- Hay miradas que lo dicen todo. Para bien y para mal. Hay miradas que aumentan el amor y otras que puede hacer mucho daño.
Cecilia Zinicola/ Aleteia
En la juventud del amor una mirada puede mostrar complicidad o incluso hacernos sentir que el mundo alrededor se torna invisible mientras estamos parados frente al otro. Con el pasar de los años, la experiencia suele hacer posible el ser capaz de convertirse en un experto en la lectura de los ojos del otro y saber en ese instante qué necesita, espera o desea.
La mirada es un indicador poderoso en la relación de amor diaria. Una simple mirada puede decir más que las palabras. Una mirada puede abrazar, sanar, mostrar gratitud y consolar al otro. Tiene el poder de hacernos sentir especiales, valiosos y mimarnos el corazón. ¿Cómo podemos tener un mayor contacto visual con la persona que amamos?
Signo de amor
Mirarse a los ojos es un signo de amor. Permítete tener momentos de largas miradas en silencio para leer el rostro del otro notando sus sutiles expresiones faciales. El contacto visual nos hace sentir bien y nos conecta. Cuando estés sentado a la mesa, intenta hacer contacto visual en vez de mirar solo tu plato o tu teléfono. El amor puede aumentar entre miradas cotidianas.
Si vas en coche, vuelve tu mirada de vez en cuando hacia el otro, cuando la conducción te lo permita claro. Estas pequeñas miradas muestran que aprecias su presencia durante el viaje. Y cuando sea hora de decir adiós, deja que la mirada se extienda un poco más. Espera en ese momento dejando la sensación de que habrá más luego.
Lugar de descanso
Cuando veas que el otro se siente incómodo, preocupado o necesita apoyo, tus ojos pueden encontrarse haciéndole saber que no está solo. Y cuando se sienta feliz, realizado y en paz, con tu mirada podrás hacerle saber que estás celebrándolo también.
Una mirada dulce y tierna siempre es un lugar de descanso para el otro, un sitio donde uno puede abrir el corazón y sacar sus pensamientos más fácilmente. Una mirada profunda puede incluso tocar al otro despertando sentimientos bellos muy ocultos.
También la mirada puede ser sanadora. Lo más probable es que esa parte de ti que te hace sentir inseguro al ser mirada amorosamente sea la parte que el otro más termine amando de ti. Deja que sus ojos te ayuden a abrazar tu imperfección perfecta.
Amor duradero
El contacto visual puede hacer sentir una atracción mutua. Busca la mirada de la persona que amas. Cuando te pongas algo que le guste, notarás sus ojos examinándote y admirando lo que encuentran hermoso en ti.
Cuando te acuestas cara a cara en la cama, deja que la conversación de la almohada ocurra buscando un cruce de miradas. Incluso cuando sientas que descansas con tus ojos cerrados y el otro te mira, aprecia ese espacio juntos.
El contacto visual indica amor duradero. Cuando el otro te mire, sea por el motivo que sea, da las gracias por ser amado y corresponde a ese sentimiento devolviéndole la tuya. Siempre vale la pena no dejar pasar la ocasión en la que podamos encontrarnos para decir te amo.