Nuestro comportamiento en Facebook ¿refleja nuestra identidad espiritual?, Aquí una guía para saber si lo hacemos…
En general, cualquier persona ha oído hablar de los Diez Mandamientos. Cualquier cristiano los conoce e intenta seguirlos en su vida diaria, y también muchos no cristianos: cualquiera está contra matar, robar o mentir. Pero los desafíos de la sociedad evolucionan continuamente. ¿Estamos seguros de que respetamos el Decálogo en la vida virtual?.
Inspirados en un artículo de EpicPew, Aleteia confrontó las enseñanzas reveladas a Moisés en el Sinaí con los comportamientos que son, de una forma u otra, praxis cotidiana de los usuarios de la famosa red social.
- No tendrás otros dioses antes de mí
Estamos acostumbrados a pensar en este mandamiento como a no adorar a divinidades extranjeras. ¿Estás seguro de respetar este mandamiento? ¿Qué significa para ti “tener otros dioses”? “No sigo las enseñanzas de Buda, ni adoro a Vishnú”, podrías replicar. Interesante. Pero ¿pones a la Trinidad en el primer lugar de tu vida? ¿Cuáles son tus prioridades al emprender el día? ¿Lo primero que piensas apenas abres los ojos es controlar las notificaciones de Facebook? Antes de ir a dormir, ¿te aseguras de que has completado la última misión en ese juego que tanto te engancha? ¿Haces eso en lugar de orar?
- No tomarás el nombre de Dios en vano
Este mandamiento habla del modo como hablamos de Dios. Quizás no estés acostumbrado a blasfemar o a imprecar, pero ¿sueles bromear con las cosas sagradas? ¿Has cedido alguna vez a la tentación de jurar algo por Dios, en tus conversaciones privadas o en tus comentarios, aun sabiendo que no es verdad?
- Santificarás las fiestas
Volvemos a repetir: ¿qué tan importante es Facebook para ti? Si no vas a misa porque estás ocupado en chatear con un amigo, quizás es el momento de plantear esta pregunta. Podrías responder que nunca te saltas una misa, pero ¿cuántas veces has entrado distraído, pensando en ese post molesto que quieres responder, o en esa foto horrorosa en la que se te menciona? Durante la Misa, ¿no has mirado, incluso fugaz e inocentemente, el smartphone para ver las notificaciones? Es oportuno apagar el teléfono durante la Misa, pero sobre todo “desconectar” de la realidad virtual, evitar distracciones, cuando estás en presencia de Dios.
- Honra a tu padre y a tu madre
Seguro que piensas: yo en Facebook les honro, ¡hasta he aceptado su petición de amistad! Bien. Pero no es suficiente. Respetar al padre y la madre, además de tratarles bien, supone adoptar un comportamiento que no les deshonre. Significa también respetar la autoridad. Dios, el Padre por excelencia, es también la autoridad por definición. ¿Tu perfil de Facebook es un lugar de desahogo contra las normas civiles? Es bueno usar estos canales para expresar desacuerdo con la política, pero el límite es el insulto. Además, tener una actitud buena hacia los ancianos es fundamental para una vida cristiana equilibrada. ¿Has insultado a alguien de edad avanzada (a quien probablemente no conoces siquiera)? Si la respuesta es sí, deberías revisar el modo como usas las redes sociales.
- No matarás
Muchos piensan: “Yo estoy a favor de la vida. ¡Pongo solo post contra el aborto y la pena de muerte!”
¿Estás seguro de que transmites esa vida con tus palabras y acciones? ¿Cuántas veces habrás visto post y artículos contra migrantes y refugiados (especialmente de otras religiones), contra los últimos de este mundo, y no has hecho nada para combatir contra esa ola de odio? ¿O incluso la has alimentado con comentarios venenosos? Cuando escribes algo, piensa bien en los que quieres comunicar. ¿Estás edificando Su Cuerpo? ¿Estás colaborando en la difusión de un mensaje que cura las heridas emocionales y sana los corazones rotos? ¿O bien te dedicas a volcar tu frustración contra alguien que no puede responderte? Si piensas que esto no tiene nada que ver con el mandamiento de “no matarás”, te estás equivocando.
