Adviento: Del latín: “Adventus”, que significa llegada.

Juan Jesús Hernández/psicólogo y músico católico
Para hablar de la música en el Adviento, es necesario saber que la espiritualidad de este tiene dos aspectos y etapas sobre los cuales es conveniente reflexionar para entender mejor el sentido musical de este tiempo. Aquí lo veremos más adelante
Con la liturgia del Adviento, la comunidad cristiana está llamada a vivir determinadas actitudes esenciales a la expresión evangélica de la vida: la vigilante y gozosa espera, la esperanza y la conversión. El Adviento celebra, pues, al “Dios de la esperanza” (Rom 14,13) y vive la gozosa esperanza (Rom 8,24-25).
En este sentido, estos son algunos aspectos a considerar sobre los cantos:
- Los cantos de este tiempo deben estar enfocados al Dios de la Esperanza, a la espera gozosa de su llegada y no menos importante al de la conversión, ya que en la primera etapa del Adviento nos concentramos a la segunda venida de Cristo, es decir, al Juicio Final.
- El cántico que desde el primer domingo caracteriza al Adviento es el salmo 24: “A ti, Señor, levanto mi alma, Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado, que no triunfen de mi, mis enemigos; pues los que esperan en ti no quedan defraudados”.
- El tiempo de Adviento debe ser preservado en su integridad, reservándose el uso de los villancicos solamente para el tiempo de Navidad.
- El Himno del Gloria se suprime en este tiempo, pudiéndose cantar en las festividades que se encuentran dentro de este como lo son el día de La Inmaculada Concepción del 8 de diciembre y nuestra muy mexicana fiesta del 12 del mismo mes, dedicado a La Virgen de Guadalupe.
- En este tiempo el uso del órgano y de otros instrumentos musicales se deben emplear con la moderación conveniente al carácter del Adviento, sin que se anticipe la plena alegría de la Navidad, por consiguiente:
- El sonido solo de estos instrumentos (es decir: sin canto) NO está autorizado durante los tiempos de Adviento y Cuaresma.
- No pasemos por alto el detalle que de preferencia los cantos hablen en plural, ya que es toda la Iglesia la que celebra; claro está que muchos de los salmos hablan en singular, estos quedan excluidos de la recomendación por ser esta su propia naturaleza.
Propuestas para Cantos de Entrada.
1er. Domingo de Adviento:
- a) Ven Salvador, Ven sin tardar.
- b) Ven, Señor, no tardes en llegar.
- c) Un Pueblo que camina por el mundo.
- d) Maranatha, Ven Señor Jesús.
2do. Domingo de Adviento:
- a) Preparad los caminos.
- b) Preparemos los caminos.
- c) Llegará la libertad.
3er. Domingo de Adviento:
- a) Llega el Mesías.
- b) Levántate que está llegando.
4to. Domingo de adviento:
- a) Oh Cielos, oh nubes.
Presentación de Dones:
- a) Te ofrecemos, Señor, nuestra juventud (Especialmente estrofas 3, 4 y 5).
- b) En tus Manos divinas de Padre (Especialmente estrofa 4).
- c) A ti, Señor, la gloria.
- d) Vino y Pan.
Para la Comunión:
- a) Como el ciervo que a las fuentes.
- b) Oh Jesús, Te adoramos.
Canto Final:
a)Oh Cristo, sálvanos.
Se puede utilizar cualquier canto de entrada de los antes mencionados en cualquier domingo, pero lo más conveniente es que se le dé el sentido particular a cada uno de ellos, esto siempre y cuando se tengan las posibilidades de preparar un canto distinto para cada domingo.
Adviento y música
El Adviento, pese a su brevedad, juega un papel clave para que podamos celebrar genuinamente la Navidad. Unos cánticos adecuados nos ayudarán a vivir este tiempo de nuestra liturgia tan descuidado e ignorado. La música contribuye a que el Adviento sea vivido debidamente y cumpla con su cometido de prepararnos para la Navidad. Comparto con ustedes, sobre todo con los encargados del canto litúrgico de nuestras parroquias, estos apuntes que muy bien nos podrían ayudar a valorar nuestro ministerio musical en el Adviento.
- El Adviento
Es el tiempo de “preparación” para las solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo se dirigen las mentes hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos (Normas Universales para el Año Litúrgico 39). Al celebrar anualmente la liturgia del Adviento, la Iglesia actualiza esta “espera” del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda venida (Catecismo de la Iglesia Católica 524).
El color propio de este tiempo es el morado. Su duración es de unas 4 semanas y siempre tiene 4 domingos. Siempre comienza el domingo que cae más cercano al 30 de noviembre (si cae ese día, en ese día comienza el Adviento). Este tiempo termina el 24 de diciembre en la tarde.
