Ana María Ibarra
El pasado 29 de enero los frailes franciscanos José Eduardo Cordero Cordero y Francisco Javier Dimas Bernal, de la Orden de Frailes Menores, recibieron el orden del diaconado de manos del obispo diocesano don J. Guadalupe Torres Campos, en una celebración realizada en la parroquia Santos Mártires Mexicanos.
Configurados con Cristo
Fray Eduardo y Fray Francisco ingresaron por el pasillo central del templo acompañando la procesión donde ingresó también el obispo, como pastor y cabeza de la Iglesia Diocesana.
Durante la celebración, los futuros diáconos estuvieron acompañados por sus familiares y hermanos de congregación, quienes serían testigos en el momento consagratorio en que los frailes recibirían la nueva efusión del Espíritu Santo, como siervos de Jesucristo para servir con amor al pueblo santo de Dios.
Después de la proclamación, dio inicio el rito de la ordenación. Fray Antonio Miranda, representante del ministro provincial invitó a los candidatos a presentarse y pidió al obispo el orden del diaconado a quienes han sido reconocidos idóneos.
Al ser nombrados, Fray José Eduardo Cordero y Fray Francisco Javier Dimas se acercaron al obispo para ser admitidos a la orden diaconal.
En su homilía, el obispo tomó como tema central el llamado a la configuración con Cristo, el cual, dijo, se obtiene desde el Bautismo.
“Cada día es un paso a esa configuración que se va transformando en vocaciones concretas. Francisco Javier y Eduardo, hoy que serán ordenados diáconos están llamados a servir a Dios en cada uno de los hermanos”, expresó.
Llamados a servir
El obispo resaltó los dos aspectos que advierte el evangelio en referente a aquellos llamados al servicio: no ser tiranos ni opresores.
“Hay que servir con amor, con alegría. El papa nos invita a trabajar en la fraternidad, en la amistad entre todos. Así el diácono debe servir a todos sin distinción, servir a los más necesitados, servir a Cristo en el hermano”.
El obispo invitó a los ordenandos a mantener el entusiasmo y la fuerza aún en las pruebas y dificultades.
“Cuentan con la gracia de Dios, la oración de la Iglesia por ustedes, su familia, la figura de San Francisco de Asís, el pobre, humilde y sencillo que se entregó por los demás. Tenemos a nuestra Madre Santísima que nos ama, nos abraza e intercede ante su hijo. Hoy nos alegramos con ustedes y damos gracias por este don que ustedes reciben pero que es para la comunidad”, finalizó.
Al finalizar la homilía, los candidatos expresaron las promesas de ejercer el ministerio y el obispo invitó a la comunidad a orar por ellos.
En el rito central, los frailes se postraron rostro en tierra, en un signo de humildad y donación a Dios, mientras la asamblea oró de rodilla las letanías de los santos.
Al incorporarse, el obispo realizó la imposición de las manos sobre los jóvenes y realizó la oración de ordenación que confiere el don del Espíritu Santo para el ministerio.
Para concluir este momento, se dio paso al rito explicativo con la imposición de la estola diaconal y la dalmática, así como la entrega del Libro de los Evangelios y el abrazo de la paz.
Ya revestidos y concluido el rito de ordenación, los nuevos diáconos se pusieron de pie frente a la asamblea, misma que los felicitó con un aplauso.
En el resto de la celebración los diáconos asistieron al obispo y al concluir se ofreció a los presentes una comida como festejo del acontecimiento, siempre respetando las medidas sanitarias.