¿Te has preguntado cuándo será la segunda venida de Cristo?…En el análisis sobre las últimas realidades de los cristianos, el padre Ramiro Rochín nos ayuda a comprender qué es la Parusía y cómo llegará.
Pbro. Ramiro Rochín Gaxiola/ teólogo dogmático
La «parusía» es una palabra de origen griego que significa «presencia, venida, llegada». En la teología católica hace referencia a la presencia divina o la venida divina y, así, la Parusía, para los católicos, se entiende como la Segunda Venida de Cristo al final de los tiempos. Todo parece indicar que es un evento concreto y puntual en la historia. De hecho, será el más grande de todos los eventos históricos.
Cómo y cuándo sera
¿Cuándo ocurrirá? ¿Todavía falta mucho o es ya inminente? La verdad es que nadie sabe cuándo ocurrirá, por más que muchos hayan intentado deducir la fecha (¿se acuerdan de lo que decían algunos allá por el año 2000 o las supuestas profecías mayas sobre el 2012?). A tal grado no se sabe cuándo será la Parusía, o el Día del Señor, que hasta Nuestro Señor Jesucristo dijo en una ocasión que ni el Hijo sabía ese dato, sino sólo Dios Padre (cf. Mt 24, 36).
Eso sí, cuando ocurra no habrá ni la menor duda para nadie en el mundo de que Nuestro Señor estará regresando: el cielo tendrá un brillo glorioso de extremo a extremo y Jesucristo llegará en toda majestad y poder, a diferencia de su primera venida, en su Encarnación (cf. Mt 24, 27 y Mc 13, 26).
Los signos previos
Pero el buen Dios también nos ha profetizado que, antes de la Parusía, deberán ocurrir varias cosas. Según la opinión más extendida de los teólogos, los siguientes textos de la Sagrada Escritura nos hablan de estos acontecimientos antes de la Segunda Venida de Cristo:
*La Gran Apostasía y el hombre de la iniquidad o Anticristo: «Que nadie los engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el hijo de perdición, el adversario que se alza contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el santuario de Dios y proclamarse a sí mismo Dios» (2 Ts 2, 3-4).
* Se llevará el mensaje del Evangelio a todo el mundo.- «Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin» (Mt 24, 14).
* La conversión de Israel.- «Una parte de Israel se va a endurecer hasta que la totalidad de los paganos hayan entrado, entonces todo Israel se salvará» (Rom 11, 25).
* La Gran Tribulación: «Porque habrá entonces una gran tribulación, como no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente, ni volverá a haberla. Y si aquellos días no se acortasen, no se salvaria nadie, pero, en atención a los elegidos, se acortarán aquellos días» (Mt 24, 21-22).
* Grandes eventos en la naturaleza.- «Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas cerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Entonces aparecerá en el cielo la seal del Hijo del hombre, y encontes se golperarán el poche todas las razas de la tierra, que verán al Hijo del hobre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria» (Mt 24, 29-30).
Previsto en el Plan de Salvación
De cualquier manera, incluso ante la gravedad de estos acontecimientos antes de la Parusía, nosotros, como discípulos de Cristo y fieles en su seguimiento, deseamos que pronto regrese Nuestro Señor. Por eso en cada Misa rezamos como Iglesia diciendo: «Ven, Señor Jesús», significando con esto, sobre todo, nuestro deseo de que ocurra la Parusía.
Y es que con la Parusía llegará a su cumplimiento el plan de salvación de Dios para nosotros y también para todo el cosmos. Con la Segunda Venida de Cristo en primer lugar tendrán lugar el Juicio Universal y la Resurrección de los muertos. A partir de allí estaremos para toda la eternidad con ese Dios que nos ama infinitamente, y no se puede desear algo mejor a esto.
Cómo nos quiere Dios
Por ello, aunque la Venida Gloriosa de Cristo pueda ocurrir de aquí a mucho tiempo en el futuro, a nosotros nos toca vivirla como si fuera como algo inminente (lo cual también puede ser), pues Jesús mismo nos dice que llegará repentinamente, cuando menos lo esperemos, así como un ladrón en la noche.
Evidentemente no sabemos, en los detalles, cómo será esa Parusía. Pero nos basta saber, en líneas generales, lo que Dios ha querido revelarnos sobre ella, para prepararnos adecuadamente a tal evento. Dios no nos quiere temerosos, sino todo lo contrario: que sigamos llenos de fervor dando testimonio de Él cada día, trabajando e intentando dejar siempre un mundo mejor, amando al prójimo y confiados, llenos de esperanza, en la protección de Dios.