Diana Adriano
En conmemoración del octavo aniversario de la visita del Papa Francisco a Ciudad Juárez, el padre Alberto Castillo, responsable de la logística en el Seminario durante la memorable jornada en su visita, compartió detalles y recuerdos de aquel evento que marcó un hito en la historia local y en esta Casa de Formación.
Con nostalgia, el padre Castillo recordó la intensa labor de preparación que precedió a la llegada del Sumo Pontífice.
“Cuando nos dieron la noticia de que el Papa estaba evaluando locaciones para su visita, comenzamos a trabajar en mejorar los espacios, aunque aún no sabíamos que seríamos una de las sedes”, reveló el padre Castillo.
A medida que se afianzaba la visita papal, el equipo se vio inmerso en un periodo de trabajo acelerado, desde noviembre hasta febrero, enfrentando el desafío de coordinar la logística mientras se superponían eventos como el final de semestre en el Seminario y las festividades navideñas.
A pesar de las múltiples responsabilidades y pendientes de los meses previos, el padre Alberto destacó que tuvieron margen para prepararse y asegurar que todo estuviera listo para recibir al Santo Padre.
Cambios a la vista
El padre Alberto también destacó cómo la visita del Papa Francisco impulsó cambios significativos en el Seminario, que ya estaban en consideración.
Uno de estos fue el desplazamiento de la entrada antigua del estacionamiento hacia un acceso nuevo y más amplio.
El acceso antiguo solo permitía la entrada o salida de un automóvil a la vez, lo que provocaba largas filas de tráfico. Fue evidente que esta entrada no sería suficiente para recibir al Papa y su comitiva.
Sin embargo, el Seminario ya había proyectado hacer una entrada nueva y más amplia, lo que coincidió perfectamente con los requisitos de la visita papal.
Mejoras necesarias
El sacerdote destacó que otras mejoras que se vieron en el llamado ‘corazón de la diócesis’ no se llevaron a cabo exclusivamente por la visita del Papa, sino que se aprovechó para trabajar en áreas que el Seminario ya requería mejorar.
Pero en general, “fue gratificante que el Papa encontrara el Seminario en mejores condiciones”, dijo.
“Lo único que se construyó explícitamente para la visita fueron las tres paredes de tabla roca que se pusieron para hacer el comedor en el vestíbulo del Seminario, donde actualmente se encuentra el Museo del Papa”, explicó.
Recordó que la mayoría del mobiliario utilizado durante la visita fue fabricado en Ciudad Juárez y donado por artesanos locales, lo que resaltó el apoyo y la colaboración de la comunidad juarense en la preparación del evento histórico.
Llegó el día
Luego de una intensa preparación, finalmente se llegó el día de la visita del Papa Francisco.
El día de la llegada del Papa Francisco, el equipo formador del Seminario se encontraba reunido en la entrada del vestíbulo. El papamóvil se estacionó en la explanada y el equipo recibió al Santo Padre en una fila, mientras el obispo don José Guadalupe, los presentaba uno a uno al Papa.
«El obispo Indicaba quiénes éramos y cuál era nuestro cargo en el Seminario», relató el padre Castillo, quien en ese momento experimentó una mezcla de alegría -al saludar al Papa- y preocupación por asegurarse de que todo estuviera en su lugar como encargado de la logística.
«Estaba pensando en todos los pequeños detalles, repasando todo en un segundo, porque habían sido muchos meses de esfuerzo conjunto con mucha gente», compartió el sacerdote.
Y aunque el Papa estaba visiblemente cansado y hablaba poco, extendía la mano para saludar a cada uno, recordó.
Tesoro para futuros seminaristas
El sacerdote reflexionó sobre cómo la visita del Papa Francisco marcó un hito en la historia del Seminario.
“Pienso cómo ese momento ha dejado una huella imborrable para los muchachos seminaristas que en el futuro se formarán en esta casa».
Esto porque el Seminario siempre será recordado como el lugar que el Papa visitó, y eso es algo poco común, que seguramente resaltará a lo largo del tiempo y de la historia de la Iglesia de Juárez, incluso de la ciudad misma.
«Este será para siempre un Seminario en el que el Papa estuvo, que el Santo Padre visitó y seguramente dará sentido a todos los que pasen por esa casa de formación», dijo sonriente.
Exposición del recuerdo
Por otra parte, el padre Alberto Castillo mencionó que como parte de las celebraciones por su 60 aniversario, el Seminario realizó una actividad conmemorativa especial en honor al octavo aniversario de la visita del Papa Francisco.
Se organizó una exposición fotográfica que estará disponible hasta el día de hoy, domingo 18 de febrero, concluyendo después de la misa de 6 de la tarde.
Dijo que esta exposición se montó para recordar de manera especial la visita del Papa Francisco y tratar de revivir -a través de las fotografías- cómo fue la visita y lo que significó.
En este sentido, el padre Alberto expresó el deseo de sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la cercanía que el Papa manifestó hacia los juarenses al hacerse presente en esta ciudad fronteriza, ciertamente sacudida por el dolor y la tristeza de años de violencia.
Así, tanto la exposición fotográfica como los testimonios que surgen de los recuerdos de esta visita, pueden dar fe de la cercanía, amor y compasión que el Santo Padre compartió con la comunidad durante su estancia en Ciudad Juárez.