Diana Adriano
Marcando el inicio de la Cuaresma, el pasado miércoles 14 de febrero el obispo don José Guadalupe Torres Campos presidió la primera misa de imposición de ceniza en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe. Bendijo la ceniza que se utilizó este día con el que inicia el tiempo litúrgico que llama a la conversión.
Acompañado del párroco, el padre Eduardo Hayen, y su vicario, el padre Arturo Martínez, la misa fue un momento de reflexión y penitencia para los fieles.
Después de la lectura del Evangelio, don Guadalupe reflexionó sobre la importancia de escuchar a Dios y a los demás. Hizo un llamado a la oración como medio para comunicarse con el Creador, pidiendo y ofreciendo la vida en un acto de humildad y entrega.
Destacó la relevancia de la limosna como expresión de caridad y misericordia, recordando las palabras del Salmo: «Misericordia, Señor, hemos pecado». Concluyó instando a la congregación a buscar la renovación interior, implorando al Señor lavar sus culpas y concederles un corazón nuevo.
Imposición de la ceniza
El color litúrgico morado, símbolo de la penitencia y la preparación espiritual, llenó la atmósfera de la celebración, recordando a los creyentes el llamado a la conversión y la renovación interior.
Después de su mensaje, el obispo prosiguió con la bendición de la ceniza y todos los fieles se acercaron solemnemente para recibir la imposición, mientras el obispo pronunciaba las palabras: «Arrepiéntete y cree en el Evangelio».
Este momento invitó a los creyentes a profundizar su relación con Dios, renovar su compromiso con la fe y examinar sus vidas en un espíritu de humildad y arrepentimiento.
Inicia vigilia de oración
Durante la Santa Misa, también estuvo presente el grupo 40 Días por la Vida, que inició su vigilia de oración por el fin del aborto coincidiendo con el comienzo de la Cuaresma.
Las vigilias se llevan a cabo en la Zona Centro (Frente al MUREF) y en Riveras del Bravo, donde los miembros del grupo se reunirán para orar y reflexionar sobre el valor de la vida desde su concepción hasta su fin natural.
Este movimiento, que se ha extendido a nivel mundial, busca promover la cultura de la vida y brindar apoyo a mujeres embarazadas en situaciones difíciles, ofreciéndoles alternativas al aborto.