El pasado lunes se cumplieron dos años de la histórica sentencia que revocaba el aborto como derecho federal en los Estados Unidos y que devolvía a los estados la capacidad de regularlo y legislar al respecto. Hasta entonces, el aborto en EEUU se cobró la vida de unos 60 millones de personas, a las que se les quitó la vida sin dejarlas nacer.
La sentencia, Dobbs vs Jackson Women’s Health Organization, fue aprobada con 6 votos favorables en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos -Samuel Alito, Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett y John Roberts-, frente a 3 contrarios -Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan-.
Desde el mismo anuncio de la sentencia, veintiún estados disponían ya de leyes o enmiendas constitucionales preparadas para entrar en vigor y prohibir o limitar el aborto -quirúrgico o químico- y no pocos abortorios cesaron en su práctica.
Vidas salvadas
Aunque es difícil de cuantificar las vidas salvadas, se calcula que Dobbs podría haber evitado más de 30.000 abortos un año después de la promulgación.
Hay quienes elevan aún más la cifra, como, el senador por Oklahoma James Lankford, que calcula que la revocación de Roe vs Wade habría salvado hasta 200.000 pequeños seres humanos solo en el primer año tras la nueva sentencia.
“A partir del 1 de noviembre de 2023, 14 estados están imponiendo prohibiciones del aborto en casi todas las circunstancias, y el 23% de las mujeres estadounidenses en edad reproductiva han experimentado un aumento en la distancia en coche hasta el centro de abortos más cercano -70 a 530 kms-«, informó un estudio del Institute of Labor Economics.
«Esto representa la transformación más profunda del panorama del acceso al aborto en Estados Unidos en 50 años», agregaba el estudio.
Dos años después, junto a los 14 que han prohibido el aborto por completo, 27 estados tienen prohibiciones del aborto basadas en el periodo de gestación: 7 lo prohíben hasta las 18 semanas y 20 en algún momento desde la 18.
Aunque los provida lamentan que el aborto «sigue siendo una tragedia de proporciones épicas» y todos los días siguen muriendo bebés por miles, admiten que no es poco lo que han aprendido como colectivo organizado en la lucha contra el aborto.
Susan Ciancio, editora de Celebrate Life, el principal medio católico y provida del país, resume cinco aspectos que los provida han aprendido en estos dos años:
- El movimiento pro-aborto no se detendrá
Organizaciones como Planned Parenthood se han vuelto creativas al alentar los viajes entre estados para que una mujer pueda matar a su hijo en un estado con leyes de aborto más `favorables´. Amazon, Apple y otras empresas reembolsan parte del coste de los viajes de las mujeres para matar a sus hijos. Lemas como `fuera la prohibición de nuestros cuerpos´ contaminan las mentes de los jóvenes mientras intentan deliberadamente enfurecerlos por las leyes que intentan proteger a bebés inocentes. Aquellos que quieren que el aborto esté consagrado en la ley harán todo lo que esté a su alcance para mantener el aborto legal.
- Una advertencia: muchos piensan que el aborto ha terminado
Aquellos que no leen noticias provida o no entienden las implicaciones de Dobbs piensan que el aborto terminó cuando se anuló Roe. Piensan que ya no hay razón para luchar por los derechos de los bebés ni para apoyar a las organizaciones provida. Afirman falsamente que los provida ‘ganaron’. Pero las tumbas de miles de bebés muertos nos dicen la verdad. El aborto está lejos de terminar.
- Muchos piensan que cierto aborto puede ser aceptable
Muchos estados tienen leyes que protegen a los bebés a partir de cierto momento de su vida o sólo en determinadas circunstancias (tras una violación, para salvar la vida de la madre, etc.). Pero, como explica Judie Brown, presidenta de American Life League (ALL), «una persona es una persona desde [la creación], y el aborto debe ser ilegal en todas las circunstancias, sin excepciones». Por eso ALL tiene una política de «sin excepciones, sin compromisos». El aborto es malo en todas las circunstancias, no sólo en algunas. Todo niño antes de nacer merece la oportunidad de nacer.
