Ana María Ibarra
“Tengan sus ojos fijos en Jesús” es el título de las reflexiones cuaresmales que el padre Héctor Xavier Villa impartió del 4 al 8 de marzo en la parroquia Jesús Maestro.
Para iniciar el ciclo de charlas cuaresmales, el sacerdote recordó y reflexionó en torno a la pandemia, el cierre de templos y las experiencias de dolor que vivió la comunidad y la humanidad entera.
“También pudimos ver que la Iglesia se hizo presente. Sacerdotes murieron por atención de enfermos. Hubo iniciativas para atender a la gente, a los pobres. Hubo presencia discreta, pero real del Espíritu Santo. La parroquia se valoró como lugar de encuentro. Se ofrecieron enseñanzas y reflexiones por medios digitales”, recordó el padre Héctor.
Al recordar esos momentos, el sacerdote invitó a los asistentes a preguntarse ¿qué deja esta experiencia?
“El peligro de contagio a causa de un virus tiene que enseñarnos otro modo de contagio: el contagio del amor, que se transmite de corazón a corazón”, citó el padre Héctor palabras del papa Francisco.
Igualmente recordó que al cierre de templos, la misa, expresión por excelencia, principio y culmen de la fe, dejó de vivirse plenamente.
“La Eucaristía, con su enorme valor mistagógico, sigue siendo la celebración por antonomasia en la comunidad, pero se percibe, a la par, una pérdida de valoración en la misma feligresía”, lamentó.
Al hacer un llamado a ir a la misión, el sacerdote adentró a los asistentes en una meditación sobre los rasgos importantes de la comunidad a través de la Carta a los Hebreos.
“Vemos necesario pasar de eventos pastorales a procesos de vida cristiana. Es necesario hacer memoria del proceso de nuestro camino en la fe y tener los ojos fijos en Jesús”, dijo en alusión al título de sus reflexiones cuaresmales.
“Que el fijar la mirada en Jesús nos ayude a aprender de él y nos ayude en este camino que vamos recorriendo”, puntualizó.