Diana Adriano
En un ambiente fraterno y de comunión eclesial, el presbiterio de la Diócesis de Ciudad Juárez recibió el pasado martes 4 de junio la visita del padre Francisco Javier Rodríguez Trejo, de la Diócesis de Saltillo, quien compartió su experiencia en la implementación de un Plan Orgánico de Pastoral basado en la metodología prospectiva.
La jornada se llevó a cabo en instalaciones del CEPAP, con el objetivo de enriquecer la pastoral de la diócesis local, propiciando un diálogo abierto y formativo tanto con los presbíteros como con los laicos, religiosas, religiosos, y diáconos permanentes de la comunidad.
Lento, pero mejor
El sacerdote invitado explicó que este Plan Orgánico de Pastoral no es una serie de actividades aisladas, sino un proyecto estructurado que contempla el corto, mediano y largo plazo. Se basa en la metodología prospectiva, lo que permite a la Iglesia dejar de improvisar y, en cambio, anticiparse con estrategias claras y una visión común.
“Ya no nos estamos preguntando qué haremos mañana. Sabemos hacia dónde vamos, y planificamos nuestras acciones en consecuencia”, expresó.
El padre Rodríguez destacó que este modelo de planificación ha permitido a la Diócesis de Saltillo integrar a todos los miembros del Pueblo de Dios en la acción evangelizadora: sacerdotes, laicos, religiosos, consagrados y diáconos.
“Es un plan muy participativo. Caminar en conjunto es más lento, pero también más eficaz, porque es la Iglesia en su totalidad la que avanza unida”, señaló.
Encuentro con los laicos
La tarde del mismo 4 de junio, el padre Francisco sostuvo una sesión de trabajo con laicos, religiosos y religiosas, así como diáconos permanentes de la diócesis, en una jornada realizada en el Seminario.
“Los laicos tienen otras inquietudes, a veces un lenguaje distinto… es vital escuchar, integrar y dar espacio a esas voces en la construcción pastoral”, afirmó.
Uno de los puntos más sensibles abordados fue el impacto que la pandemia de COVID-19 tuvo sobre la vida pastoral, reconociendo que fue “un golpe fuerte no sólo para los grupos parroquiales, sino también para las estructuras diocesanas”.
“Hoy estamos en un proceso de revitalización. Estamos reforzando nuestras comisiones, nuestros agentes de pastoral y nuestras comunidades. Es un tiempo de reconstrucción, pero también de mucha esperanza”, comentó.
Un legado compartido
Tras reconocer el trabajo que se ha realizado en la Diócesis de Ciudad Juárez en medio de realidades muy peculiares, el sacerdote resaltó frutos tomados de esta Iglesia Particular, como el método de preparación matrimonial, nacido en Ciudad Juárez y que ha sido adoptado con gran éxito en la Diócesis de Saltillo.
“Nos ha dado muchos frutos. Estamos muy agradecidos de que esta diócesis siga impulsando esa pastoral”, compartió.
El padre Francisco Javier agradeció la hospitalidad del clero juarense y celebró la riqueza de esta diócesis que, según sus palabras, está llena de vida, de fe, de retos y de esperanza.
“Ha sido un regalo compartir con ustedes no solo conocimientos, sino también la fe y la esperanza”, concluyó.