Así lo afirma la primera Carta Pastoral del obispo de El Paso Mark Seitz, que, con este título se presentó hace unos días en la vecina ciudad…
Ana María Ibarra
Hace 17 años, Isabel García cruzó a la Ciudad de El Paso con su esposo y tres hijos, uno de ellos nacido en Estados Unidos, ya que su esposo necesitaba ser atendido por un médico. En esa etapa, Isabel tuvo a su hijo menor, que nació enfermo, por lo que decidieron quedarse a vivir en esa ciudad y desde entonces permanecen en calidad de inmigrantes.
Aunque ha sido difícil ayudar a su marido a sacar adelante a sus hijos, Isabel, mujer de fe, confía en que es Dios quien la tiene en aquel país y será Él quien decida hasta cuando.
Por personas y familias como la de Isabel, el obispo de El Paso, Texas, Mons. Mark Seitz, dedicó su primera Carta Pastoral al tema de la migración, la cual presentó el pasado martes 18 de julio, ante la comunidad de la Diócesis de El Paso
Junto a familias migrantes, el obispo presentó el documento eclesial, bajo el título “La pena y la aflicción terminarán”, en el cual plasmó una de sus prioridades como pastor: la defensa y el apoyo a los migrantes.
El evento se llevó a cabo en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, donde estuvieron presentes sacerdotes de la diócesis, familias migrantes, representantes de instituciones que apoyan a dichas familias y autoridades educativas.
Casa de todos
En la presentación de su primera Carta Pastoral, el obispo compartió su experiencia cercana con los migrantes quienes, dijo, no son estadísticas.
“Hemos comido juntos, hemos compartido juntos. Son hermanos y hermanas, conocemos sus rostros, los nombres, sus historias”, expresó el obispo Seitz.
Añadió que El Paso, más que un lugar de paso, es un lugar al que muchos llaman “su casa”.
“Es un lugar donde vivimos juntos, en paz, con menos violencia que en otros lugares. Aquí en nuestra casa reconocemos que hay leyes que son importantes, pero algunas son inadecuadas a lo que vivimos. Debemos escuchar a nuestro Señor”, dijo el obispo.
Protección de la Iglesia
En su mensaje, el obispo igualmente exhortó a un trabajo en conjunto para reafirmar los valores humanos y cristianos.
“Deseo que podamos todos juntos, todas las religiones y las distintas instituciones organizarnos y trabajar para reafirmar los valores. Nuestros hermanos migrantes se encuentran en la misma jornada que nosotros. La peregrinación más importante que compartimos es la jornada hacia el Reino de Dios”.
Resaltó que en la Diócesis de El Paso se vive una identidad de paz y unidad, por lo tanto no se puede tolerar un sistema que causa tantas amenazas a los hermanos migrantes.
“Cada parroquia, cada escuela tiene que proteger a las familias y los niños migrantes. Los oficiales de la migración no deben entrar en nuestros recintos”, finalizó el obispo.
Al concluir su presentación, el obispo Seitz firmó la Carta Pastoral, y algunas copias fueron entregadas a los representantes de las instituciones que trabajan en aquella ciudad por el bienes y los derechos de los migrantes, así como también entregó una copia a los directivos de instituciones académicas presentes y algunos sacerdotes, entre ellos al padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez.
RECUADRO
Inicia trabajos Comisión Diocesana de Migración
Para concretizar las acciones propuestas en la Carta Pastoral del obispo Seitz, él mismo integró, en marzo de este año, la Comisión Diocesana de Migración, cuya misión es iniciar un diálogo y trabajo específico en el tema de la migración.
El padre Pablo Matta, de la comunidad de San Pablo Apóstol es coordinador de esta comisión.
Compartió que uno de los principales objetivos de la comisión es educar a la comunidad diocesana y evangelizarla en el trato que debe darse a los hermanos migrantes.
“Cada vez vemos a nuestros hermanos migrantes como menos, como de cuarta clase, y eso no debe ser. Para nosotros en la fe son de primera clase, son hijos de Dios igual que todos”, dijo el padre Pablo.
Añadió que a través de esta comisión se busca informar a los migrantes sobre sus derechos y para ellos se llevarán a cabo noches de información y se formaran grupos de apoyo.
“Queremos esforzarnos por cambiar las leyes que son injustas, llenas de odio y racismo. Debemos hablar muy claro, con mucho valor. Sabemos que habrá consecuencias, esperamos que sean positivas, pero si no, sabemos que eso hicieron los profetas y el mismo Jesucristo”, expresó.
Aunque el trabajo de la comisión apenas comienza, el padre Pablo dijo que están trabajando muy rápido, ya que las leyes migratorias se están moviendo rápidamente.
“Quisiera que fuéramos justos, que pudiéramos restablecer el sistema que tenemos de migración en Estados Unidos y hacerlo un más compasivo, como Jesucristo lo pide. Para un Estado como Texas, que es uno de los Estados más cristianos de Estados Unidos, su comportamiento no es cristiano, sus leyes no son justas ni cristianas”, afirmó.
El sacerdote invitó a la comunidad fronteriza a leer la Carta Pastoral del obispo y reflexionar, primeramente cada uno la actitud que ha tenido sobre el emigrante. Enseguida invitó a involucrarse para conocer las leyes y saber cómo están tratando a los migrantes en cada ciudad, en cada condado y especialmente en El Paso.
“Los invito a involucrarnos en grupos de apoyo para informarnos sobre lo que está sucediendo y no quedarnos callados. Hay que involucrarse más como parroquia, como párrocos, todos tenemos trabajo, pero este es un tema que no debemos ignorar”, finalizó.
frases…
Nuestros hermanos migrantes se encuentran en la misma jornada que nosotros. La peregrinación más importante que compartimos es la jornada hacia el Reino de Dios
Mons. Mark Seitz, obispo de El Paso
“Cualquier persona que se llame cristiano tiene que defender a los más marginados, en este caso son los hermanos migrantes”.
Pbro. Pablo Matta, director de la Comisión Diocesana de Migración (El Paso)