Previo a la culminación oficial del Año Santo de la Misericordia, parroquias designadas por el obispo para ganar indulgencia, cerraron su Puerta Santa. Hoy es la clausura en Catedral a las 5pm
Ana María Ibarra
Llenos de las gracias recibidas de parte de Dios durante el Jubileo del Año Santo de la Misericordia, cientos de fieles participaron en la misa de acción de gracias y de clausura de la Puerta Santa en el Santuario de San Lorenzo el pasado domingo 13 de noviembre.
La misa fue presidida por monseñor Mariano Mosqueda como delegado del señor obispo don José Guadalupe Torres Campos, y concelebrada por el padre Alfredo Abdo Rohana, rector del Santuario de San Lorenzo.
Misa de gratitud
Minutos antes de iniciar la celebración eucarística de clausura de la Puerta Santa, un buen número de fieles llegaron de manera individual o en familia, para atravesar la Puerta Santa y ganar indulgencia luego de cumplir las condiciones presentadas por el Papa Francisco, para el Año Santo que justo hoy domingo 20 de noviembre concluye.
Formando una fila, los fieles se detenían delante de la Puerta Santa para, interiormente, realizar alguna plegaria y enseguida atravesar la puerta para ganar la indulgencia.
“Con esta Eucaristía estamos cerrando, en este templo, el Año Santo de la Misericordia. El Papa Francisco nos ha regalado este Año Santo. Llenos de gratitud pidamos a Dios que siga siendo misericordioso con nosotros”, expresó monseñor al iniciar la celebración.
Historia de misericordia
En su homilía, monseñor Mosqueda citó el momento de la Creación, cuando Dios, en un acto desbordante de su amor, creó al hombre y a la mujer, los hizo sus amigos en una amistad verdadera.
“El hombre con esa tentación de egoísmo y soberbia desobedeció a Dios. Ante ese rechazo del hombre, Dios le ofreció un salvador. Así comenzó la historia de misericordia”, expresó el celebrante.
Monseñor Mosqueda resaltó que ante el pecado del hombre, si este se arrepiente verdaderamente, Dios le da su perdón a través de la Confesión.
“En este año que estamos terminando hemos experimentado la misericordia de Dios, el amor de Dios que se hace presente en nosotros. La enseñanza que este año nos debe dejar es que no vivamos en pecado”, dijo.
“Agradecemos este año que el Santo Padre nos ha regalado para todos los corazones que con sinceridad se hayan arrepentido”, finalizó monseñor
Para concluir el Año de la Misericordia en esta celebración, monseñor otorgó una bendición especial sobre los fieles, quienes salieron gozosos de saberse amados y perdonados por Dios.