Ana María Ibarra
Al acercarse la Navidad, dar y recibir regalos es una actividad muy apropiada, y ya que no puede haber festividad sin regalos, el Movimiento Familiar Cristiano ofrece algunas alternativas, principalmente el intercambio, con el fin de evitar la compra excesiva de presentes.

Una tradición
Magda Acosta y Mario Antonio Culebro, secretarios del Área 2 del Movimiento Familiar Cristiano, explicaron que dar y recibir regalos en Navidad tiene su origen cristiano desde el nacimiento de Jesús, a quien los Reyes Magos llevaron oro, incienso y mirra como presentes.
“Otros de los orígenes en las tradiciones muestran a San Nicolás, en el Siglo IV, quien fue obispo en Turquía y era muy generoso en los regalos con los niños. Los regalos son parte de nuestra tradición católica”, afirmó el matrimonio Culebro Acosta.
Para ellos, los obsequios en Navidad son algo importante pues se trata de una celebración de gran alegría, a la espera del nacimiento de Jesús el Salvador.
«En estas fechas, buscamos ser mejores personas, más amables, más alegres, más compartidas. Los regalos físicos forman parte de esta tradición y cuando los recibimos, nos hacen sentir queridos y especiales. A través de los regalos podemos demostrar a nuestros familiares y amigos cuánto los queremos. Es una forma de apapachar a nuestros seres queridos”, expresó la pareja.

Regalos del corazón
En su reflexión, el matrimonio invitó a evitar dar regalos costosos que puedan afectar la economía familiar e incluso dejar deudas.
“Los regalos van a depender del presupuesto que tengamos para gastar, pero lo más importante es la originalidad que pongamos en cada regalo. Actualmente, en internet se pueden encontrar maneras de hacer regalos, por ejemplo, con materiales reciclados, tubos de papel, frascos de vidrio. Que salga ese regalo de nuestra imaginación o de nuestra habilidad”, sugirieron.
En ese sentido, dijeron los entrevistados, se puede motivar a los niños para que elaboren un dibujo o una pintura que puedan regalar.
“Es necesario que se valore ese regalo, el esfuerzo de los niños para que ellos vayan aprendiendo lo esencial de un regalo es el cariño hacia la persona y lo cuesta económicamente. También que participen los abuelitos con lo que ellos puedan”.
Mencionaron que incluso se puede obsequiar un poema o hasta una canción.
“Nos ha tocado ver por ahí que regalan una canción y se la cantan a alguna persona. Me ha tocado que me regalen bufandas y gorros tejidos. Mi mamá incluso me regaló una bufanda en Navidad y la cuido y la atesoro, porque me la hizo mi mamá y yo sé que lo hizo con mucho cariño y amor de mamá”, compartió Magda.
«Los mejores regalos son aquellos que uno los elabora, tiene otro significado más personal”, añadió Mario.
Y para elegir un buen regalo, los entrevistados sugirieron que se debe tomar en cuenta el amor que se le tiene a la persona y considerar sus gustos personales, sus hobbies, las actividades que realiza para que sea algo muy personal.
Intercambio, buena opción
Magda y Antonio compartieron que una manera de evitar el consumismo y las afectaciones económicas en esta temporada es realizar un intercambio de regalos, con el cual solamente se compra un regalo por cada miembro de la familia.
“Pueden ponerse de acuerdo en que sea un regalo de determinado costo, no muy elevado, sino significativo. Hay dinámicas de intercambio con un juego para robar los regalos. Hemos jugado esas dinámicas con dados, para poder cambiar o intercambiar un regalo. Al final de cuentas es más importante el tiempo que uno disfruta jugando y haciendo el intercambio”, dijo Mario.
Otro método o dinámica que sugirió el matrimonio es el de rifas de regalos.
«Algo muy importante es que los regalos se compren con anticipación para que no nos ganen las prisas y no encontremos lo que queremos obsequiar. Cuando se deja todo al final, se compra lo que sea, o los artículos suben de precio”, señalaron.
Regalos espirituales
Recordando que la Navidad no es un regalo en sí misma, sino que esperamos y celebramos la venida de nuestro Señor Jesús, Magda y Mario vieron como una posibilidad el intercambiar regalos espirituales.
“Un ejemplo es hacer oración unos por otros. Podemos intercambiar también el perdón, que se nos note la alegría, la fe, la esperanza, la caridad y el amor. Se puede hacer alguna dinámica, como tarjetitas con algún mensaje acorde a la época de Navidad”, mencionó Magda.
Mario agregó que los regalos espirituales no tienen costo, pero son algo que llena el corazón y hace gozar tanto a quien lo da, como a quien lo recibe.
«Se pueden hacer tarjetitas y regalar oraciones, escribir cuántas veces -como regalo- hice oración por la persona. También ofrecer la misa. Hace poquito leíamos en Catholic.net que la fe, la esperanza y la caridad son tres estrellas que se encienden en el cielo de nuestra vida espiritual para guiarnos hacia Dios. Esto fue una cita de San Juan Pablo II. Podemos pedir esos regalos para nuestros seres queridos”, dijo Mario.
Lo más importante
Los entrevistados resaltaron que con el nacimiento de Jesús, llega un nuevo comienzo para toda la humanidad, porque el Rey ha nacido.
«Debemos tener presente a quién estamos esperando, porque se nos va el tiempo en preparar cena, en preparar regalos y se nos pasa de largo lo más importante: que estamos en la espera del nacimiento de nuestro Salvador”, expresaron.
Magda y Mario concluyeron su reflexión invitando a la comunidad a intercambiar amistad sincera, cariño, perdón y, si es posible, hacer un regalito sencillo, elaborado por las propias manos.
“Algo que podemos regalarnos en esta época es tiempo. Ese tiempo que a veces no tenemos o que no nos damos. Aprovechemos esta época para visitarnos, para darnos palabras de aliento, de alegría y compartir la alegría de la Buena Nueva. Hagamos esa llamada que hemos postergado, para que las personas sepan que las tenemos presente en nuestra mente y en nuestro corazón”, concluyeron.


































































