Presencia
Treinta y cinco alumnos del Proyecto San José, entre niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad, graduaron el pasado viernes 4 de julio de niveles básicos de educación, gracias al esfuerzo que se realiza para sacarlos adelante.
La graduación incluyó una misa celebrada en la parroquia Santa Cecilia, presidida por el padre Ramiro Rochín, asesor del proyecto.
En la Eucaristía, colaboradores, formadores y alumnos agradecieron a Dios por tan anhelado logro, mientras que el padre Ramiro encomió la labor que se realiza desde el Proyecto San José y por el impacto positivo que genera en la comunidad. 
Logro especial
Cabe mencionar que los niños y niñas que son atendidos en el Proyecto san José, viven situaciones de vulnerabilidad y muchos de ellos desertaron de la escuela pública, por lo su graduación significa un logro muy especial.
Ellos culminaron estudios de preescolar, y este año en particular fueron 25 adolescentes los que terminaron primaria y secundaria después de haber desertado.
“Hay una niña que tiene 17 años y que terminó su primaria increíblemente. Es algo maravilloso que agradecemos a Dios. Nos motiva este triunfo muy palpable de los niños”, dijo Juan Carlos Enríquez, quien junto con su esposa Aracely, dirige el Proyecto san José.
“Es una alegría inmensa porque estos muchachos se dieron la oportunidad de retomar sus estudios y terminarlos en este espacio que se les brinda”, abundó.

Juan Carlos quiso destacar el hecho de que esta graduación es un logro no solo de los niños y niñas o de sus maestros y el equipo del Proyecto San José, sino que “es el logro de la caridad y la generosidad que Dios ha infundido en el corazón de tantas personas que apoyan al proyecto”.
Se refirió sobre todo a personas “en las que Dios manifiesta su providencia para ayudarnos a sostener este proyecto”, como el comedor, pero en particular en el programa educativo, enviando útiles escolares o recursos para mantenimiento a las instalaciones.
“Agradecemos porque la caridad también triunfa cuando los corazones se abren a la docilidad. Es el logro del hermoso don que es la caridad que Dios nos da”.
Finalizó también agradeciendo al padre Ramiro por el apoyo espiritual al proyecto, y por estar siempre pendiente de las necesidades y solicitudes.


































































