Niños franciscanos del Santuario de San Lorenzo reflexionan sobre el sacrificio y la resurrección de Jesús
Diana Adriano
El grupo de niños y jóvenes franciscanos del Santuario de San Lorenzo celebró el pasado 5 de abril un emotivo Miniretiro de Cuaresma en el salón del tercer piso del templo, desde las 10:00 de la mañana hasta la 1:00 de la tarde.

La actividad fue organizada y dirigida por Susana Díaz de Luján, coordinadora del grupo, quien compartió que el objetivo fue “reflexionar, sobre todo en los últimos momentos de la vida de Nuestro Señor”.
Durante la jornada, los participantes vivieron un espacio espiritual profundo que incluyó momentos de oración, un viacrucis con reflexiones sobre el sacrificio y la resurrección de Jesús, y diversas dinámicas enfocadas en fortalecer la fe y comprender mejor el significado de la Semana Santa.
“La idea fue que los niños y jóvenes comprendieran cómo los fariseos buscaban condenar a Jesús por transgredir el sábado, pero también cómo Él eligió dar su vida por nosotros, y que no todo terminó ahí, sino que resucitó y sigue presente con nosotros”, explicó la coordinadora.
Las dinámicas también abordaron el tema de la resurrección y la presencia viva de Jesús en la Eucaristía, ayudando a los jóvenes a interiorizar que cada acción en su vida deja una huella en su camino hacia Dios.
Crecieron en su fe
Los asistentes participaron con entusiasmo, demostrando atención e interés en los temas tratados.
“Estuvo muy bonito. Hicimos dinámicas y vimos videos sobre lo que vivió Jesús en su camino hacia la cruz. Eso fue lo que más me llamó la atención, todo lo que Él pasó por nosotros”, expresó con entusiasmo Lluvia Soto López, una joven participante.
Para Lluvia, este tipo de encuentros no sólo ayudan a crecer en la fe, sino también a conectar con otros niños y jóvenes que están en el mismo camino espiritual.
“Yo les diría a otros niños que están cerca de hacer su Primera Comunión que vengan y se unan al grupo. Aquí se conoce más de Dios y también de los demás. Aprendemos juntos y vivimos cosas muy bonitas”, dijo con una sonrisa.
El retiro concluyó con un momento de convivencia fraterna, donde los niños compartieron impresiones y experiencias.
Algunos, al igual que Lluvia, comentaron que los temas les ayudaron a entender cómo su vida diaria puede reflejar el amor y los valores cristianos, y expresaron su entusiasmo por seguir aprendiendo a manejar la Biblia y profundizar en su fe.

































































