Diana Adriano
Rocío Acosta Ramírez, enfermera de profesión y madre devota, compartió cómo su devoción a San Lorenzo ha sido un pilar fundamental en su vida, especialmente en los últimos meses.
Entrevistada en el marco de las festividades de San Lorenzo, Rocío recordó que a todos sus hijos los ha vestido de San Lorenzo para honrarlo en su fiesta de agosto.
Sin embargo, su devoción se profundizó cuando estaba embarazada de su hija Miranda y recibió una noticia que cambiaría su vida.
«Me dijeron que venía malita de los riñones. Hay una enfermedad que se llama pielectasia leve bilateral y nos dijo el doctor que son los niños que a la larga crecen con insuficiencia renal crónica,» explicó.
Se trata de una afección que se diagnostica comúnmente durante el embarazo, generalmente a través de ultrasonidos prenatales. Esta condición se caracteriza por una dilatación leve de la pelvis renal en uno o ambos riñones del bebé.
Como enfermera, Rocío comprendió la gravedad de la situación, lo que la llevó a aferrarse aún más a su fe.
“Hicimos manda a San Lorenzo para que mi hija recibiera la protección del santo”, dijo Rocío, cuya promesa fue vestir a Miranda como San Lorenzo todos los domingos hasta que cumpliera un año.
“Todos los domingos le pongo su ropón de San Lorenzo y llevamos una veladora al Santuario” explicó la entrevistada sobre su pequeña actualmente de 9 meses de edad -cumplidos el 17 de agosto-.
Encomendados al santo
Rocío explicó cómo su fe la sostuvo durante un difícil embarazo, en el que, junto con su esposo vivieron meses de angustia por haber recibido tan triste noticia
“Cuando nos dijeron que Miranda podría nacer con problemas en los riñones, estuvimos organizando todo para viajar a Querétaro para que le realizaran una cirugía”, relató la entrevistada.
Sin embargo, luego de la manda, su historia dio un giro positivo y gracias a Dios, Miranda nació completamente sana.
No obstante, Rocío, quien había hecho la promesa a San Lorenzo y colocado una foto del ultrasonido de Miranda y de sus riñones en el Santuario, hoy, al igual que lo hizo durante su embarazo, sigue yendo todos los domingos a llevar una veladora al santo.
“Hoy me siento muy tranquila. Siempre le he tenido mucha fe a San Lorenzo y yo sé que en todo lo que le pido, siempre me escucha”, finalizó con notable cariño por el Co patrono de la Diócesis de Ciudad Juárez.
“El año pasado caminé la peregrinación embarazada de 6 meses”, recordó la entrevistada, quien este año, sin embargo, no pudo caminar, y solamente se presentó a la misa festiva de las 10 de la noche, el pasado viernes 9 de agosto.