Algo muy importante y que solemos olvidar es que el Adviento tiene 2 partes, a saber:
- Desde el primer domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre, inclusive. En este tiempo nos fijamos más en la segunda venida de Cristo; tomamos conciencia de ese inminente acontecimiento y nos preparamos para ellos suplicándole que venga a nosotros y cumpla sus promesas (♫Ven Señor, no tardes…)
- Desde el 17 de diciembre hasta la tarde del 24 de diciembre: La tónica espiritual cambia totalmente, pues nos fijamos más en la primera venida, acompañando litúrgicamente a María y a José en su preparación para la venida del Emmanuel (♪Hacia Belén se encamina…). Los signos externos de alegría comienzan a proliferar (arbolitos y guirnaldas) como reflejo de nuestra preparación interior para recibir al Señor.
- La música para el tiempo de Adviento
Durante el tiempo de Adviento los cantos deben enfocarse en el Adviento. Es sumamente importante que se respete la espiritualidad de las dos partes del Adviento, y más aún, que se respete el Adviento en sí. Hay que evitar a toda costa cantar cánticos pertenecientes a la segunda parte del Adviento en la primera parte del mismo. Recordemos que podemos cantar el Aleluya en Adviento. Cuando no se puede cantar es en Cuaresma. En Adviento no se canta el Gloria, excepto en la solemnidad de la Inmaculada Concepción y en la fiesta de la Virgen de la Guadalupe.
También hay que recordar que los instrumentos musicales se usan sólo para sostener el canto, por lo que no podemos recurrir a la música instrumental en Adviento (Cf. Músicam Sacram 66). La sobriedad en la instrumentación debería tomarse en cuenta, de tal forma que el mismo contraste con la que se usará en Navidad (Cf. Ceremonial de los Obispos 236). Otra cosa importante: en las Misas de Aguinaldo los cantos son propios de la segunda parte del Adviento, no de Navidad.
Algunas sugerencias musicales para el tiempo de Adviento:
- Esforzarse por aprender cada año un cántico de Adviento diferente y enseñarlo a la asamblea.
- Sería conveniente tener un cántico de 4 estrofas que acompañe el encendido semanal de las velas de la corona de Adviento.
- Tener cánticos del Ordinario propios para el Adviento (Señor, ten piedad; Santo; Cordero, etc.), de modo que sirvan de “indicadores” del Adviento.
- Lo ideal es que tengamos un buen repertorio para que los 4 cantos procesionales sean de Adviento (Cf La Música en el Culto Católico -Comisión Episcopal Estadounidense de Liturgia- ##61-62). Esa es una tarea que los coros deben realizar al menos unos pocos meses antes del primer domingo de Adviento.
- El tercer domingo de Adviento es conocido como el “Domingo Gaudete” (del gozo). El sacerdote y el diácono pueden usar ornamentos rosados. Es recomendable tener algún canto de Adviento que toque el tema de la alegría propia de este tiempo.
- El cuarto domingo de Adviento siempre es un domingo mariano. También es recomendable tener par de cánticos para este domingo que toquen el tema de María en el Adviento (p.e.: ♫ La Virgen sueña caminos).
Que nuestro ministerio musical bien ejercido en el seno de nuestras parroquias contribuya para una participación más consciente, activa y piadosa en nuestras celebraciones litúrgicas.
Una advertencia
Existe un canto muy popular llamado “Saber que vendrás” y que es muy usado en este tiempo sobre el cual J. A. Espinoza realizó una parodia de una canción popular en Estados Unidos llamada “Blowing In The Wind” (Soplando en el Viento), y fue compuesta por Bob Dylan e interpretada con gran éxito por un grupo muy popular de los años 60´s llamado Peter Paul and Mary (PP&M), por lo tanto NO es apto para la liturgia y es tiempo de que lo vayamos quitando de nuestro repertorio de música sagrada y litúrgica, ya que como sabemos, la música sagrada debe estar compuesta para la celebración del culto divino exclusivamente y su texto debe estar tomado de la biblia o de las fuentes litúrgicas y este canto no tiene nada que ver con lo anteriormente dicho.
La mayoría de las veces que se nos ilustra sobre alguna situación similar a la anterior, nosotros queremos justificar el uso de dicho canto porque hemos visto y oído que en tal o cual parroquia lo cantan, e inclusive en alguna Catedral, ciertamente se presentarán estas situaciones por desconocimiento del caso, pero si no comenzamos a purificar la música sagrada y litúrgica alegando estos pretextos, nunca lograremos plenamente la verdadera finalidad de la Música Sagrada que es “la glorificación de Dios y las Santificación de los fieles”.


































































