Diana Adriano
En el marco de la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en la solemnidad de la Ascensión del Señor, el pasado domingo 01 de junio, comunicadores católicos de la Diócesis de Ciudad Juárez compartieron la Eucaristía.Acudieron a los estudios de Cabal 44.1 para la misa que se transmite a las 9 de la mañana, y reflexionaron con el evangelio del día, así como bajo el lema propuesto por el papa Francisco (qepd): «Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones».
La misa fue presidida por el padre David Hernández, coordinador de la Comisión Diocesana de la Pastoral de la Comunicación y representó un espacio para agradecer, orar y renovar el compromiso de comunicar con verdad, respeto y esperanza.
Asistieron Integrantes de Radio Guadalupana, Periódico Presencia, y de los equipos de Cultura Digital, quienes día a día desempeñan una labor esencial en la difusión del mensaje evangélico a través de diversos espacios.
Comunicar esperanza
El padre David hizo un fuerte llamado a reflexionar sobre cómo comunicamos hoy:
“La comunicación está herida por discursos de odio, por mensajes vacíos. Nos toca a nosotros desarmar la comunicación, volverla libre, evangélica, verdadera. No se trata solo de publicar, sino de comunicar la vida de Cristo, de sembrar esperanza en quien nos lee, nos escucha o nos encuentra.”
Explicó que la Ascensión no significa ausencia, sino misión: “Jesús no se va para desentenderse, sino para que aprendamos a caminar. Como el padre que ve a su hijo andar en bicicleta por primera vez sin las llantitas, así Jesús asciende al cielo, pero sigue cuidándonos. Nos deja lo necesario: la Palabra, su Espíritu, y la tarea de comunicar esperanza.”
El sacerdote también abordó el papel del comunicador católico con franqueza y claridad:
“Ser manso no es ser menso. El manso escucha, dialoga, responde con la alegría del Evangelio. Si nuestras redes sociales, nuestras palabras, nuestros gestos no hablan de esperanza, ¿qué estamos comunicando entonces?”
Finalmente, animó a todos los presentes —y a quienes siguieron la transmisión— a asumir su responsabilidad como comunicadores:
“Todos somos comunicadores. Tú, que estás viendo esta Eucaristía desde casa, también. Pregúntate: ¿Tus publicaciones hablan de Cristo? ¿Tu vida comunica esperanza? Si no es así, ¿qué estás haciendo mirando al Cielo? Él regresará, pero hoy está contigo. Hoy, tú eres su voz.”