamente se construirá el Centro Espiritual Reina de la Paz (CER PAZ).
“Hoy tenemos una jornada de oración en honor a María Reina de la Paz. El 25 de junio es el día dedicado a esta advocación, según la petición de la Virgen de Medjugorje, quien desde 1981 ha estado apareciendo y solicitó que se celebrara este día», indicó el padre Eduardo Mendoza, párroco de la comunidad
Por su parte Lucía Esperanza Meléndez, miembro activo de la comunidad, dijo emocionada:
“Aunque aún no está construido, decidimos comenzar a conmemorar esta festividad pues ya se encuentra aquí la imagen y la primera piedra”.
Animados por su centro
El sacerdote explicó que la comunidad espera con ansias la construcción del Centro Espiritual Reina de la Paz, que desde ahora pretende ser un espacio de encuentro y reflexión para todos.
Ahí, a pesar del intenso calor y la fuerte luz solar de esa fecha, se observó con alegría la entusiasta participación de los fieles.
«He visto a la gente muy contenta y animada. Esto es un signo del Espíritu Santo, de la constancia y la perseverancia a pesar de las adversidades».
La paz en peligro
Durante el evento, el padre Lalo lideró una jornada de oración y reflexión, la cual comenzó desde las 4 de la tarde, destacando la importancia de la paz y de la familia.
“Se rezaron los misterios gozosos del Rosario, seguidos de un Rosario por La Paz”, explicó el padre.
Acto seguido, se hizo lectura del mensaje de la Virgen de Medjugorje, en el que advierte que la paz en el mundo está en peligro no solo por las guerras, sino también “por corazones heridos y una vida alejada de Dios”.
El sacerdote reflexionó sobre la necesidad de entender que la falta de fe y el ateísmo práctico están poniendo en peligro la paz. Además, advirtió sobre los ferreos ataques que hoy se dan en contra de la familia, que es la Iglesia doméstica, donde los niños nacen en la fe.
“No hay que dejar de buscar a Dios…debemos amarle sobre todas las cosas y enseñarlo a nuestras familias, recordando la enseñanza de María”, dijo.
La jornada incluyó la celebración de la Santa Eucaristía, seguida de la exposición del Santísimo Sacramento en una hora en que se hizo oración de sanación y liberación por todas las familias y por la comunidad del municipio de Guadalupe y sus alrededores.