Diana Adriano
Con tremenda alegría, 45 personas, jóvenes y adultos, viajaron como comunidad diocesana para vivir la edición número 40 de la “Peregrinación Nacional de Jóvenes al Cerro del Cubilete», en Silao, Guanajuato.
La peregrinación se llevó a cabo el pasado sábado 28 de enero, cuando se dieron cita más de 30 mil jóvenes de toda la República Mexicana, con el objetivo de pedir por la paz en el país y del mundo, bajo el lema ‘Nuestro testimonio da esperanza para la paz’.
Ese evento fue convocado por el movimiento juvenil ‘Testimonio y Esperanza’ y respaldados por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Peregrinos juarenses
Los peregrinos diocesanos, en su mayoría pertenecientes a la parroquia Espíritu Santo, estuvieron acompañados por el padre Arturo Ríos Martínez, sacerdote Cruzado de Cristo Rey.
“Una experiencia de fe es lo primero que nos ha movido y nos ha motivado desde hace muchos años para participar de esta peregrinación”, expresó el sacerdote.
Dijo que después de dos años en los que se canceló este encuentro y uno que fue virtual, estuvieron muy contentos de hacer presente a la Diócesis de Ciudad Juárez
“Estamos hablando de 30 mil jóvenes hablando de la paz. Cabe resaltar que de las comunidades más retiradas que han viajado al Cubilete este año, ha sido Juárez.”, destacó.
En el evento se hizo presente monseñor Rogelio Cabrera, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y Arzobispo de Monterrey, quien presidió la celebración eucarística.
“La presencia de la comunidad juarense ha sido muy interesante y significativa en este encuentro, pues muchos están enterados de la violencia que se vive en nuestra ciudad. El vernos ahí refleja que estamos trabajando en la construcción de la paz que tanto necesitamos en la ciudad”, agregó el padre Arturo.
Experiencias a los pies de Cristo Rey
Las hermanas Sandra y Valeria de la Cruz, de 23 y 16 años, compartieron su experiencia al vivir esta peregrinación, en lo que ellas consideraron un llamado a ser ‘artesanas de la paz’.
“Este es mi cuarta visita. Me gustó mucho ver cómo se une la juventud católica del país en esta preocupación por la inseguridad y la violencia del país, en la que nos unimos ante los pies de nuestro Rey para que todo cambie”, dijo Sandra.
“Es una experiencia muy bonita unir a todos los jóvenes para intercambiar experiencias, porras, alabanzas y unirse en oración unos por otros”, añadió.
Al ser su primer viaje al Cubilete, Valeria pudo descubrir a Dios como fuente de fortaleza.
“Fueron 16 kilómetros muy pesados, pero los viví y los ofrecí con mucho amor. Este peregrinar me hizo comprender que aunque parezca que no puedes, Dios te da la fuerza para seguir caminando, y cuando llegas a la cima, vale muchísimo la pena”, dijo.
Recordó cómo muchos se sintieron muy cansados pero continuaron entusiasmados con la experiencia de subir a la cima.
Por otra parte, el joven de 17 años,
Andrés Arroyo, un joven de 17 años que pertenece al grupo de confirmaciones de la parroquia El Espíritu Santo, también compartió su experiencia
Recordó que el peregrinar a los pies de Cristo Rey le hizo saber que hoy más que nunca nuestra sociedad necesita de personas que trabajen por la paz, como auténticos mensajeros de Cristo.
“Esta fue mi primera experiencia. La verdad, yo no me sentía tan cercano con Dios y hoy puedo decir que mi fe se acrecentó”, dijo.
Los jóvenes llegaron a la conclusión de que fue una experiencia importante, llena de vitalidad, de contacto con los hermanos, y al mismo tiempo es una invitación para continuar en la pastoral juvenil desde una actitud más activa y comprometida con la realidad social que atraviesa México.
“Nuestra sociedad necesita de nosotros si queremos que nuestro país mejore. Debemos demostrar que la juventud está dispuesta a trabajar para lograrlo”, finalizó Andrés.