Luego de que dedicó su primera receta en el programa MasterChef a las internas del Cereso de Ciudad Juárez, el padre Beto Luna acudió el pasado domingo a celebrar misa con ellas, como lo hace desde hace un año ….
Blanca Alicia Martínez
A Julia le impactó mucho ver a su capellán, el padre Roberto Luna, en la televisión. Cuando la interna del Cereso comenzó a cambiar canales para distraerse con la televisión, sintonizó un canal de Televisión Azteca y se quedó con la duda: ¿ese es nuestro padre?…apretó los ojos y los abrió más grandes para repetir: ¡Ese se parece a nuestro padre!…De repente gritó junto con otras internas que estaban viendo la televisión… ¡Es nuestro padre!, ¡Nuestro padre está en la tele!.
Las internas del Cereso femenil se llevaron la grata sorpresa de ver al padre Roberto Luna entre los competidores del programa MasterChef, en el que comenzó una aventura el pasado domingo 27 de agosto.
Y es que no todas las internas sabían de la participación del sacerdote en los castings, aunque algunas sí se habían enterado por alguna plática con el padre Beto.
Pero a Julia, en particular, verlo en televisión le causó, además de una grata sorpresa, un sentimiento de esperanza.
“Cuando lo vi inmediatamente pensé: cuando uno quiere, puede hacer las cosas. Ya ve, él está consagrado a Dios y sin embargo no dejó sus sueños…A pesar de hacer su servicio, quiso sacar sus sueños adelante”, dijo.
“Eso nos anima a pensar que no porque estemos aquí, debemos dejar nuestros sueños”, agregó.
Y ¿cuál es tu sueño?, preguntó la reportera.
“Salir para estar con mis hijas y caminar por el camino correcto”, suspiró la mujer que cumple su sentencia en mayo del siguiente año.
Entrevistada en el patio del Cereso femenil, a donde el pasado domingo 3 de septiembre el padre Roberto Luna llegó para celebrar misa, Julia se dijo más que feliz de saber que quien celebrará la quinceañera de su hija, ahí en el Cereso, ahora es famoso.
Una visita especial
Ese domingo, desde que el padre entró al Cereso la sensación no fue la misma. Las custodias que reciben a las visitas inmediatamente lo increparon “¡Ah, el padre Master Chef!, dijeron, y entre bromas recibieron, junto al padre, a las voluntarias de la Pastoral Penitenciaria que ese día llegaron para su servicio dominical.
Ya adentro, otra de las internas, Jennifer, llegó corriendo al atrio de la capilla y gritó: “¡El Master Chef de tevé Azteca!, ¡ándele padre, acuérdese de nosotros! y comenzó a platicarle cómo algunas compañeras se reunieron para ver el programa en una de las televisiones que la dirección les permite tener.
“Se corrió la voz y muchas llegaron, El padre es un orgullo para nosotras. Estamos felices porque lo consideramos parte de aquí, de nosotras”, compartió Jennifer.
Ya hablando del servicio que el padre Beto Luna presta en el reclusorio femenil, Julia agregó:
“Siempre tiene palabras diferentes que nos hacen ovlidar que estamos aquí, más que nuestro padre es un amigo para nosotras”.
En la misa
Ya en la capilla, luego de que sonaron las campanadas para la misa, el padre Beto Luna reflexionó con las internas sobre la importancia de la Eucaristía:
“La Eucaristía es la mano de Cristo que te toma y te dice: ponte las pilas…la bronca es que no te dejas levantar…siéntanse en paz por esa manifestación del Señor que cada día está para levantarnos”, les dijo el sacerdote.
Ya luego, al final de la m
isa, el sacerdote bromeó con las internas y les pidió hacer fila si querían autografos o fotos.
Sí, ya lo vimos muy famoso en la tele”, decían otras internas en una de las bancas de atrás del templo.
Servicio entregado
Aunque no es formalmente el capellán de la Pastoral Penitenciar, el padre Roberto Luna atiende a las internas del Ceresodesde hace casi un año, luego de que el padre Alberto Meléndez enfermó y debió suspender las visitas de la Pastoral Penitenciaria.
El padre Beto tiene ya vasta experiencia en esta pastoral, pues ha acompañado desde hace 12 años a los internos de la Escuela de Mejoramiento Social Para Menores.
Luego de que el padre Gilberto Pérez fue nombrado capellán de la Cárcel, el padre Beto se coordinó con él para seguir atendiendo el area femenil, donde inicialmente celebraba misa los jueves, pero luego, a petici´∑on de una interna, comenzó a celebrar los domingos.
Un jueves que vino y me confesé con ®ek, le pregunté si podría alguna vez asistir a la misa con mis padres, que vienen a visitarme en domingo desde Casas Grandes, por que de allá somos”, relató Jessica, una interna de 27 años, oriunda de aquella tierra.
“El padre dijo que lo plantearía la dirección y al siguiente domingo ya estaba aquí…y nosotros muy contentos porque así ya no se hace tan pesado el domingo”, dijo Jessica mientras sus padres Lorena y Jesús asentían.
“Es que veníamos a la visita del domingo y teníamos que regresar muy apurados para alcanzar misa allá, pero ahora podemos asistir aquí y estar tranquilos en la visita a nuestra hija”, dijo Lorena.
Al final de la misa el padre Beto Luna dio varios avisos:
- El siguiente domingo (hoy 10 de septiembre) comienzan las inscripciones al Catecismo para los hijos de las internas, que impartirán catequistas de la parroquia Corpus Christi.
- Habrá Bautizos de tres adultos en la misa del domingo 17 de septiembre, así como la celebración de los XV años de la hija de Julia, una de las internas.
“Hasta nos dijo que iba a conseguir una vaca para cocinarla y festejar ese día”, relató otra de las internas….Y
- No se pierdan el programa MasterChef (risas y aplausos de las internas).
Esperanza, un valor
en la competencia
En su primera semana como participante del programa MasterChef, el padre Beto Luna destacó el valor de la esperanza.
Recordó la frase de la chef Betty, cuando lo vio por primera vez en la competencia.
“Nadie se espera que un sacerdote esté en un lugar como este. Y ésa es la vida del sacerdote: el sacerdote aparece de repente, para brindar presencia de Dios, referir a lo divino, santificar el ambiente”, dijo.
Señaló que la expresión de sorpresa de la chef le hizo reflexionar sobre cómo Dios a veces llega de improviso para hacerse presente en la vida de cualquiera.
“Eso me hizo pensar: Dios está presente y a veces no caes en la cuenta … así primerea Dios”, puntualizó.
El sacerdote destacó que los medios de comunicación son herramientas clave para la evangelización, pues difunden alguna acción loable que anima y fortalece a la raza y la hace que se identifique con mucha esperanza.
“La raza busca alguien con quien se identifique y esto puede ser bandera para luchar todos por hacer el bien, y sobre todo a los más necesitados”, expresó.
Por otra parte el padre Beto dijo que la convivencia con los concursantes en la primera semana, se dio en un ambiente fraterno, de intercambio, de compartir algunos secretos de cocina
“Hay un prisma culinario impresionante. Aprendo mucho de ellos, platillos, sazones, y una convivencia muy padre”, dijo.