Daisy Flores es secretaria de la parroquia San Isidro Labrador, en El Valle, pero ha laborado en recursos humanos y conoce la realidad del trabajador. Ella leerá una carta ante el Santo Padre en el encuentro con el Mundo del Trabajo.
Crear conciencia y mover corazones junto a las palabras que el Santo Padre Francisco exprese a los empresarios el próximo 17 de febrero durante su visita a Ciudad Juárez, es el objetivo de Daisy Flores y su esposo Arturo Gurrola, quienes fueron elegidos para leer una carta con su experiencia laboral durante el encuentro del Pontífice con el Mundo del Trabajo.
Habitante del poblado de San Isidro, Valle de Juárez y servidora de la parroquia San Isidro Labrador, Daisy participó en la convocatoria que la Diócesis de Ciudad Juárez lanzó para que obreros escribieran una carta con la posibilidad de leerla ante el Papa Francisco.
“Deseo que con la sola visita del papa estemos un poco más sensibles y que, empresarios y empleadores, logren escuchar las voces a gritos de tanta gente, padres y madres de familia que pedimos que se valore nuestro trabajo nuestra mano de obra”, dijo expresó Daisy en entrevista.
Carta testimonio
Cuando Daisy, quien es secretaria de la parroquia, recibió instrucciones del padre Istibal Valenzuela, párroco de San Isidro, de promocionar la convocatoria en todo el sector parroquial, preguntó si ella podía participar.
“Ese día llegando a mi casa inicié a escribir basándome primeramente en mi experiencia laboral y profesional”, compartió Daisy quien tiene carrera trunca de contabilidad y se ha desempeñado en recursos humanos o pagos de nómina, en contacto siempre con los empleados.
“Me ha tocado ver injusticias, irregularidades, conocer el pago de nomina con bajos salarios, tanto el que se reporta en Seguro Social como el que se le paga al empleado”, compartió.
Consciente de que es su deber cristiano, pues fue educada en la fe, en estos puestos Daisy siempre buscó defender al empleado, mejores prestaciones y oportunidades para su crecimiento, lo cual no ha sido fácil ante los patrones.
“Es una lucha en contra de la industria porque es un sistema muy egoísta que busca sólo su propio crecimiento”, afirmó.
“Me he enfrentado en las empresas, he tenido que discutir con los jefes para pelear por los empleados, con un espíritu de justicia”, agregó.
Experiencia familiar
Con el apoyo de su esposo Jesús Arturo Gurrola, Daisy plasmó en la carta también su experiencia en el matrimonio y como padres de dos hijos pequeños.
“Los dos tenemos que trabajar para sacar a la familia adelante porque un solo sueldo no basta. Al salir los dos de casa se descuida a los hijos, inclusive no puede uno participar mucho en la Iglesia porque los tiempos no se dan”, afirmó.
Aun con el trabajo de ambos padres, Daisy afirmó que los salarios no rinden y es lo que ocasiona los problemas sociales que actualmente se viven en la ciudad.
“Cuando nuestros sueldos suban muchas cosas van a mejorar. El gobierno invierte mucho en querer solucionar los problemas de la violencia y todo lo que genera pero no se da cuenta que todo es consecuencia de lo mismo: bajos salarios y que la madre salga de su casa a trabajar dejando a sus hijos solos”.
No obstante, dijo, todos los ciudadanos pueden luchar para que esto cambie.
“Sé que sí se puede con buenos argumentos, con la fe y con los ideales plantados. Será un privilegio estar frente al papa y poderle leer la carta, pero me gustaría que con esta carta se creara conciencia en los empresarios, dejar en ellos el temor de Dios para vean al empleado como hermano”.
Orgullo representar a El Valle
Una gran alegría fue para Daisy saber que su carta había sido elegida para ser presentada ante el papa y, según se lo han confirmado, poder leerla ante el papa.
“Es una carta breve, pero fuerte en la que se marcan varios aspectos y se tuvo que solicitar permiso para poder leerla y decirles sus verdades a las personas, empresarios y gobierno que estarán ahí”, dijo quien se siente orgullosa de representar a El Valle de Juearez, una zona duramente lastimada por la violencia.
“Estamos dolidos por toda la situación que se ha vivido, pero habemos gente buena, talentosa que hace mucho más que dañar personas. Estamos tratando de rescatar El Valle”, expresó con la voz entre cortada para luego compartir que otros de sus vecinos servirán en la misa del Papa, lo que llena a la comunidad de esperanza.
“Queremos que volteen la mirada a El Valle. Faltan empresas que se fijen en El Valle, mucha mano de obra viene a Juárez. En el puro traslado se gasta tiempo y dejamos a nuestros hijos solos”, lamentó.
Apoya a su esposa
Orgulloso de su esposa, Arturo compartió:
“A Daisy le gusta escribir. Escribió la carta y me la enseñó antes de enviarla pero yo no pensé que la fuera a enviar para concurso, pensé que era algo para ella misma. No le presté mucha atención y me dio la sorpresa de que la mandó y estará ahí frente al Pontífice”, dijo Arturo.
“Es su pensar, su sentir, me tocó estar a su lado, afortunadamente. No hay nervios, es ver cómo nos va, esperemos salir airosos de esa convocatoria. Iré apoyando a mi esposa”, expresó.
Daisy invitó a la comunidad, principalmente al mundo obrero, a no perder la esperanza y la fe de que las cosas cambien.
“A veces nos damos por vencidos, pero no se puede perder la esperanza, siempre debemos hacer algo para cambiar las cosas en la situación que estemos. En mi pobre y humilde vocación y en lo poco que puedo hacer, estoy consiente de que pueden cambiar muchas cosas”, dijo.
Extractos de la carta
“…Son sueldos tan bajos y nos obligan a trabajar horas extras en los que se pierde tiempo valioso de familia que es gastado en apenas llevar el pan diario a la casa, razón y causa principal ya de decadencia y conflicto de valores, donde se crían hijos sin temor de Dios, porque ¿a qué hora los educamos en la fe si llegamos cansados y exhaustos?. Hijos que crecen sin moral, sin correcciones de parte de los padres. Hijos que no se sienten felices, matrimonios rotos porque no se pone la suficiente atención, porque todo se va en darle gusto a la industria, a los patrones. Tenemos que hacer conciencia de que muchas cosas tienen que cambiar si queremos que realmente de fondo la situación de Juárez se levante, no podemos tapar los hoyos, tenemos que hacer cambios”.