- La píldora abortiva: amenaza importante
El régimen de pastillas abortivas consiste en mifepristona y misoprostol. La madre primero toma mifepristona, que mata de hambre al bebé. Y luego unas 48 horas después toma el misoprostol, que expulsa al bebé muerto. Las últimas cifras del Instituto Guttmacher muestran que estos abortos con pastillas representaron el 63 por ciento de los abortos en 2023. Eso equivale a unos 642.700 bebés muertos. Con leyes cada vez más laxas, la madre ahora puede tomar ambas pastillas en casa, lo que plantea importantes peligros para la madre y, por supuesto, es mortal para el bebé.
- La educación es vital
El movimiento provida debe insistir en su labor educativa: hablar de la humanidad del bebé no nacido desde el primer momento de existencia (cuando el esperma fertiliza el óvulo), que todos los bebés son valiosos y merecen una oportunidad de vivir. Hay que dar voz al bebé, mostrar su humanidad y su existencia, hablar con amor tanto de la madre como del bebé.
Alice Miranda Ollstein y Megan Messerly, de Político, amplían el listado:
- Los políticos conservadores no presentan unidad de criterio
«El movimiento antiaborto trabajó durante casi cinco décadas para revocar Roe v. Wade . Ahora que lo han logrado, se enfrentan a visiones contrapuestas sobre lo que será el futuro post- Roe», exponen Alice Miranda Ollstein y Megan Messerly.
«Algunos legisladores están a favor de prohibir el aborto en el momento de la concepción. Otros apoyan prohibiciones de alrededor de seis semanas. Algunos apoyan el aborto sólo cuando la vida de la persona embarazada está en peligro. Otros creen en permitirlo por violación, incesto o anomalía fetal letal», explican.
- La mayoría de los médicos no violan la ley
La comunidad médica no ha respondido a los llamados de los activistas progresistas a una desobediencia civil masiva tras el caso Dobbs.
Amenazados con penas de cárcel y la pérdida de sus licencias médicas, los médicos de los estados con restricciones al aborto han optado en gran medida por el lado de la precaución y muchos se niegan a practicar abortos incluso en circunstancias en las que aparentemente están permitidos. Algunos médicos han evitado proporcionar anticonceptivos de emergencia. Muchos médicos también informan que temen dar información a sus pacientes (incluso aún siendo de acceso público) sobre dónde obtener píldoras abortivas o dónde viajar para el procedimiento.
- No toda proclama religiosa es provida
Muestra de ello son relevantes personalidades católicas como el mismo presidente Joe Biden, que aún presentándose como católico apoya íntegramente el aborto.
Entre otros casos, las escritoras se hacen eco de cómo «funcionarios estatales y federales han invocado con frecuencia la religión» pero no solo como argumento contrario al aborto, sino a favor del mismo:
«Miembros del clero y practicantes desde el judaísmo hasta el satanismo, han presentado casi una docena de impugnaciones diferentes a las leyes estatales de aborto. La mayoría de las demandas buscan exenciones religiosas a las prohibiciones estatales del aborto, argumentando que las leyes infringen su derecho al libre ejercicio, mientras que unas pocas piden a los tribunales que bloqueen las prohibiciones por completo porque violan la separación de la Iglesia y el Estado al imponer la visión de una religión sobre cuándo comienza la vida».
- El apoyo público al aborto legal ha crecido desde Dobbs
El apoyo favorable al aborto ha aumentado en la opinión pública después de la anulación de Roe, según múltiples encuestas realizadas en los años posteriores al fallo Dobbs: «En múltiples elecciones desde el fallo, las medidas electorales sobre el aborto hasta ahora han resultado difíciles de alcanzar para el movimiento provida. Varios estados, incluidos Maryland y Florida, están realizando esfuerzos para consagrar la protección del aborto en sus constituciones estatales en la boleta electoral, y es probable que más estados sigan su ejemplo».
- La importancia de la oración y la evangelización
Cuando se le preguntó cómo los provida deben abordar las iniciativas electorales sobre el aborto, el obispo de la diócesis de Arlington, Michael Francis Burbidge dijo que se han hecho esfuerzos y se deben seguir haciendo, para ganar fieles «proclamando la verdad y proclamando el Evangelio de la vida».
«Tenemos la verdad, así que no hay duda al respecto. Pero creo que lo que hemos aprendido es que también tenemos que transformar los corazones. Tenemos que hablar al corazón de las personas que aman a las mujeres y a los niños. Nosotros también, y queremos estar ahí por cada mujer y cada niño», agregó el obispo. (publicado en Religión en Libertad)