- No cometer actos impuros
¿Qué buscas con tu presencia en Facebook? ¿Quieres sólo estar en contacto con tus amigos del liceo? ¿Pasar unos minutos de relax viendo videos de gatos tocando el arpa (ok, quizás no existen, pero no me sorprendería ver alguno antes o después)? ¿Usas Facebook para trabajar?
¿O bien buscas otro tipo de cosas? ¿Pasas las noches sin dormir chateando con desconocidos de quién sabe donde, con la esperanza de obtener una palabra que te encienda el corazón? ¿Flirteas con compañeros o con un ex tuyo porque has peleado con tu esposo y quieres huir de la realidad? Pues ha llegado el momento de controlarte un poco. Deja las “amistades” (¡harían falta más comillas!) que te alejan de tu mujer o de tu marido. Construye la fidelidad en tu mente, antes que en tus actos. Porque el camino que lleva a la traición está formado por muchos pensamientos “inocentes” e “inofensivos” repetidos día a día.
- No robarás
No, ciertamente tu no eres un scammer que pasa los días mandando mails lacrimógenos desde perfiles falsos para sacar algún dinero. Lo espero por ti, porque parece que es muy improbable ganar algo con estas actividades ilegales e inmorales, y el riesgo es bastante elevado.
Pero se puede robar en Facebook de otras maneras. No, no te estoy sugiriendo qué código insertar para vaciar la cuenta bancaria de tu padre. Ni te voy a revelar un truco informático para estafar al Estado y no pagar impuestos. Se puede robar mucho más facilmente: basta con pasar el tiempo en Facebook en lugar de trabajar. Sencillo, ¿no? Pues si en este momento tienes cosas que hacer, deja el smartphone. Respeta a quien te da trabajo.
En mi empresa había computadoras preparadas para prohibir el acceso a Facebook. Política empresarial. Porque la productividad baja mucho si el trabajador – en vez de concentrarse en los números, datos y módulos varios – pasa el tiempo en Farmville o en el timeline.
- No dirás falso testimonio
¿Te gusta hacer comentarios mordaces sobre alguien, aunque no sabes nada del tema que se habla? ¿Te gusta cotillear en grupos privados de Facebook, pensando que nadie te ve? Cuando debes gestionar una conversación incómoda, ¿prefieres enfrentarte exponiendo tus ideas o bien escribiendo ríos de mentiras para confundir al interlocutor?
Pon mucha atención también a los contenidos que publicas en tu perfil. Es muy fácil ser cómplice de la difusión de noticias inventadas, pero debes saber que a veces es incluso más fácil comprobar la veracidad de lo que leemos. ¡No hace falta mucho! Haz las investigaciones necesarias antes de difundir a los cuatro vientos el “scoop del siglo”. Probablemente descubrirás que lo que te dicen que pienses es ligeramente distinto de la realidad.
“Persigue la verdad, pero desconfía de quienes dicen haberla encontrado”, decía Tertuliano. Quizás era un poco excesivo, pero en tus interacciones virtuales atente a lo que es cierto y verificable. Los daños potenciales de una mentira (o de una media verdad) pueden ser devastadores.
- No desearás la mujer de otro
Aquí hay poco que decir. O mejor, habría mucho, pero por brevedad reduzco todo a una pregunta: ¿usas Facebook para hacer cambiar los sentimientos de la mujer de tu amigo? En caso de respuesta afirmativa, tienes que dejarlo. Internet es un instrumento potentísimo, que permite a personas alejadas hablar como si estuviesen cerca. Usa este instrumento de modo apropiado. Y no hagas nada que no quieres que te hagan a ti (o a tu esposo/a).
- No desearás los bienes ajenos
¿Has visto que bonito carro ha comprado este? Maravilloso. Pero ¿estás seguro de que lo necesitas tu? Si crees que es solo un capricho, no pierdas tiempo mortificándote con esa foto (probablemente no es tan veloz como él dice). Si en cambio realmente necesitas un carro nuevo… trabaja y reza para conseguirlo, pero no te dejes llevar por la envidia.
Si lo que haces en Facebook es indagar en las vidas de los demás para sentir autocompasión y envidiar lo que no tienes, estás usando las redes sociales de forma equivocada. Un consejo, que miles de personas antes que yo han dado a miles de millones de seres humanos: concéntrate en lo que tienes, y sé agradecido. La gratitud tiene poder curativo, si es sincera. (Publicado en Aleteia)