Encontraron en el fútbol motivos para superar sus retos
Con 17 años de edad, después de ser un niño estudioso, Ricardo Villa Calzada entró en una etapa de rebeldía que sorprendió a sus padres. Dejó de estudiar, comenzó a fumar y el mayor tiempo lo pasaba en la calle con sus amigos.
Su gusto por el futbol lo llevó a participar en un programa de SEDESOL, en el que no sólo desarrolló sus habilidades deportivas y fue seleccionado para representar al Estado en la Ciudad de México, sino también concluyó su educación secundaria. Y lo más importante: se fortaleció de sus virtudes y “regresó” al núcleo familiar.
Rebeldía juvenil
Residente de la colonia Senderos de San Isidro, Ricardo reconoció que antes de ir al programa “Fútbol por la inclusion”, su rebeldía dañaba a su familia, especialmente a sus padres, a quienes ya les faltaba al respeto.
“Vivía una vida no tan buena, nomas me la pasaba pura calle, fumaba…si mis padres me llamaban la atención les respondía de mala manera y ya no estudiaba ni trabajaba”, compartió Ricardo.
María Calzada, madre de Ricardo, compartió que su hijo era rebelde como todo joven, pero comenzó a convertirse en un problema con sus llegadas tarde a la casa y el vicio del cigarro por lo que ella y su esposo comenzaron a preocuparse.
“Antes mi hijo estudiaba, no teníamos nada de quejas. De repente empezamos a ver el cambio en él, no sabíamos qué le pasaba. Siempre les he dado la confianza a mis hijos y no entendía el cambio de mi hijo”, dijo María.
Oportunidades
A través de su padre, Ricardo recibió un volante que invitaba a jóvenes de 15 a 21 años a participar en el programa “Futbol por la inclusión”, cuyo objetivo principal es que los jóvenes en esa edad concluyan su educación básica y muestren sus dones deportivos.
“Con este programa terminé la secundaria, ya no ando en la calle. Le eché muchas ganas a la disciplina y gracias a esto me escogieron para ir a México, gracias a Dios. Mi deseo es ser selecciondo para ir a España. Estoy contento por esta oportunidad”, expresó Ricardo.
La familia de Ricardo ha notado el cambio y está feliz por la oportunidad que ha llegado para él.
“Ha habido muchos cambios en mi hijo, yo me siento feliz. Nosotros lo apoyamos pues gracias a Dios con el deporte ya es diferente. Dios le está dando la oportunidad de ser alguien en la vida”, expresó la madre de Ricardo.
Jóvenes resilientes
El programa “Futbol por la inclusión” incluyó un taller de resiliencia impartido por el Centro Familiar de Integración y Crecimiento (CFIC), ya que por sus diferentes historias de vida, los jóvenes llegaron arrastrando actitudes de violencia, agresión y desdén por la vida.
“Con el taller aprendí varias cosas como portarme bien con mis padres, no faltarles al respeto, a ya no fumar ni andar en la calle. Ahora salgo sólo con mi novia y a jugar futbol. Quiero seguir adelate, ya no ser lo que era antes”, compartió.
Historias compartidas
Christian Méndez Orduño es otro ejemplo de resiliencia. El joven de 22 años practica futbol desde los 6 años y es este deporte lo que lo ha fortalecido en sus momentos de adversidad.
“El futbol me hace feliz y a todos los que me rodean. En el camino he conocido personas que se han vuelto parte de mi vida. He tenido muchas adversidades. Lamentablemente perdí a mi padre y tres tíos por causa del narcotráfico”, compartió el joven futbolista.
Agregó que su confianza en Dios le ha ayudado a aceptar las dificultades y tomarlas como una herramienta para salir adelante y ser mejor persona.
“Todo depende de uno mismo, de nuestros sueños, de qué tanto queremos lograrlo. Si se tiene esa hambre de trascender, todo en esta vida se puede lograr, pero hay que estar dispuesto a luchar. El momento para ir por tus sueños siempre será el ahora”, afirmó.
Hoy, después de lograr un campeonato mundial en Street Soccer celebrado en Glasgow, Escocia a principios de este mes, Christian envió un mensaje a todos los jóvenes:
“Los sueños sí se cumplen. Si lo piensas puedes lograrlo. Nunca dejen de perseguir lo que tanto quieren, que nadie les quite sus sueños. Ir a otro país a jugar un mundial representando a tú país te marca para toda la vida. Gracias a Dios quedamos campeones del mundo. Los invito a que dejemos una huella tan grande que la gente quiera caminar dentro de ella”, finalizó.
Encuentro motivacional
Como motivación para seguir superándose y continuar con su proyecto, Judith y el equipo de SEDESOL programaron un encuentro entre Ricardo y Christian.
Después de tres años de esfuerzo, Christian hoy es un campeón mundial en Street soccer y seguramente su encuentro con Ricardo motivará a este ultimo a seguir adelante y no dejar de lado su sueño.
frase…
“Invito a los chavos que no echen su vida para atrás, que sigan adelante. Hay jóvenes que juegan bien, pero prefieren la calle y los vicios, yo era así también, por eso les digo que sigan adelante, siempre nos llega la oportunidad”.
Ricardo Villa