Claudia Iveth Robles
Tres religiosas Misioneras de María Dolorosa realizaron una acción de gracias al celebrar 50 años de vida consagrada.
Se trata de las hermanas Susana Enríquez, María Elena Hernández y Catalina Cereceres, quienes celebraron por separado, pero con la misma alegría de servir a Dios durante medio siglo.
En La Pinta
La hermana Susana Enríquez celebró sus Bodas de Oro como religiosa el dia 12 de septiembre de 2017 en La Pinta, Gomez Farías, de donde es originaria.
Ella es la octava de ocho hijos del matrimonio de Manuel Enríquez y Ángela Venegas, ésta última quien le enseñó a amar a los que sufren y la inspiró para ingresar a la congregación el 11 de septiembre de 1964.
Realizó sus primeros votos el 16 de septiembre de 1967 en la capilla San Antonio Senecú y sus votos perpetuos en la Catedral de Chihuahua el 21 de septiembre de 1972.
Ha servido en el Asilo de ancianos, Obispado, Ciudad del Niño, en las parroquias Nuestra Señora de Lourdes y Jesús Obrero, así como en las comunidades de Casas Grandes, la Tarahumara y en Perú.
Actualmente presta su servicio en la Casa vocacional de El Terrero, Namiquipa, Chihuahua.
En Soto Máynez
El mismo día, pero en la parroquia de Soto Maynez, Namiquipa, celebró sus 50 años de vida consagrada la hermana María Elena Hernández, hija de Elías Hernández y Carolina Parra, quien ingresó con las Misioneras de María Dolorosa en septiembre de 1964.
La hermana María Elena hizo sus primeros votos el 16 de septiembre de 1967 y sus votos perpetuos el 22 de septiembre de 1973, en el templo parroquial de Soto Máynez.
Ha servido en el Asilo de ancianos, Orfanatorio Guadalupe, Misión Zaragoza, Diócesis Casas Grandes, Ciudad Madera, Seminario de Ciudad Juárez y en la Ciudad del Niño. Fue parte del Consejo General de la Congregación y actualmente presta servicio en la Casa de Espiritualidad de las Misioneras, en Ciudad Juárez.
En Ciudad Juárez
Finalmente la hermana Catalina Cereceres celebró su 50 aniversario el pasado 24de septiembre en la capilla San Antonio, Senecú, donde se reunieron sus hermanas de congregación para felicitarla.
Hija de Jesús María Cereceres y Consuelo Villagrán, la hermana Catalina es originaria de Cuauhtémoc. Ingresó a la congregación en septiembre de 1964 y profesó votos el 24 de septiembre de 1972.
Ha servido en el Asilo de ancianos, Orfanato de Guadalupe, Santuario de Nuestra Señora de los Dolores en Portland, Oregon. Acompañó a monseñor Baudelio Pelayo en su última parroquia, Nuestra Señora de Lourdes, pero donde más sirvió fue en la Ciudad del Niño, donde se distinguió por cuidar, educar y formar a cientos de niños.
Actualmente es atendida en el Asilo de ancianos, debido a su enfermedad.